Ranas bolivianas serán expuestas vivas en una exposición en el museo nacional de Historia Natural de Nueva York, a partir de este sábado.

Los batracios forman el grupo de 25 especies de estos animales provenientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, México, Nicaragua, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela, en reconstrucciones muy fieles de sus hábitats.

La muestra permanecerá abierta hasta el 8 de enero de 2012 y tiene el objetivo de explorar la vida de estos animales y descubrir su importante papel en los ecosistemas.

«Gracias a las investigaciones más recientes estamos empezando a entender el papel de las ranas en la naturaleza», dijo hoy en un comunicado el comisario de la muestra, Christopher Raxworthy, según EFE.

El comunicado explica además  que con esa exposición se busca «ofrecer una mirada al mundo de estos animales y a los últimos descubrimientos sobre ellos».

La muestra, bajo el título «Ranas: un coro de colores», ya formó parte de la programación del museo neoyorquino en 2004, pero ha vuelto «por la demanda del público», señaló la institución, informa el periódico El Comercio, de España.

Para mostrar «la diversidad y el colorido» del mundo de las ranas, las especies escogidas van desde la pequeña mantella dorada de Madagascar, que mide unos tres centímetros, hasta la gigantesca «rana toro africana» que puede llegar a medir unos 20 centímetros de diámetro.

Sin embargo, la parte principal de la muestra la forma un terrario con hasta 80 especies de ranas conocidas como «ranas veneno de dardo», que reciben este nombre por el grupo indígena colombiano emberá del Chocó, que emplea el veneno de estos animales en las puntas de sus flechas, indicó el museo, señala el periódico mexicano El Informador.

El museo puntualizó que estas ranas venenosas han sido criadas en cautividad, con una dieta que no les permite desarrollar estos componentes venenosos.

En la exposición, que también incluye ejemplares de China, Kenia, Madagascar, Birmania, Rusia, Estados Unidos y Vietnam, se explora de forma didáctica la evolución y la biología de los anfibios y las amenazas que sufren «en un mundo en el que los ecosistemas no paran de cambiar».

Sin embargo, la parte principal de la muestra la forma un terrario con hasta 80 especies de ranas conocidas como «ranas veneno de dardo», que reciben este nombre por el grupo indígena colombiano emberá del Chocó, que emplea el veneno de estos animales en las puntas de sus flechas, indicó el museo.