Sociedad

Friday 8 Dec 2023 | Actualizado a 08:55 AM

La FAM calla y hay quien culpa a las nuevas reglas

En la lista de problemas también figura la acción opositora en los concejos

Por La Razón

/ 30 de mayo de 2011 / 05:00

La Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM) guarda silencio sobre las causas de la baja ejecución presupuestaria. La Razón envió un cuestionario el martes 17 con el compromiso de que éste sería respondido por su presidente, Edwin Castellanos, alcalde de Cochabamba.

Pero el jueves 19 se comunicó por teléfono que el cuestionario no iba a ser respondido y que las preguntas debían ser trasladadas al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (MEFP).

Sin embargo, hay alcaldías que señalan a esa cartera de Estado como la responsable del rezago y, además, a la Ley anticorrupción Marcelo Quiroga Santa Cruz. «El principal motivo es el cambio de las reglas de juego para los municipios, este año hemos sido incorporados al Presupuesto General del Estado, esto implicó cambios en la forma de trabajo y los plazos de generación del Plan Operativo Anual (POA)», dijo el oficial mayor Administrativo y Financiero de la alcaldía cochabambina de Cercado, Oswaldo Delgadillo. A este conflicto, se sumó una nueva asignación de recursos y la aprobación del POA reformulado en la Asamblea Legislativa. La Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz generó susceptibilidades en los servidores públicos, especialmente a la hora de aprobar partidas presupuestarias, de licitar y adjudicar proyectos. «Las unidades ejecutoras toman más recaudos cuando realizan procesos de contrataciones», agregó.

El secretario General de la Alcaldía de Sucre, Rolando Cruz, responsabilizó por la demora a la tardía aprobación del Presupuesto municipal en la Asamblea Legislativa y puso sobre la mesa otros dos problemas. La ingobernabilidad en el Concejo y la crisis política que soporta ese municipio.

El desacuerdo en el Concejo»está asumiendo una dura oposición, todos los días piden informes e interpelaciones. Hay mucho obstáculo, es una barbaridad que actúen así», protestó Cruz. La gestión de Verónica Berrios, no tiene el apoyo en el legislativo edil.

Preguntas sin respuesta

Preguntas de La Razón: ¿A qué se debe el bajo nivel de ejecución en inversión y en gasto corriente?, ¿Es una señal de ineficiencia en la gestión municipal?, ¿Qué consecuencias le trae al municipio?,¿Por qué el rezago si se flexibilizó la norma de Contrataciones? ,  ¿La capacitación brindada por la FAM fue insuficiente? 

Iván Arias Durán
‘Ejecutar sólo 5,75% es escandaloso’

La baja ejecución se debe a varios factores. La administración pública se ha vaciado de personal técnico especializado, los profesionales que saben hacer proyectos han abandonado la administración pública por los bajos salarios y por la tremenda rotación de personal que se debe a las presiones de los llamados movimientos sociales

Por otra parte, el Gobierno ha aprobado una norma completamente abusiva e inconstitucional que establece que para reformular los Planes Operativos Anuales (POA) los municipios tienen que enviar al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, además esta reformulación tiene que ser aprobada por la Asamblea Legislativa Plurinacional, lo que no le compete.

También está la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, que en muchos municipios ya le dicen la ley maldita, que ha convertido en delitos todos los errores. Muchos funcionarios públicos tienen miedo de firmar cualquier papel, contratan abogados para que los revisen y los abogados también dudan, etc…

Finalmente, en los municipios grandes se dificulta la ejecución porque los alcaldes de ciudades como La Paz, Santa Cruz, Beni, Tarija y Oruro están más preocupados en cuidarse las espaldas y responder peticiones de informes de la Contraloría General del Estado, de la Fiscalía, etc., cosa que no ocurría antes. Ahora en cualquier momento y a petición de cualquier la Contraloría pide informes y esto ha paralizado la gestión municipal . Una ejecución en inversión del 5,75%, es escandalosa, porque quiere decir que se ha ejecutado alrededor del 1% por mes.


Iván Arias Durán 
es municipalista.

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Sin justicia a la vista

Para la población, que poco o nada puede decir del entuerto, significa el secuestro de varios de sus derechos

Por La Razón

/ 7 de diciembre de 2023 / 08:16

A cuatro semanas para el fin del mandato de magistrados y consejeros del Órgano Judicial, y con la incertidumbre de cómo se resolverá el inevitable vacío de poder producido por la incapacidad del Legislativo para producir una norma que haga posibles las elecciones de estas autoridades a tiempo, nadie parece tener la respuesta, y muy pocos, interés para encontrarla.

A simple vista, lo que se percibe es un deliberado intento por mantener las cosas como están: un puñado de magistrados y consejeros que el 3 de enero no podrán seguir ejerciendo el cargo para el que fueron electas y electos en 2017 (a menos que estén dispuestos a afrontar la justicia constitucional del futuro si lo hicieran) y que en nombre de esa incertidumbre han estado produciendo fallos discutibles, pero de obligatorio cumplimiento.

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Para el oficialismo gubernamental la situación parece haber sido propicia, pues el Ejecutivo demostró tener algo de comando sobre el Judicial (con todo lo que ello implica para la muy republicana independencia de poderes), cosa que no es ni novedosa ni desconocida en la práctica política boliviana desde hace demasiados años.

Para la oposición parlamentaria, que incluye al grupo de legisladores afines al expresidente Evo Morales, mantener la incertidumbre sirve, por un lado, como evidencia de la incapacidad del Gobierno para tener una gestión mínimamente ordenada y funcional a las necesidades de un Estado que se desea eficaz; por el otro, para seguir produciendo actos reñidos con los derechos, que luego podrán ser impugnados, comenzando, por ejemplo, con las sentencias contra quienes tomaron el poder de manera inconstitucional en noviembre de 2019.

Para la población, que poco o nada puede decir del entuerto, significa el secuestro de varios de sus derechos, entre ellos los de acceso a la justicia, tutela judicial efectiva y a elegir a las autoridades, como señaló el Defensor del Pueblo, y el de conformar un órgano de poder que garantice el ejercicio de los demás derechos y libertades, como dijo el expresidente Eduardo Rodríguez; “es una crisis que afecta el sistema de derechos humanos”, afirmó el exmandatario, para quien, además, es evidente el conjunto de intereses en juego detrás de las acciones que han postergado el proceso sine die.

Por su parte, dos senadores del MAS, uno de ellos el presidente de la Cámara Alta y tercer hombre en la sucesión constitucional, han manifestado su preocupación y su disposición para encontrar una salida política que haga viable la transición hasta la elección y posesión de las nuevas autoridades; el problema es que nadie tiene todavía una solución a la mano.

En el futuro inmediato, cuando el sistema termine por colapsar, de nada servirán los señalamientos y descalificaciones que van a menudear de una y otra parte, para resolver la imposibilidad de acceder a la justicia de muchísimas bolivianas y bolivianos, por un mezquino comportamiento de la clase política y una evidente falta de entendimiento del Estado de derecho entre los gobernantes.

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Ímpetu revocatorio

Por La Razón

/ 3 de diciembre de 2023 / 00:15

El OEP recibió a la fecha más de medio centenar de solicitudes de revocatoria de mandato de gobernantes y representantes electos en el ciclo 2020-2021. Es previsible que tal número aumente. El problema no radica en la cantidad de iniciativas, sino en el difícil cumplimiento de requisitos. Como sea, está abierto el período para el ejercicio de este derecho ciudadano.

La revocatoria es un mecanismo, reconocido en la Constitución Política del Estado, mediante el cual el pueblo soberano decide, mediante el voto, sobre la continuidad o cese de funciones de autoridades electas. Se origina únicamente por iniciativa ciudadana, en una sola ocasión durante el período de mandato. Aplica a todas las autoridades electas, excepto las judiciales. No se requiere acreditar ninguna causal para la revocatoria. Son necesarios, en cambio, muy altos porcentajes de firmas de adhesión.

Desde la vigencia constitucional del derecho a la revocatoria, como parte de la democracia directa, es la tercera vez que se habilita esta posibilidad. En el primer caso, en 2013, hubo 124 iniciativas populares. Ninguna prosperó. En el segundo caso, en 2018, fueron 245 iniciativas. Solo una llegó a las urnas, en Bolpebra, pero no tuvo validez por falta de votantes. Estos datos demuestran que existe voluntad e ímpetu revocatorio en el país, pero no es suficiente. Hay varios escollos.

En esta ocasión, por primera vez, el TSE autorizó la recolección de firmas para la revocatoria del binomio presidencial. La iniciativa corrió por cuenta de un ciudadano que tiene plazo hasta este jueves para acreditar 1,7 millones de firmas. Nada menos. Es evidente que se trata de una iniciativa fallida que será archivada. «No va a haber revocatorio que nos aguante, estamos dispuestos a ir”, dijo hace poco el presidente Arce. Sabe que no irá. Pero hay otras autoridades, en especial locales, en la mira.

Entre las solicitudes de revocatoria predominan las dirigidas contra los alcaldes, tanto en ciudades capitales como en intermedias. Están en curso, por ejemplo, iniciativas contra la alcaldesa Eva Copa en El Alto, Jhonny Fernández en Santa Cruz de la Sierra y Cristhian Cámara, en Trinidad. Igual falta conseguir al menos el 30% de firmas del padrón electoral de cada municipio. Hasta ahora no se conocen solicitudes para revocar gobernadores ni asambleístas nacionales. Llaman la atención algunas ausencias.

En los próximos meses sabremos si esta vez el ímpetu revocatorio es suficiente para llegar a las urnas. O si, como puede esperarse dados los antecedentes, las diferentes iniciativas irán quedando en el camino. Estamos ante un derecho constitucional cuyo ejercicio está sembrado de obstáculos, entre ellos el costo económico, que corre por cuenta de los promotores. Quizás sea más viable alentar el control social de la gestión pública en lo que queda del mandato. Y elegir bien en los siguientes comicios.

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Inspección vehicular

La ITV es, por lo visto, nada más que un mecanismo poco transparente de recaudación

Por La Razón

/ 30 de noviembre de 2023 / 06:35

Según anuncio oficial de la Policía, hoy es el último día para hacer la inspección técnica vehicular (ITV) del año. Las y los conductores de automóviles de uso particular que se han sometido a este control anualizado saben que se trata de un trámite engorroso, cuando no humillante, que sirve como ilustración de todo lo que está mal entre la Policía y la sociedad.

Sorpresivamente, y a diferencia de años anteriores, la ITV 2023 comenzó en agosto y termina antes de lo habitual; sin embargo, no sorprenderá que el plazo se amplíe por algunas semanas, como ya es habitual. En todo caso, la primera falla está en la pobre comunicación del proceso, pues tuvo muy poca publicidad y previsiblemente se han formado extensas filas en todos los puntos de inspección (cuyas direcciones tampoco fueron comunicadas oportuna o eficazmente), lo cual a su vez produce enorme tensión entre los uniformados y la ciudadanía.

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Mucho más grave que las filas y la larga espera (atribuible en parte a la cultura de hacerlo todo “a última hora”) son las observaciones que hacen los policías, en general arbitrarias y alejadas de los aspectos eminentemente técnicos o “ambientales” señalados explícitamente en la Ley 165, de Transporte, como por ejemplo exigir tres tamaños diferentes de gasa o guantes quirúrgicos en el botiquín. El estado de funcionamiento de los automóviles se evalúa, literalmente, a simple vista y no en los “centros de revisión técnica” señalados en el artículo 222 de la citada norma.

Peor aún, los criterios de calidad exigidos por los encargados de la inspección, que no están recogidos en norma específica alguna, también anunciada en la Ley 165, solo aplican para las y los vehículos de uso exclusivamente particular. Taxis, trufis, minibuses y micros obtienen la roseta de la ITV sin someterse a más revisión que una fotografía del conductor y su vehículo, que en muchos casos apenas si se salva de parecer chatarra y de funcionar como tal. La mayor parte de los accidentes por fallas mecánicas ocurren en automóviles dedicados al transporte de pasajeros.

Mas no solo los conductores del transporte sindicalizado se ahorran las molestias y sinsabores de la ITV, muchas y muchos propietarios de automóviles particulares encuentran en incontables oficiales y suboficiales atajos para obtener la roseta a cambio de un pago no siempre modesto. No cabe duda que en la Policía Boliviana hay muchas y muchos uniformados de intachable comportamiento y ética profesional, pero muchos otros no hacen sino abonar al extendido prejuicio de la corruptibilidad de la fuerza del orden.

Tener y conducir un automóvil implica mucha responsabilidad y algunos riesgos que no pueden ser minimizados, pero en el actual estado de cosas la seguridad vial está librada al criterio (o al arbitrio) de las y los conductores, en su mayoría incapaces de respetar la norma y a los uniformados supuestamente llamados a hacerla cumplir. La ITV es, por lo visto, nada más que un mecanismo poco transparente de recaudación.

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MAS-IPSP incierto

Por La Razón

/ 26 de noviembre de 2023 / 00:15

La resolución del TSE que declara improcedente el recurso de revisión interpuesto por el MAS-IPSP, mantiene firme la decisión de rechazar el registro de la directiva nacional electa en el congreso ordinario de Lauca Ñ. La organización, pues, tendrá que realizar un nuevo congreso para renovar su directiva. El partido a la cabeza de Evo Morales no parece tener muchas opciones.

Más allá de las consideraciones legales, las presiones y la mala gestión comunicacional del TSE en el caso, lo evidente es que hasta ahora el MAS-IPSP no cumplió el mandato legal de renovar su directiva. Se mantiene, pues, la prórroga de la actual dirigencia electa en 2017. El nuevo plazo que tienen todos los partidos para la renovación de sus dirigencias, conforme a sus estatutos orgánicos, es abril del próximo año. Es el plazo, también, que tiene el MAS-IPSP para realizar un nuevo congreso.

La decisión del TSE fue cuestionada por Evo Morales y su entorno. Se acusa al gobierno de Arce de estar usando a los “vocales sumisos” del TSE para atentar contra la democracia interna del partido y desconocer la legalidad del congreso de Lauca Ñ. Peor todavía: en un tuit, Morales repudió esta “nuevo acción política de odio” que estaría orientada a “completar la tarea que los golpistas no pudieron ejecutar: descabezar y defenestrar al MAS-IPSP”. Frente a eso, anunciaron acciones contundentes.

¿Qué puede lograr la “lucha jurídica y política” anunciada por el MAS-IPSP contra las resoluciones del órgano electoral? Si consideramos que las decisiones del TSE en materia electoral son irrevisables y de cumplimiento obligatorio, parece difícil revertir bajo presión la decisión sobre el congreso del MAS-IPSP. Es improbable también que Morales y su equipo jurídico logren algo en la justicia ordinaria o, peor, en el Tribunal Constitucional Plurinacional. Queda entonces la lucha política.

La pregunta es si el MAS-IPSP y Evo Morales tienen hoy el músculo suficiente para la movilización de calle. Ya se vio que sus marchas y vigilias tuvieron poca fortaleza. La posibilidad de convocar un nuevo congreso, en tanto, requiere un acuerdo con la dirigencia de las organizaciones matrices, hoy cooptadas por el gobierno de Arce. En ese contexto de disputa interna y de división entre facciones, parece difícil pensar en unas primarias ordenadas para la elección del binomio presidencial masista.

El MAS-IPSP, como instrumento político, está en un momento de incertidumbre. ¿Qué caminos tiene? El más sencillo sería no renovar la directiva nacional y, con la actual presidida por Morales, afrontar las elecciones 2025. Hay en ello un problema de legitimidad. Otra opción, más difícil, es lograr un acuerdo in extremis con la facción arcista para cuidar la sigla y evitar el quiebre definitivo. Sin olvidar que está en mesa una posible sentencia constitucional que prohíba una nueva postulación presidencial de Evo.  

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El cambio en Argentina

Las razones que explican el triunfo del ‘ultraliberal’ merecen mucho debate, análisis e investigación

Por La Razón

/ 23 de noviembre de 2023 / 06:44

La contundente victoria en Argentina, el domingo, en segunda vuelta, del candidato “ultraliberal” Javier Milei ha sorprendido a muchos de los que todavía creen en las encuestas de intención de voto (que habitualmente esconden el número de quienes no responden) y a todos los que esperaban que el miedo a perder derechos superase al enojo por la crisis que no da signos de resolverse.

Fue tal el triunfo del candidato de La Libertad Avanza (LLA), que el postulante oficialista y todavía ministro de Economía, Sergio Massa, reconoció su derrota y felicitó a su contrincante antes de que el conteo de votos llegase siquiera al 90%, estableciendo de ese modo, al menos hasta ahora, el tono del proceso de transición que culminará el 10 de diciembre con la transmisión de mando.

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Impulsado por un discurso de abiertamente confrontador y tachonado de palabrotas pronunciadas siempre de modo exaltado, el ahora presidente electo “sorprendió” por primera vez al imponerse en las elecciones primarias (PASO) y luego ocupó el segundo lugar en la primera vuelta, que lo habilitó para conseguir una holgada victoria en la segunda. Analistas coinciden en que los números de la votación coinciden con los de Patricia Bullrich y los del partido de Mauricio Macri, que más que pronto comprometieron su apoyo al líder neoliberal.

En su discurso tras el triunfo electoral y luego en otras apariciones, Milei se mostró mucho más sereno que el personaje que se identificaba con un león y portaba una motosierra. Se impone al ánimo exaltado de la campaña el realismo que exige el cargo para el que acaba de ser electo, debido a que, como explicaron tres analistas en el Piedra, Papel y Tinta de esta casa periodística, su gobernabilidad depende de tres factores clave: una estructura administrativa para la que probablemente no tiene suficientes cuadros propios, la capacidad de controlar la movilización social y un posiblemente escaso respaldo legislativo.

Súmese a ello la dificultad de imponer en el corto plazo las transformaciones prometidas. Si bien es probable que se ejecuten algunas acciones de alto impacto en la opinión, como la ya anunciada privatización de la estatal petrolera (YPF) y los medios públicos de comunicación, otras, estructurales y urgentes como el control de la crisis cambiaria y la inflación, lo ha reconocido el propio Milei, tomarán al menos un año y medio. En el camino, es posible que el desmantelamiento del Estado en plan neoliberal también encuentre escollos.

Las razones que explican el triunfo del “ultraliberal” merecen mucho debate, análisis e investigación, pero mientras tanto conviene reconocer que se equivocan quienes creen que es una derrota del populismo, pues el candidato Milei construyó cuidadosamente la diferencia entre un “nosotros” y “la casta”, además de mostrarse como líder mesiánico, ingredientes clave para este modo de gestionar la política. Se dice que el enojo desatado da paso a la esperanza por los cambios que pueden producirse, falta ver si se convierte o no en frustración.

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