«Calculo que dentro de un mes estará habilitado el paso vehicular por los costados (de la construcción), porque ahora las vigas (de concreto) están puestas en el suelo», explicó el director de Obras, Álex Calle. La obra comenzó el 3 de marzo del 2010, fecha en la que la empresa Chaco, que construye el puente, cerró la circulación vehicular por la carretera a Viacha.
Todo el tráfico fue desviado, desde entonces, por la avenida A Tiwanaku, que forma una especie de triángulo con la carretera principal y la avenida Bolivia, que va a Villa Adela. La avenida A Tiwanaku es de seis carriles con jardineras centrales, pero sólo tiene habilitados dos carriles, uno para ida y otro para regreso.
En el sentido de ida, dos carriles son intransitables, porque están con huecos y ocupados por maquinaria de los cerrajeros. En el de regreso, dos carriles están cerrados por pilas de ladrillos y por los camiones que los transportan.
El único carril disponible para ingresar a Villa Adela es de tierra y con profundas ondulaciones. Al empalmar con la avenida Bolivia se convierte en una parada de transporte público, comentó el varita de tránsito Abdón Arancibia. Y esto provoca inmensas filas de motorizados que se prolongan hasta la carretera a Viacha.
Tal es el atolladero, que varias líneas de minibuses optan por desviarse cuatro cuadras antes y otros anuncian en la Ceja que irán «directo» a Villa Adela por la avenida Estructurante.
Hace una semana, según los vecinos, la comuna comenzó a habilitar dos carriles más en la avenida A Tiwanaku, pero el trabajo está abandonado sin concluir y ambas vías cerradas por promontorios de tierra.
El paso a desnivel se construye en dos fases. La primera, que comenzó el 3 de marzo del pasado año, tiene un 80 por ciento de avance, según Álex Calle. En el momento, la empresa Chaco tiende las vigas de concreto de 26,40 metros sobre los estribos y pilas centrales del primer tramo.
En total son 24 vigas, pero las 16 restantes se colocarán de aquí a dos semanas, porque aún las pilas centrales de los otros dos tramos no fraguaron lo suficiente, explicó Calle.
Esta demora se debe a que la empresa Electropaz tardó seis meses en retirar un poste ubicado en esa área, lo que paralizó la construcción del puente durante tres meses, informó el supervisor de obra, Keny Durán.
Calle estima que en un mes se terminarán de tender las 24 vigas de concreto, lo que permitirá despejar la carretera a Viacha en el costado derecho, en sentido de ida, para habilitar el paso vehicular.
La primera fase de la obra, que comprende sólo el puente de 79,2 metros de largo por 17,40 de ancho, con cuatro carriles y un separador de concreto en el centro, será concluido en septiembre. La segunda, en marzo del 2012, y abarca las rampas de acceso, una rotonda y jardineras.
La primera fase tiene un costo de 11,1 millones de bolivianos.
La obra en el cruce a Villa Adela
-La construcción consta de dos fases. La primera comenzó en marzo del 2010 y se prevé que concluya en septiembre de este año. Actualmente tiene un avance del 80 por ciento.
-Se trata de un paso a desnivel que incluye un puente de 79,2 metros de largo con un ancho de 17,4 metros. Comprende cuatro carriles con un separador central de concreto de 1,5 metros de alto.
Canal pluvial lleva basura
A un costado de la construcción del paso a desnivel Cruce Villa Adela existe un canal abierto que contiene aguas negras estancadas y malolientes y basura domiciliaria. Pero según el residente de obra, Keny Durán, se trata de un ducto pluvial.
El mismo técnico explicó la razón para que el canal pluvial se asemeje a un botadero o a un alcantarillado sanitario: «Hay conexiones clandestinas de algunas empresas y domicilios. Cuando es época de lluvias, arrastra material sanitario. Cuando llueve, se puede ver lo que realmente trae».
El primer trabajo que se realizó para la construcción del paso a desnivel fue la construcción de un alcantarillado pluvial de 2 metros de ancho por 2,5 metros de alto, ubicado 4 metros por debajo del nivel de la avenida. Además, la empresa trasladó el alcantarillado sanitario del lado derecho, en sentido de ida, al izquierdo.
La nueva bóveda aún no fue habilitada, razón por la que se abrió un canal de tierra de unos dos metros de ancho y dos de profundidad, para que fluyan las aguas de la lluvia. Pero allí se ven las bolsas de basura tiradas y las aguas negras estancadas.
Los promontorios de tierra que quedaron en los costados del canal son usados por la gente como mingitorio público, según constató La Razón. En un mes será cerrado ese ducto, pues por allí se habilitará el paso vehicular para descongestionar el tráfico vehicular.