La joven asesinada por su pareja iba a ser peluquera
Crimen. Las tres víctimas de este drama fueron veladas juntas y sepultadas ayer
El cadáver del asesino, esposo de la joven y padre del pequeño, también fue inhumado junto al de las víctimas en el Cementerio General. El velatorio de las tres víctimas de este drama familiar se llevó a cabo en una casa sobre la avenida Venancio Burgoa.
René Z., el padre de Cintya, se ha resignado. «Nadie pagará por la muerte de ella y el niño, pues el hombre se suicidó», declaró ayer a La Razón. La muchacha estudiaba peluquería en un instituto y deseaba trabajar en Estados Unidos, tal como lo había hecho su tía.
Ella provenía de una familia cochabambina, aunque hace ocho años fijó su residencia en la ciudad de La Paz, adonde tras el divorcio de sus progenitores se trasladó con su madre. «Yo vi a su esposo cuando se iban a casar, pero nunca me cayó bien», manifestó René Z.
Su hermana, Elizabeth Z., exigió que se aclare la razón de las muertes. En una carta póstuma, Andrés P., albañil de 26 años, dijo que los mató tras descubrir que su esposa le era infiel con un compañero de su instituto (Juan Q.). «Queremos que nos muestre el celular si es que ha visto las llamadas de él (Juan), que nos demuestren si le fue infiel», indicó.
El coronel Hernán Rodríguez, director de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC), informó que el cuerpo de Cintya estaba tirado sobre el piso y una soga le rodeaba el cuello. El cadáver del niño estaba sobre la cama, cubierto por una frazada. El asesino utilizó un banco de madera para golpearlos. La muchacha tenía la cara destrozada por los golpes y uno de sus dientes se había incrustado en la madera.
«Dicen que le pegaba, sé que él le reclamaba por la comida y vestidos que les daba, dicen que encontraron dos cartas que decían que él se suicidó por el engaño de ella, pero no vimos las cartas», señaló Escarlet Z., la otra hermana de Cintya.
Antes del crimen, una inquilina de la casa donde vivía la familia, en villa Nuevo Potosí, contó que cerca a las 23.00 del pasado miércoles escuchó riñas entre ellos, «ya al día siguiente nos sorprendimos al ver los cuerpos». El padre de Cintya dijo que tras disputas, se decidió entregar los objetos personales de su hija a los parientes del asesino.