Sociedad

Sunday 28 Apr 2024 | Actualizado a 11:42 AM

Viajeros padecen incomodidad y robos en la terminal de El Alto

Inseguridad. La FELCC no vigila el lugar, pese a que allí se producen robos a diario

Por La Razón

/ 6 de junio de 2011 / 05:00

La población que llega a la terminal de buses de la ciudad de El Alto, ubicada en la calle Evadidos del Paraguay, se queja de los constantes robos, el congestionamiento de motorizados y la incomodidad que sufre al esperar los buses de transporte interdepartamental.

El promedio de robos que se produce en este lugar es de uno por día, aunque existen jornadas en las que no se reportan hechos delictivos de esa naturaleza, según el mayor Nelson Santander, jefe de la terminal.

Una de las formas habituales de sustracción, alertó la autoridad, es que los ladrones viajen hasta Oruro como pasajeros y aprovechen un descuido de los viajeros para sustraerles sus equipajes y evadirse en cualquier punto.

Para Virginia Condori, una viajera que aguardaba en la terminal alteña, éste es uno de los lugares más peligrosos que ha conocido, ya que en varias oportunidades vio robos a pasajeros o peatones, incluso ella fue víctima en una oportunidad.
«Es difícil estar en este lugar con las maletas o bultos, porque uno se descuida o hacen que se descuide, por eso no hablo a nadie cuando viajo, a no ser que sea conocido».

El jueves 19 de mayo, La Razón recorrió el sector y recibió el testimonio de un robo que se produjo en esos instantes. Un joven de 24 años llegó a la esquina Evadidos del Paraguay y calle 2, dejó dos de sus maletas en la acera y se acercó a una caseta de buses para preguntar pasajes a Santa Cruz.

Apenas dio la vuelta, otro individuo se acercó y levantó una de las maletas y se fue caminando, como si fuese el propietario. La víctima retornó al minuto y advirtió que uno de sus equipajes ya no estaba y gritó: «¡mi maleta!» y le reclamó a una señora que se encontraba cerca por la falta de solidaridad pues ésta «debió de darse cuenta del robo». 

«Sólo di dos pasos para preguntar si había pasajes, me di la vuelta y mi maleta ya no estaba, había dinero ahí, tengo que llegar al Brasil», se quejó después del incidente.

El joven tuvo que buscar ayuda con el varita de Tránsito que se encontraba en la esquina, pues en la terminal alteña no existen policías de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) que cumplan esa labor.

El varita le dijo que tenía que presentar la denuncia en oficinas de la FELCC, pero el afectado protestó por la respuesta pues mientras hiciese lo sugerido podría estar buscando su maleta y, además, tenía otra que cuidar.

En este sitio sólo hay guardias en la noche, pero son privados y contratados por las vendedoras. A partir de las 18.00, tres uniformados de seguridad privada rondan el sitio, pero durante el día nadie vigila.

El congestionamiento vehicular, por el que se quejan no sólo los pasajeros sino también los choferes, vecinos y comerciantes, es agudo en la esquina Evadidos del Paraguay y Bolívar A. En este punto confluyen los buses interdepartamentales, los minibuses que transportan pasajeros de la zona Norte rumbo al Distrito 1 (Villa Dolores) y los taxis que llevan y traen viajeros.
En este punto no existe un varita de manera permanente, sino uno que hace rondas desde la esquina Bolívar B y Héroes del Kilómetro 7, que conduce al aeropuerto, y la esquina Bolívar B y 6 de Marzo. El embotellamiento se extiende a esas tres cuadras.
Tránsito calcula que cada día llegan allí 150 buses. «Hace falta una terminal. Esto es sólo un punto de parada y crea congestionamiento, sobre todo los viernes», sostuvo el jefe de la terminal.

La población debe aguardar la hora de su viaje a la intemperie. «Tenemos que soportar frío, viento, sol, si llueve es peor. Tampoco hay buen trato en las agencias de viaje», se quejó José Montaño Álvarez, quien se dirigía a Potosí.

Sin oficinas policiales ni control
El jefe de Terminal, mayor Nelson Santander, dijo que los robos de maletas, carteras y otro tipo de equipaje son frecuentes. Aclaró que su unidad no los atiende sino los deriva  a la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC), dirección que no tiene oficinas en este espacio de trasbordo.

Proliferan negocios en la parada de buses

Algunos comerciantes dejaron de vender por la falta de espacio

En la terminal de buses alteña, ubicada en la avenida Evadidos del Paraguay, existen tres asociaciones de comerciantes: Luis Espinal, 14 de Abril y Terminal de Buses El Alto, dedicadas a la venta de todo tipo de productos, entre golosinas, pan, comida y café.

Prima Colque, secretaria general de la Asociación Terminal de Buses El Alto, que comercializa golosinas y comidas, sostuvo que en los últimos 10 años se ha duplicado la cantidad de negocios. «Estamos 70 comerciantes, pero en la asociación somos 100, los otros no tienen espacio para vender, por lo que están cesantes y a la espera».

Colque indicó que de manera interna acordaron que los restantes 30 comerciantes trabajarán en la nueva infraestructura cuando ésta se construya.

La venta de estos productos no sólo se la realiza en esta cuadra, entre las calles Bolívar B y calle 2, sino que se extiende a las calles paralelas y transversales en las que se puede encontrar restaurantes, pollerías, cafeterías, quioscos y panaderías.

Los puestos de venta han ocupado las aceras, de modo que los transeúntes y viajeros deben circular por la calzada. La dirigente dijo que se debe impulsar la construcción de la terminal bimodal porque duplicaría sus ventas.

Pasajeros opinan
Vilma Colque
‘Es muy difícil viajar de aquí’
«Es muy difícil viajar desde esta terminal, no hay seguridad, uno no se puede sentar ni moverse para ir a comer. La verdad, hace mucha falta un lugar de donde embarcarnos con toda la comodidad, este lugar ha generado mucho desorden».

Gonzalo Fernández
‘Hay que normar horarios’
«Hay que normar y controlar los horarios, las flotas llegan y salen cuando quieren. Estoy esperando 20 minutos y hasta ahora no aparece, tengo que ir a Potosí. Por otro lado, hay mucho robo, hace frío y nadie controla los precios».

Taxis impiden el tráfico
La cantidad de taxis que ingresa al espacio destinado para el abordaje de buses es incalculable por la constante afluencia. Sólo en una hora se pueden ver al menos 20 motorizados que llevan o recogen pasajeros. Como no existe un lugar destinado al parqueo, lo hacen en medio de los buses. Esto ocasiona que un bus espere detrás del primero y se paralice la circulación de minibuses que transitan por la esquina Bolívar B hacia otras zonas.

Buses se quedan en la vía
Los buses de transporte interdepartamental también contribuyen al congestionamiento. Por ejemplo, en la esquina Evadidos del Paraguay y calle 2, cuando éstos están por emprender el viaje, se quedan estacionados en plena intersección de calles en espera de algunos pasajeros que se han retrasado o que salieron de los motorizados en busca de alimentos. Los choferes argumentan que en esta «terminal» existe poco espacio para el abordaje de viajeros.

Bs 3 por guardar equipaje
Los guardaequipajes son nuevos servicios en este sector de la urbe alteña y proliferan poco a poco. Hace cinco años sólo había uno, que cobraba hasta cinco bolivianos, pero la aparición de otros hizo que rebaje sus precios. Ahora, todos cobran tres bolivianos por guardar los equipajes durante 24 horas. Los usuarios se quejan que si no lo retiran hasta las 22.00, sólo pueden hacerlo al día siguiente y además pagar otros tres bolivianos.

Más y más alojamientos
La cantidad de alojamientos también va en crecimiento en el área destinada a los buses interdepartamentales. Las habitaciones varían en tamaño y precio, las más pequeñas de una sola cama cuestan 15 bolivianos y el doble para dos personas. También hay habitaciones que cuestan entre 25 y 30 bolivianos por persona, porque tienen servicios adicionales, como ducha, baño y televisión por cable en cada cuarto.

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¿EJ en septiembre?

Por La Razón

/ 28 de abril de 2024 / 00:18

Renovadas acciones de amparo y medidas cautelares están paralizando nuevamente y dejan en incertidumbre las Elecciones Judiciales (EJ). Según lo establecido en la ley transitoria, este 5 de mayo debe concluir la fase de preselección de postulantes en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y el TSE anunció que la votación popular sería en septiembre. Hay duda sobre tales plazos.

Desde hace un año, el proceso electoral para renovar el Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional está a la deriva. Según el mandato constitucional, las elecciones debieron realizarse en 2023. Pero políticos y operadores del sistema, en especial del TCP, se encargaron de frenar, congelar y a la postre postergar la elección. Como no se eligieron nuevas autoridades, los actuales magistrados (cuyo mandato ya se cumplió) decidieron autoprorrogarse. Fue como un guion escrito desde el principio para boicotear el proceso.

Como efecto de un bloqueo de caminos realizado en enero, finalmente la bancada oficialista en la Cámara de Diputados viabilizó las truncadas elecciones. Se aprobó entonces una ley de consenso que trazó la ruta, sus fases y los plazos tanto para la preselección a cargo de la ALP como para la votación bajo responsabilidad del TSE. Así, se publicó la convocatoria, se recibieron más de 700 postulaciones, se verificaron requisitos y se resolvieron las inhabilitaciones. Hasta ahí todo conforme a lo previsto.

En medio de la evaluación de méritos, incluida una prueba de conocimientos, varios postulantes inhabilitados por incumplir requisitos activaron demandas en la justicia para la reconsideración de sus casos. Todas esas acciones prosperaron dejando en suspenso el proceso de preselección de postulantes. Y el plazo corre. Luego de calificar los méritos, la Comisión Mixta de la Asamblea debe aprobar su informe, que será la base para la elección, por dos tercios, en sesión plenaria. Queda solo una semana.

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Es evidente que algunos actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha, nuevamente, las elecciones judiciales. Sería desastroso para la institucionalidad en el país en un contexto de alta desconfianza y de crisis. Por ello es sensato que la Comisión Mixta retome el proceso desde mañana. Tampoco sería una buena señal que se amplíen los plazos, ya que ello implica postergar la votación popular (quizás hasta octubre, lo que se superpone con las elecciones primarias).

Todos sabemos que las elecciones judiciales no solucionan la crisis del sistema de administración de justicia, pero al menos implican cumplir la Constitución y evitar que los autoprorrogados continúen degradando aún más el Estado de Derecho con sus decisiones a la carta. Por ello es fundamental que la ALP culmine pronto su trabajo de preselección con voluntad política y madurez democrática. Luego será el turno de la ciudadanía en las urnas. Y seguirá en agenda la cada vez más urgente reforma estructural del sistema.

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Un asunto oscuro

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años

Por La Razón

/ 25 de abril de 2024 / 06:59

La todavía incipiente industria del litio en Bolivia no puede salir de las sombras. Al violento arresto del exministro de Minería y exresponsable de la planta en la región de Lípez en Potosí, Luis Alberto Echazú, se ha sumado, ayer, la muerte del exgerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). El tema se ha politizado y, ahora, judicializado, pero del negocio no hay más que promesas.

Los contornos del caso, la actuación presuntamente arbitraria e irregular de la Fiscalía el lunes, según denuncia del abogado de Echazú, así como las declaraciones de jerarcas y portavoces del ala evista del MAS, hacen pensar en intereses políticos ligados a la sorda pelea por el poder en el partido gobernante antes que en aquellos ligados al efectivo despegue de la industria del litio en el país. El intercambio de acusaciones, con y sin fundamento, en nada ayuda a reactivar el proyecto.

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El tono y el contenido de una “carta abierta” firmada por el exgerente de YLB, Juan Carlos Montenegro, otro de los imputados, antes de morir (incluyendo una última línea en la que pide perdón a sus seres queridos por el “dolor” que les causará “esta mi decisión”), hace pensar en que detrás de la acusación hecha el jueves de la semana pasada por la actual gerente del proyecto y el procurador del Estado, además de la sorprendentemente rápida actuación del Ministerio Público, hay mucho más que la búsqueda de justicia o de castigo a la corrupción.

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años, asunto del cual ni ella ni su antecesor habían dicho nada anteriormente. Al ser conducido a celdas policiales, el exministro, ahora en detención domiciliaria, afirmó que “el Gobierno quiere ocultar tres años y medio” de parálisis en el que debería ser el proyecto más importante del Estado Plurinacional en los últimos años.

Coincidiendo con la denuncia de YLB contra exfuncionarios de la institución, el mismo día, el Presidente del Estado acusó a “potencias mundiales” y un “país vecino” de pretender controlar los recursos naturales del país, especialmente el litio, bloqueando las exportaciones y excluyendo a Bolivia en procesos estratégicos de comunicación. A la luz de lo sucedido en los últimos años, es evidente que el principal obstáculo está en el Estado y no fuera de las fronteras.

Mientras Chile se abre a las inversiones de riesgo compartido y se propone recuperar el sitial de primer exportador de litio en el mundo en los próximos dos años, y el presidente de Argentina busca entregar las reservas de su país a las transnacionales del sector, Bolivia todavía no ha mostrado cuál es su estrategia de industrialización y comercialización del preciado mineral, al extremo que ni siquiera ha transparentado los acuerdos (no contratos) que tiene con empresas chinas y rusas. Así, es imposible tener optimismo en el futuro del litio.

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Ley ‘antihombres’

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta.

Por La Razón

/ 21 de abril de 2024 / 00:27

La penosa declaración del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, en sentido de que la Ley 348 es una ley “antihombres” (sic), puso en agenda la cuestión irresuelta de la violencia contra las mujeres. Rodríguez recibió fuertes críticas, pero también adhesiones. Lo preocupante es que fomenta a grupos antiderechos y pone en riesgo una norma que protege a las mujeres.

 La ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia (Ley 348) fue promulgada por el presidente Morales en marzo de 2013. Su objeto es establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y sanción a los agresores. Se trata de una ley avanzada, resultado de muchos años de lucha de las mujeres por sus derechos en una sociedad patriarcal y machista como la boliviana.

En 11 años de vigencia, la Ley 348 permitió el registro de centenas de miles de denuncias de violencia contra mujeres en el país. Según datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, el año pasado hubo casi 52.000 denuncias. Los casos de violencia familiar o doméstica, que son la mayoría, se incrementaron en 193% entre 2013 y 2023. Cada día, en promedio, hay 142 denuncias de violencia contra mujeres, 30 agresiones sexuales, 104 embarazos de niñas y adolescentes. En 2023 se registraron 81 feminicidios.

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta. Por ello son deplorables afirmaciones tan ligeras como que la Ley 348 es una “ley antihombres” o, peor, que “la violencia no tiene género”. Si bien existen acusaciones falsas contra hombres, e incluso detenciones arbitrarias presumiendo culpabilidad, ello no atenúa ni menos niega la abrumadora evidencia de que las mujeres son las victimas sistemáticas de actos de violencia en todas sus formas.

En su capítulo de derechos fundamentales, la Constitución señala con claridad que “todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual y psicológica”. Y establece que el Estado tiene la obligación de adoptar las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género.

Con ese mandato constitucional, la Ley 348 define mecanismos para proteger a las mujeres. Y traza la ruta para la denuncia, persecución y sanción penal de los agresores.

Es evidente que se requiere una reforma normativa y hay valiosas propuestas para el efecto. Pero sobre todo fallan los operadores del sistema judicial. Claro que debe evitarse que haya hombres inocentes en prisión, pero sobre todo que los feminicidas y violentos estén libres. Las polémicas palabras del presidente del Senado tendrían que servir para debatir el tema, mejorar la ley, garantizar en serio para las mujeres una vida libre de violencia y frenar las muy peligrosas campañas antiderechos.

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Un vecino conflictivo

El gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo

Por La Razón

/ 18 de abril de 2024 / 07:06

Días atrás, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, informó que había decidido reforzar la seguridad en la frontera con Bolivia debido a la supuesta presencia de cientos de militares iraníes en el país. La respuesta de la Cancillería boliviana fue tan rápida como mesurada, en evidente contraste con el tono que está adoptando el gobierno de Javier Milei.

Desde el inicio, la presidencia de Javier Milei ha sido notable no solo por sus políticas internas de shock, sino también por su manejo de las relaciones internacionales, especialmente con países latinoamericanos de gobiernos considerados izquierdistas. Sus controversiales interacciones con líderes regionales han generado un amplio debate sobre las estrategias diplomáticas y sus implicaciones tanto a nivel regional como doméstico.

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Primero, el intercambio de insultos con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, provocó una rápida escalada de tensiones que afortunadamente no pasaron a más. Milei respondió a las críticas de López Obrador, quien había tildado a Milei de “facho conservador”, con términos igualmente duros, exacerbando las fricciones bilaterales. Este tipo de diplomacia de confrontación no solo socava las relaciones tradicionalmente cordiales entre Argentina y México, sino que también plantea preguntas sobre la estabilidad regional.

Por otra parte, las relaciones con Colombia se tensaron significativamente después de que Milei llamara al presidente Gustavo Petro «comunista asesino». Esta declaración provocó una pronta respuesta diplomática de Colombia, incluyendo el llamado de su embajador en Buenos Aires, lo cual subraya la seriedad del conflicto y el impacto en las relaciones diplomáticas; por ahora las relaciones entre ambos países están normalizándose y los respectivos embajadores han regresado a sus funciones.

Asimismo, la afirmación de la ministra Bullrich sobre la presunta presencia de militares iraníes en Bolivia añadió más leña al fuego, mostrando una tendencia hacia declaraciones provocativas que pueden tener serias repercusiones diplomáticas y de seguridad. Algo similar había ocurrido poco antes, cuando el presidente Milei afirmó que el gobierno de Chile iba a llevar a ese país a la pobreza por adoptar políticas socialistas. En ambos casos la respuesta fue pronta, mesurada y contundente.

En el frente interno, estas controversias internacionales parecen servir como una cortina de humo para desviar la atención de los problemas económicos graves que enfrenta Argentina, como la inflación y el estancamiento económico. Al centrarse en conflictos externos, el gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo, mientras posterga o minimiza la discusión sobre la necesidad de reformas económicas internas profundas.

Es posible que las tácticas de confrontación de Milei tengan un atractivo político inmediato entre ciertos sectores en Argentina que le son afines, pero los riesgos asociados a alienar a países vecinos y potenciales socios comerciales son altos, especialmente en el mediano y largo plazos, cuando el polémico mandatario ya no esté en funciones.

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Los medios en cuestión

Por La Razón

/ 14 de abril de 2024 / 00:20

El reciente estudio Delphi de la Fundación Friedrich Ebert (FES-Bolivia), realizado con líderes de todo el país, revela datos delicados respecto a los medios de comunicación y su desempeño. Además de una baja confianza, se percibe a los medios como promotores del conflicto y como actores políticos que informan en función a su agenda e intereses. La evaluación es crítica.

Hubo un tiempo en que los medios de comunicación y periodistas, en general, estaban en la cima de la confianza ciudadana. Junto con la Iglesia Católica, tenían muy alta legitimidad. Hoy es diferente: en la Delphi de la FES, solo el 7% tiene una confianza alta o muy alta en los medios. Para el 39% es regular. Y un mayoritario 54% confía poco o nada. Estos datos debieran preocuparnos. Si bien estamos mejor que otras entidades, la confianza es un bien preciado que los medios debemos recuperar y preservar.

En un contexto en que los medios digitales y las redes sociales tienden a desplazar a los medios de comunicación tradicionales como principal fuente de información, es necesario hacer un examen acerca de nuestro desempeño. ¿Cómo nos evalúan los líderes? Más de dos tercios, nada menos, sostienen que los medios informan en función a su propia agenda e intereses. Si sumamos el 13,5% que nos perciben como manipuladores, el saldo es muy negativo. Solo un marginal 7% cree que los medios informan con veracidad.

La baja confianza en los medios y la percepción de que informan más pensando en ellos mismos que en la sociedad, quizás se explican, entre otros factores, porque varios operadores mediáticos están polarizados y alientan la polarización. Lo vimos como tragedia en la crisis de 2019, cuando algunos medios y periodistas avalaron y hasta justificaron las masacres. Ello se reafirma en la Delphi: 86% de los líderes consultados sostienen que los medios promueven enfrentamientos y conflictos en el país.

Por si fuera poco, en estas percepciones reveladoras de la situación del campo mediático en Bolivia, casi nueve de cada 10 participantes en el estudio de la FES están de acuerdo con la afirmación de que los medios actúan como si fuesen actores políticos. Es tremendo. Para los liderazgos, la esencia de los medios se está perdiendo. En su balance, varios medios y periodistas están más cerca de la acción política que de la labor informativa. Eso, por supuesto, va en desmedro del periodismo.

Los estudios de percepción cualitativa y de opinión pública expresan tendencias generales en momentos determinados. Son útiles para la reflexión y el análisis. Y contribuyen a la autocrítica. Pero hay diferencias. Más allá de las percepciones aquí descritas, es meritorio el trabajo de medios que persisten en el empeño de cuidar y cultivar cada día los derechos a la comunicación e información. Como diario nos situamos en ese camino reafirmando nuestro compromiso con el libre ejercicio del oficio periodístico.

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