Meylin Vega, directora del Centro de Vigilancia de VIH-SIDA y Control Sanitario del Sedes La Paz, informó a La Razón que se decomisaron más de 25 botiquines que se encontraban dentro de los buses de las flotas Bolívar, Urus y Cosmos, entre otras.
«Revisamos las flotas que salían y estaban llegando, aproximadamente como unos 50 buses. Todas han tenido algún problema, se encontraron botiquines con elementos contaminados y con muy poca higiene», dijo Vega.
Se decomisaron yodo y alcohol cuyas fechas de vencimiento correspondían a las gestiones 2009 y 2010; en otros casos, éstos se vaciaron y contaminaron el algodón, la gasa y las pastillas, «se formó una maceración y estaba todo oxidado», dijo la directora sanitaria.
También se decomisaron aspirinas, ibuprofeno (antiinflamatorios) y paracetamol (analgésico), cuyo año de vencimiento incluso data del 2005.
«Estamos realizando controles sorpresa en distintos puntos de la ciudad. Trancas y terminales serán permanentemente supervisadas y a cualquier hora, porque se supone que (las flotas) brindan servicio público y no estarían cumpliendo las normas establecidas en el Código de Salud», precisó la autoridad.
Placas. El coronel Victorino Tórrez, comandante de la Patrulla Caminera, informó a su vez que a más de 30 buses se les entregó una boleta de infracción por incumplir al Reglamento de Tránsito en vigencia.
«Nosotros vigilamos que el vehículo esté en buen estado, tanto el sistema eléctrico como el mecánico , pero existieron algunos (buses) que incumplieron», dijo Tórrez.
También se encontraron buses que tenían placas falsas. Los conductores de las flotas alegaron en su defensa que las verdaderas habían sido robadas, por lo que estaban haciendo uso de otras no autorizadas.
«Cuando se pierde una placa, el conductor tiene la obligación de denunciar al Organismo Operativo de Tránsito o Diprove y pedir autorización a la Alcaldía para que se haga hacer una nueva placa en un taller». Si el chofer no lo hace, comete una infracción a las normas de Tránsito en vigencia, recalcó.