Tres de los 22 propietarios de los inmuebles del farallón de Cervecería que deben ser evacuados, se crucificaron ayer por la noche, mientras que otro grupo encendió fogatas en la avenida Circunvalación, bloqueada como una medida de presión.
A este grupo se sumó un piquete de 10 personas, que hoy cumplen 48 horas de ayuno voluntario.
Rosa Garnica, dirigente de la zona, exigió la presencia del alcalde Luis Revilla para iniciar las negociaciones como condición para suspender la crucifixión. «Lamentablemente no se está llegando a ninguna solución. Él nunca ha venido, ni siquiera conoce nuestros problemas.
Por favor señor Alcalde, venga a solucionar nuestros problemas y vea nuestras necesidades. De usted esperamos solución, nos acogemos a su propuesta de expropiación, le hemos dicho 20.000 veces que no vamos a salir de nuestras casas si no nos dan el dinero», indicó.
Pese al riesgo inminente de deslizamiento, este grupo se rehúsa desde octubre del 2010 a evacuar sus casas si la Alcaldía no les entrega la indemnización prometida.
Al respecto, Revilla indicó ayer que la municipalidad iniciará la evacuación forzosa. «Hemos dado curso a las acciones legales y administrativas para, en el marco de la Ley de Riesgos, llevar adelante una evacuación forzosa. Se están poniendo en riesgo ellos mismos y a los barrios aledaños,» enfatizó.
Debajo del farallón de Cervecería se halla la zona Metropolitana, que puede ser afectada si se produce un deslizamiento de la parte alta, que ya tiene casi un metro de hundimiento.
Sillo Aguilar, otro dirigente vecinal, sostuvo que son 10 las personas de las viviendas afectadas que se encuentran en huelga de hambre en la iglesia La Casa de Dios, mientras otro tanto bloquea la avenida Circunvalación. Ayer, pese a las posiciones encontradas, miembros del Concejo trataban de mediar para abrir el diálogo.