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Viajeros padecen incomodidad y robos en la terminal de El Alto

La población que llega a la terminal de buses de la ciudad de El Alto, ubicada en la calle Evadidos del Paraguay, se queja de los constantes robos, el congestionamiento de motorizados y la incomodidad que sufre al esperar los buses de transporte interdepartamental.

El promedio de robos que se produce en este lugar es de uno por día, aunque existen jornadas en las que no se reportan hechos delictivos de esa naturaleza, según el mayor Nelson Santander, jefe de la terminal.

Una de las formas habituales de sustracción, alertó la autoridad, es que los ladrones viajen hasta Oruro como pasajeros y aprovechen un descuido de los viajeros para sustraerles sus equipajes y evadirse en cualquier punto.

Para Virginia Condori, una viajera que aguardaba en la terminal alteña, éste es uno de los lugares más peligrosos que ha conocido, ya que en varias oportunidades vio robos a pasajeros o peatones, incluso ella fue víctima en una oportunidad.
«Es difícil estar en este lugar con las maletas o bultos, porque uno se descuida o hacen que se descuide, por eso no hablo a nadie cuando viajo, a no ser que sea conocido».

El jueves 19 de mayo, La Razón recorrió el sector y recibió el testimonio de un robo que se produjo en esos instantes. Un joven de 24 años llegó a la esquina Evadidos del Paraguay y calle 2, dejó dos de sus maletas en la acera y se acercó a una caseta de buses para preguntar pasajes a Santa Cruz.

Apenas dio la vuelta, otro individuo se acercó y levantó una de las maletas y se fue caminando, como si fuese el propietario. La víctima retornó al minuto y advirtió que uno de sus equipajes ya no estaba y gritó: «¡mi maleta!» y le reclamó a una señora que se encontraba cerca por la falta de solidaridad pues ésta «debió de darse cuenta del robo». 

«Sólo di dos pasos para preguntar si había pasajes, me di la vuelta y mi maleta ya no estaba, había dinero ahí, tengo que llegar al Brasil», se quejó después del incidente.

El joven tuvo que buscar ayuda con el varita de Tránsito que se encontraba en la esquina, pues en la terminal alteña no existen policías de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) que cumplan esa labor.

El varita le dijo que tenía que presentar la denuncia en oficinas de la FELCC, pero el afectado protestó por la respuesta pues mientras hiciese lo sugerido podría estar buscando su maleta y, además, tenía otra que cuidar.

En este sitio sólo hay guardias en la noche, pero son privados y contratados por las vendedoras. A partir de las 18.00, tres uniformados de seguridad privada rondan el sitio, pero durante el día nadie vigila.

El congestionamiento vehicular, por el que se quejan no sólo los pasajeros sino también los choferes, vecinos y comerciantes, es agudo en la esquina Evadidos del Paraguay y Bolívar A. En este punto confluyen los buses interdepartamentales, los minibuses que transportan pasajeros de la zona Norte rumbo al Distrito 1 (Villa Dolores) y los taxis que llevan y traen viajeros.
En este punto no existe un varita de manera permanente, sino uno que hace rondas desde la esquina Bolívar B y Héroes del Kilómetro 7, que conduce al aeropuerto, y la esquina Bolívar B y 6 de Marzo. El embotellamiento se extiende a esas tres cuadras.
Tránsito calcula que cada día llegan allí 150 buses. «Hace falta una terminal. Esto es sólo un punto de parada y crea congestionamiento, sobre todo los viernes», sostuvo el jefe de la terminal.

La población debe aguardar la hora de su viaje a la intemperie. «Tenemos que soportar frío, viento, sol, si llueve es peor. Tampoco hay buen trato en las agencias de viaje», se quejó José Montaño Álvarez, quien se dirigía a Potosí.

Sin oficinas policiales ni control
El jefe de Terminal, mayor Nelson Santander, dijo que los robos de maletas, carteras y otro tipo de equipaje son frecuentes. Aclaró que su unidad no los atiende sino los deriva  a la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC), dirección que no tiene oficinas en este espacio de trasbordo.

Proliferan negocios en la parada de buses

Algunos comerciantes dejaron de vender por la falta de espacio

En la terminal de buses alteña, ubicada en la avenida Evadidos del Paraguay, existen tres asociaciones de comerciantes: Luis Espinal, 14 de Abril y Terminal de Buses El Alto, dedicadas a la venta de todo tipo de productos, entre golosinas, pan, comida y café.

Prima Colque, secretaria general de la Asociación Terminal de Buses El Alto, que comercializa golosinas y comidas, sostuvo que en los últimos 10 años se ha duplicado la cantidad de negocios. «Estamos 70 comerciantes, pero en la asociación somos 100, los otros no tienen espacio para vender, por lo que están cesantes y a la espera».

Colque indicó que de manera interna acordaron que los restantes 30 comerciantes trabajarán en la nueva infraestructura cuando ésta se construya.

La venta de estos productos no sólo se la realiza en esta cuadra, entre las calles Bolívar B y calle 2, sino que se extiende a las calles paralelas y transversales en las que se puede encontrar restaurantes, pollerías, cafeterías, quioscos y panaderías.

Los puestos de venta han ocupado las aceras, de modo que los transeúntes y viajeros deben circular por la calzada. La dirigente dijo que se debe impulsar la construcción de la terminal bimodal porque duplicaría sus ventas.

Pasajeros opinan
Vilma Colque
‘Es muy difícil viajar de aquí’
«Es muy difícil viajar desde esta terminal, no hay seguridad, uno no se puede sentar ni moverse para ir a comer. La verdad, hace mucha falta un lugar de donde embarcarnos con toda la comodidad, este lugar ha generado mucho desorden».

Gonzalo Fernández
‘Hay que normar horarios’
«Hay que normar y controlar los horarios, las flotas llegan y salen cuando quieren. Estoy esperando 20 minutos y hasta ahora no aparece, tengo que ir a Potosí. Por otro lado, hay mucho robo, hace frío y nadie controla los precios».

Taxis impiden el tráfico
La cantidad de taxis que ingresa al espacio destinado para el abordaje de buses es incalculable por la constante afluencia. Sólo en una hora se pueden ver al menos 20 motorizados que llevan o recogen pasajeros. Como no existe un lugar destinado al parqueo, lo hacen en medio de los buses. Esto ocasiona que un bus espere detrás del primero y se paralice la circulación de minibuses que transitan por la esquina Bolívar B hacia otras zonas.

Buses se quedan en la vía
Los buses de transporte interdepartamental también contribuyen al congestionamiento. Por ejemplo, en la esquina Evadidos del Paraguay y calle 2, cuando éstos están por emprender el viaje, se quedan estacionados en plena intersección de calles en espera de algunos pasajeros que se han retrasado o que salieron de los motorizados en busca de alimentos. Los choferes argumentan que en esta «terminal» existe poco espacio para el abordaje de viajeros.

Bs 3 por guardar equipaje
Los guardaequipajes son nuevos servicios en este sector de la urbe alteña y proliferan poco a poco. Hace cinco años sólo había uno, que cobraba hasta cinco bolivianos, pero la aparición de otros hizo que rebaje sus precios. Ahora, todos cobran tres bolivianos por guardar los equipajes durante 24 horas. Los usuarios se quejan que si no lo retiran hasta las 22.00, sólo pueden hacerlo al día siguiente y además pagar otros tres bolivianos.

Más y más alojamientos
La cantidad de alojamientos también va en crecimiento en el área destinada a los buses interdepartamentales. Las habitaciones varían en tamaño y precio, las más pequeñas de una sola cama cuestan 15 bolivianos y el doble para dos personas. También hay habitaciones que cuestan entre 25 y 30 bolivianos por persona, porque tienen servicios adicionales, como ducha, baño y televisión por cable en cada cuarto.