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Implantan un marcapasos a una niña recién nacida

Fue operada al día siguiente de venir al mundo. Cuando su madre, embarazada de gemelos, estaba en su 32 semana de gestación, a la niña le fue diagnosticado un bloqueo auroventricular completo con bradicardia: su corazón latía demasiado lento para vivir.

Esta enfermedad le resultaría incompatible con el crecimiento y con la vida, por lo que los médicos del hospital Virgen de las Nieves de Granada tuvieron que implantarle un marcapasos nada más nacer para que su corazón latiera a un ritmo de entre 100 y 120 latidos por minuto frente a los 35  en el útero materno.

La niña fue intervenida hace una semana y será dada de alta dentro de unos días, «cuando gane unos kilitos más», según el doctor Abdo Abdallah, presente durante la operación, que califica de «alto riesgo», al tratarse de un bebé de tan pocas horas de vida y de apenas un kilo y medio de peso.

Para llevar a cabo la implantación del marcapasos, el equipo médico formado por el doctor Salvador López-Checa, jefe del Servicio cardiovascular, y el doctor Abdo Abdallah, cirujano cardiovascular responsable de cirugía de arritmias, provocó el parto por cesárea, lo que permitió la intervención quirúrgica en cuanto fue posible: a las 24 horas de nacer. La operación duró 50 minutos «muy tensos», según Abadía.

Del corazón de este bebé sale un cable, que termina en una batería alojada bajo la grasa del abdomen. Cuando el grosor de las venas sea mayor, se podrá meter el cable por vía intravenosa.