Sociedad

Friday 4 Oct 2024 | Actualizado a 17:36 PM

Pequeñas batallas se libraron en la plaza Murillo

Católicos lanzaron arengas en defensa de su credo. Evo Morales no asistió al Te Deum

Por La Razón

/ 17 de julio de 2011 / 05:00

En los últimos años, un tema alimenta su preocupación: cada vez menos gente asiste a la misa católica y participa en la procesión del 16 de julio.

Ayer fue otro día que aumentó la inquietud de la longeva portaestandarte de la Congregación del Carmen. «Antes, toda la sociedad paceña venía. Antes, los actos eran más solemnes, habían 21 cañonazos en la plaza. Hoy, lo político se mezcla con lo religioso, y perjudica. Nos estamos dividiendo».

Y es que durante toda la mañana, una serie de diplomáticas batallas de poder se libraron en la plaza Murillo entre autoridades gubernamentales, departamentales y municipales, así como entre católicos, protestantes y amautas y hasta entre advocaciones de la Virgen María. 

Round uno. El ajetreo invadió a la plaza Murillo desde la madrugada, con los barrenderos que retiraron la basura dejada por el desfile de teas del día anterior. A las 07.00, el sitio estaba listo para recibir a las tropas de militares y policías, así como a las bandas que acompañaron las variopintas ofrendas florales a los pies de la estatua de Pedro Domingo Murillo.

El gobernador César Cocarico y el alcalde Luis Revilla lucían sonrisas que parecían haber dejado atrás los encontronazos previos. Mientras, un miembro de la seguridad gubernamental caminaba nervioso cerca de ellos. «¿Sólo va a ingresar Cocarico a invitar al Presidente?, también tiene que hacerlo Revilla. Hay que consultarle al (Fernando) Huanacuni (jefe de Ceremonial de la Cancillería). No puede entrar uno nomás», le espetó a una mujer.

Tras sacarle el jugo a su intercomunicador, dio la orden. Una persona se acercó a ambas autoridades y éstas entraron al Palacio de Gobierno. Bordeaba las 08.50. Diez minutos más tarde, aparecieron flanqueando a Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera, junto con el gabinete de ministros. Cuatro de las 28 banderas de la plaza estaban reservadas para ser izadas por los mandatarios.

La bandera mayor, la tricolor, fue izada por el Presidente. La wiphala, por García Linera. Y las dos rojo punzó y verde esmeralda, por Revilla y un Cocarico que desapareció del mapa durante el Himno Nacional porque el pabellón presidencial le cubría todo el cuerpo. «Evo, no lo cubras pues al Coca», «Evo, queremos Coca», gritaban en la parte baja unos bromistas.

Ese momento, un grupo de amautas y mujeres de pollera apareció corriendo por entre las calles Ingavi y Bolívar. Se instalaron en la plaza, bajo la efigie de la musa de Verano y sacaron de sus aguayos una serie de artilugios: saumerios, coca, incienso. A eso de las 9.20, cuando los mandatarios prendían la tea que simboliza la de Murillo, ellos prendían sus saumerios.

Round dos. Allí se había instalado un espacio para la ceremonia interreligiosa preparada bajo el paraguas del Estado laico instituido por la Constitución. Un toldo fue armado para recibir a las autoridades junto a un estrado de madera que serviría de púlpito y una banca ocupada por un organista de la iglesia metodista. Adelante, una mesa con un crucifijo y una Biblia abierta.
Amautas, metodistas, luteranos, pentecostales, presbiterianos, bautistas, evangélicos… todos tomaron la palabra y cantaron.

La ceremonia se cumplía según el programa elaborado por la Cancillería, hasta que el representante de la Iglesia Católica, Ramón Heredia, inició la oración del Padre Nuestro (algo que estaba destinado al líder de la iglesia luterana), y luego desapareció del sitio.

Al momento de los «jallallas», Evo y García Linera eran los más entusiastas. A la hora de persignarse, sólo el Vicepresidente eludió la señal de la cruz. Eso sí, el abrazo de paz dio pie a la integración de líderes nacionales, departamentales y municipales, en medio de una humareda provocada por los inciensos, que  derivó en la discusión entre los amautas y una pareja de ancianas que tosía molesta. «En las misas no hay inciensos», gritó una.

Dos fotógrafos aprovecharon para sacar fotos del Presidente en la ceremonia y venderlas por Bs 10. «Dos por 15, si son campesinos», recomendaba uno. Quizá contagiados por la iniciativa, miembros del equipo de seguridad comenzaron a fotografiar a los periodistas.

A las 10.10, la comitiva gubernamental lideró la marcha de las guarniciones policiales y militares y se instaló en el palco de la acera del Palacio de Gobierno. En la plaza cundía la desinformación. «¿Va a haber misa?», preguntaban.

Ya a las 09.50, una  enorme pantalla LED estaba lista para transmitir el saludo y felicitación del alcalde del Ayuntamiento de Bonn (Alemania), Jürgen Nimptsch, por la celebración juliana cuando empezaron a sonar bombos, platillos y trompetas. Sin esperar a que finalice el contacto con la autoridad germana, las fuerzas militares desfilaban ante el palco presidencial, dejando escuchar apenas, entre marcha y marcha, algunas ininteligibles palabras en alemán y español.

Round tres. La columna de honor finalmente no fue para la Virgen del Carmen, que estaba dentro de la Catedral. Poco importó que días antes haya recibido el reconocimiento de patrimonio material e inmaterial, histórico y religioso de La Paz; que haya sido enjuiciada por la Corona Española y mantenida presa por su «colaboración» a la gesta libertaria de 1809, o que desde el 11 de octubre de 1948 llevase el rótulo de «Generala y Patrona de las Fuerzas Armadas de la Nación». A las 10.18, sólo el Alcalde de La Paz dejó el palco para asistir a la misa en la Catedral Metropolitana, donde se reunió con subalcaldes y miembros del Concejo.

Para las 10.20, el templo tenía poco menos de la mitad de los asientos ocupados. El espacio reservado para las autoridades de gobierno, ante su ausencia, paulatinamente fue destinado a funcionarios ediles, primero, y ciudadanos de a pie, después. A los lados del altar, devotas de velo contemplaban la imagen y seguían la ceremonia. «No importa que hoy seamos pocos en la Catedral, la gente está detenida allá con otra actividad. Pero nosotros decimos: ‘Dios es primero’. No las dejan tal vez entrar o venir aquí, pero los que estamos, queremos pedirle a  Dios que se apiade de la inmensa mayoría de nuestro pueblo que es creyente y cristiana,  muchos somos católicos», casi se quejó el monseñor Edmundo Abastoflor, arzobispo de La Paz.

Tampoco asistieron los devotos policiales de la patrona del Carmen. La banda ingresó al templo a eso de las 11.05 y, tras unos minutos, volvió a salir para esperar a la imagen frente al atrio de la iglesia. Las dos puertas de la Catedral se abrieron de par en par recién a las 11.08. La columna de honor se había disipado. Morales y su séquito entraron en el palacio. Cuando los periodistas preguntaron por ellos, un efectivo de seguridad hizo señas de que estaban comiendo. Fue entonces que la  gente entró en masa a la iglesia.

Round cuatro.  Con un velo sobre la cabeza, Ana María Lozada, de 67 años, se inclinaba apenas mientras musitaba «gracias, mamita, gracias». Ella llevaba más de 10 años asistiendo a la misa para agradecerle a la Virgen por sanar a su hijo.

Terminada la eucaristía, partió la procesión de la Virgen del Carmen mientras los fieles repartían afiches con su imagen. «Son nuevos, le sacamos la foto hace dos días. Está hermosa, ¿no?», sonreía el cófrade Álvaro Ferreira. Al salir del templo, una voz salió de la muchedumbre: «¡Un aplauso para la Virgen del Carmen!». La arenga recibió respuesta. Cuando la procesión pasó por el Palacio de Gobierno,  ya no había ninguna autoridad estatal, la tarima se había recogido. Morales tenía un acto en el Palacio de Comunicaciones.

«¡Viva Bolivia Católica!», se oía. La Virgen continuó su camino de retorno hacia la iglesia del Carmen, donde acababa de celebrarse, rápidamente, una boda con mariachis.

El camino no fue fácil. La corona de la imagen se enredó con un cable en la calle Yanacocha. Y al llegar a la Colón, una morenada estaba presta a bailar. «¡Un momento! ¡No es la Virgen de Copacabana, es la del Carmen!», gritó alguien. Los bailarines eran de una preste celebrada en la Cámara de Diputados. A los cinco minutos de que la imagen del Carmen retornó a su templo, la de la mamita de Copacabana pasó en procesión. 

Round cinco. A las 12.35, la mayoría de los asistentes al banquete en el hotel Torino llevaron la mirada hacia  la puerta de entrada: llegaba Luis Revilla. Hasta el último momento había estado en duda la participación del Alcalde paceño en la fiesta del gobernador César Cocarico.

La llegada de las autoridades  al hotel Torino empezó a eso de las 11.30. Uno de los primeros en ingresar fue el Gobernador. Después llegó Nardi Suxo y la mayoría de los ministros del Estado Plurinacional. Y cuando fue el turno del presidente Evo Morales, el auditorio se puso de pie y aplaudió su ingreso.

Tras saludar, Morales habló con el alcalde cochabambino, Edwin Castellanos, quien ocupó, por un momento, el sillón destinado a Revilla. Así que cuando entró Revilla, disimuladamente, Castellanos tuvo que cambiarse hacia su derecha.

Se sirvieron dos platos: chairo y plato paceño, ambos servidos en ollas de barro. El acto acabó después de las 14.00. Y uno de los primeros en salir fue el alcalde Revilla, después de bailar con la Señorita La Paz.

El Concejo Municipal condecoró a 24 paceños

El momento más emotivo lo vivió un vendedor con parálisis cerebral infantil

Veinticuatro personalidades fueron condecoradas por el Concejo Municipal de La Paz durante la sesión de honor que se realizó el sábado en el Teatro Municipal «Alberto Saavedra Pérez».

La presidenta del Concejo, Gabriela Niño de Guzmán, dio inicio al acto. Hizo una evaluación histórica de los hechos de julio de 1809 y enfatizó en el Plan Revolucionario de los protomártires. «La Paz mantiene su espíritu de lucha e insiste en un trato más justo por parte del aparato estatal», dijo en su discurso.

El evento tuvo momentos emotivos. Por ejemplo, cuando subió a recibir su medalla Leandro Limachi Macías, un vendedor de chicles con parálisis cerebral infantil. Hubo aplausos y lágrimas al ver la dificultad y la alegría con la que se movía el comerciante.

Al momento de recibir su medalla, el grupo Veneno escuchó el pedido de sus fanáticos que gritaron «que canten». En tanto que, a los cuatro representantes del Movimiento Cultural Saya Afroboliviana, les pidieron que bailen. Ambos solamente sonrieron al pedido de los asistentes.

El alcalde Luis Revilla brindó un balance de su gestión y manifestó que la comuna está en procura de transformar a La Paz mediante la atención a las zonas más alejadas de la urbe.

Poco antes de finalizar la sesión, los concejales presentaron un video en el que éstos bailan muy emocionados kullawada.

Anécdotas de la jornada

La calle La Paz, en la ciudad de Santa Cruz, recibió a los paceños en una verbena la noche del viernes.

En el almuerzo del gobernador Cocarico hubo más de 150 invitados. El control fue riguroso.

El grupo K’achas amenizó la comida. «Alcalde, primera vez sacando viruta al piso», le dijeron a Revilla.También hubo belleza: asistieron la Señorita La Paz, la Señorita Illimani y la representante de Chuquisaca.

En toda la mañana, Luis Revilla charló más con García Linera, quien mandaba constantes mensajes de texto.

 

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laRazón: nuevo ciclo

Por La Razón

/ 31 de agosto de 2024 / 07:50

Desde nuestro nacimiento hace 34 años, hemos recorrido un camino de crecimiento y consolidación, destacándonos como un diario nacional líder y de referencia. Ha sido un andar fecundo, con desafíos y aprendizajes, marcado por un periodismo honesto y responsable. Como toda empresa que opera en un entorno económico cambiante, llega un momento en el que se deben tomar decisiones estratégicas para garantizar su sostenibilidad y permanencia. A partir del 1 de septiembre, iniciamos un nuevo ciclo como medio digital. Es una decisión necesaria para asegurar nuestra continuidad y relevancia.

Hemos analizado en profundidad este nuevo rumbo desde hace algún tiempo, proyectando escenarios futuros, pero sobre todo ponderando el hecho que un periódico es ineludiblemente una empresa y debe regirse por los códigos de un manejo responsable y sostenible. En ese sentido, estamos impulsando un modelo de negocio diferente al anterior.

La actual crisis económica boliviana, con su impacto en los flujos de divisas y en nuestra logística operativa, particularmente en la importación de materia prima, y la reconfiguración de la inversión del mercado publicitario, ha motivado el cambio: a partir de septiembre La Razón no tendrá una versión en papel y trasladaremos nuestras ediciones al «papel digital», concentrando nuestros esfuerzos en ofrecer un producto de calidad e interactivo a la altura de los tiempos.

En este contexto de consolidación digital, fortaleceremos nuestra presencia en línea, desarrollando nuevas herramientas y formatos. Potenciaremos La Razón Digital, ofreciendo contenidos innovadores y mejorados como La Razón Radio, el programa Piedra, Papel y Tinta, y los programas deportivos Marcas y Fútbol sin Anestesia, en streaming y televisión. La constante evolución de La Razón Digital y nuestras propuestas en redes sociales continuarán y reflejan el inicio de este ciclo en nuestra trayectoria.

Hoy en día, el periodismo impreso enfrenta desafíos sin precedentes. La irrupción de Internet, junto con el auge de las plataformas y redes sociales, han transformado los hábitos informativos de las personas e impactan profundamente en el modelo de negocios de los diarios impresos a nivel global. La Razón se adapta a ese nuevo contexto.

Apreciadas y apreciados lectores, más allá del soporte mediático, el grupo propietario del diario, la dirección y todo el equipo de La Razón reafirmamos nuestro compromiso con un trabajo responsable y de calidad.

Esta transformación es un paso más en nuestra evolución y estamos convencidos de que, con la confianza de nuestros lectores, colaboradores y columnistas, continuaremos siendo un pilar en la conversación pública y democrática del país. Septiembre marca el nacimiento de una nueva etapa para esta casa periodística, una etapa que enfrentamos con convicción y optimismo, seguros de que las decisiones tomadas hoy garantizarán nuestra permanencia y éxitos en el futuro.

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Economía en tiempos difíciles

El desafiante entorno económico ha forzado transformaciones drásticas en varios sectores

Por La Razón

/ 30 de agosto de 2024 / 07:01

El contexto de la economía boliviana está acompañado por una serie de factores tanto internacionales como domésticos, que han creado una situación extremadamente compleja. Sería apropiado mencionar la desaceleración económica a nivel mundial, que implica condiciones desfavorables, así como desafíos a escala interna que incluyen la presencia de problemas estructurales y de desconfianza.

Todos estos fenómenos tuvieron un impacto negativo en el entorno económico, lo que exacerbó aún más la situación. La política, naturalmente, ha sido un factor crucial en todo esto, especialmente en lo que respecta a las tensiones entre el Gobierno y sus críticos y adversarios políticos, que solo han agregado más incertidumbre sobre el futuro económico del país. Las políticas económicas han sido criticadas con intensidad, lo que demuestra una cultura polarizada que lucha por la toma de decisiones efectiva.

Revise también: Camino al referéndum

Uno de los problemas más visibles es la escasez de dólares, que se agudiza desde principios de 2023 a la par de una devaluación impulsada por el precio de la divisa en el mercado paralelo. El desequilibrio ha impactado el sistema de precios, exacerbado por el control y ocultamiento de la información disponible. Las Reservas Internacionales Netas disminuyen, dando señales de fuertes problemas en la gestión de liquidez y de política monetaria. Al mismo tiempo, el sector privado señala la falta de seguridad jurídica y la urgente necesidad de una nueva ley de inversiones.

Otro conflicto de larga data es el subsidio a los hidrocarburos que aunque ha permitido mantener precios bajos en el mercado interno, es insostenible a largo plazo y está afectando el presupuesto estatal. Las discusiones sobre posibles cambios en esta política podrían generar aún más tensiones internas.

La inflación, ya perceptible, ha elevado la preocupación por el incremento de precios en productos básicos, fenómeno que se ve agravado por la especulación y la escasez de divisas. A esto se suman los desafíos provocados por desastres naturales, como la sequía que ha golpeado varias regiones del país, afectando la producción agroindustrial. Aunque ha habido avances en la exploración de hidrocarburos con algunos descubrimientos recientes, estos no han sido suficientes para aliviar las tensiones económicas y han abierto nuevos frentes de conflicto.

El desafiante entorno económico ha forzado transformaciones drásticas en varios sectores, incluyendo el de la comunicación y el periodismo. Los medios impresos, en particular, han enfrentado dificultades para importar insumos básicos, pero también han encontrado en la digitalización y en los nuevos patrones de consumo de información una ventana para reinventarse.

Aunque la situación es compleja, las crisis ofrecen oportunidades para aquellos que saben identificarlas y reestructurarse a tiempo. Las empresas y sectores que logren adaptarse a las nuevas realidades podrán salir fortalecidos. La rápida evolución en la forma de informar, impulsada por los cambios en las preferencias del público, presenta tanto desafíos como oportunidades para quienes sepan ajustarse a los nuevos tiempos.

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Camino al referéndum

Corre contra el tiempo el Gobierno y en su camino tiene por delante muchos obstáculos, algunos subsanables con retórica y argumentos

Por La Razón

/ 22 de agosto de 2024 / 07:17

A 10 días del plazo máximo para convocar a referéndum para resolver tres asuntos urgentes en la agenda política, social y económica, el presidente Luis Arce ha puesto en consideración del Tribunal Supremo Electoral (TSE) cuatro preguntas, que deberán ser analizadas y comentadas antes de pasar al control de constitucionalidad; la Asamblea Legislativa no ha sido invitada al debate.

En cumplimiento de su anuncio de convocar a consulta ciudadana para dirimir si se levanta o no la subvención a los carburantes, si es posible la reelección después de un segundo periodo, y si se incrementa el número de miembros en la Asamblea Legislativa, el mandatario propuso cuatro preguntas, dos sobre los carburantes, que serán sometidas al análisis del TSE, que debe dictaminar, en el plazo de 72 horas desde ayer, “si reúnen las características de claridad, imparcialidad y precisión”.

Lea: Elecciones judiciales

Luego del informe del TSE, explicó el ministro de Justicia, le corresponde al Tribunal Constitucional Plurinacional avalar la constitucionalidad de las preguntas. La “fecha fatal” para haber cumplido ambos trámites, dijo el ministro, “es la próxima semana”. Es previsible que, cualquiera que sea el veredicto de ambas instancias, habrá severos cuestionamientos, que ya han sido anunciados por los líderes de la oposición.

Las reacciones de los líderes de partidos de oposición, incluyendo a Evo Morales, salieron por el cauce de lo previsible: el Presidente trata de transferir al pueblo responsabilidades indelegables; la reforma constitucional no puede consultarse mediante decreto; la consulta no sirve para resolver los problemas de hoy; hacer referéndum es un despilfarro de dinero, hoy tan escaso; la consulta solo servirá para confundir al pueblo; y, coincidentemente entre todos, las preguntas son confusas; el resultado solo agravará la polarización. Los unos hablaron en nombre de sus convicciones democráticas, el expresidente Morales, en nombre de su aspiración a ser candidato nuevamente y su temor de no serlo.

En medio de la carrera por llegar a la “fecha fatal” para emitir el decreto supremo convocando al referéndum e instruyendo al TSE realizarlo el mismo día que las elecciones judiciales, el debate público no ha sido parte de la agenda. No se trata siquiera de discutir la pertinencia de los tres temas, sino sobre todo de lo que se desea lograr con las preguntas. Cierto es que debatir en medio de crispada polarización parece tarea infértil, pero cuando menos proponer los temas ya es un avance democratizador.

Corre contra el tiempo el Gobierno y en su camino tiene por delante muchos obstáculos, algunos subsanables con retórica y argumentos, y muchos otros con política activa, mientras trata a toda costa de evitar el, probablemente imposible, paso por el Legislativo. Las conclusiones y recomendaciones del TSE y del TCP servirán para saber si el Gobierno prevalece en su intento o debe buscar otra estrategia en medio de un clima crecientemente conflictivo.

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1D: elecciones judiciales

Por La Razón

/ 18 de agosto de 2024 / 00:05

Superando varios obstáculos y con más de un año de retraso, finalmente las elecciones judiciales tienen fecha. Pese a los augurios de fracaso, la Asamblea Legislativa aprobó por dos tercios las listas de postulantes. Y el TSE tomó competencia para organizar la votación popular. Será el 1° de diciembre. Es una buena noticia para la institucionalidad y la democracia.

Por mandato constitucional, las altas autoridades del Tribunal Constitucional Plurinacional, el Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Agroambiental y el Consejo de la Magistratura son electas por la ciudadanía. Previamente, con arreglo a una convocatoria pública, la ALP selecciona a las y los postulantes que cumplan requisitos, no tengan impugnaciones, certifiquen méritos y pasen una prueba de conocimientos. Como sucedió en los comicios anteriores, es un proceso con problemas de legitimidad.

Los principales cuestionamientos a las elecciones judiciales son que se contaminan de inicio por la politización de la preselección de postulantes en la ALP (“son afines al Gobierno”), se vota en las urnas con muy escaso conocimiento sobre los candidatos y sus méritos y, en especial, no contribuyen a resolver la crisis estructural del sistema de administración de justicia en el país. Así, en la votación popular de 2011 y 2017, primaron los votos nulos como una forma de cuestionar el mecanismo.

Pese a la complejidad de estas elecciones y la experiencia fallida de su realización, se trata de un avance de ampliación democrática contemplado en la Constitución. En el pasado, las altas autoridades judiciales eran electas directamente en el Parlamento, como resultado del cuoteo partidario. Ahora, la ciudadanía tiene el derecho de votar por estas autoridades, aunque en rigor la elección viene condicionada por el polémico filtro de la Asamblea. Así ha ocurrido también en este nuevo proceso.

El 1° de diciembre las y los bolivianos estamos convocados a las urnas en la tercera elección de este tipo en nuestra historia. Tendremos que elegir 52 autoridades (26 titulares y 26 suplentes) entre los 139 postulantes seleccionados. Los comicios debieron realizarse en 2023, pero la acción combinada de operadores políticos y judiciales se ocupó de bloquearlos en la Asamblea. El resultado fue la autoprórroga de las autoridades electas en 2017, que cumplieron su mandato en diciembre del año pasado.

¿Por qué son importantes y sobre todo necesarias estas elecciones pese a que las listas aprobadas tienen problemas de paridad de género, número mínimo de postulantes, inclusión indígena y hasta selección de postulantes aplazados? Primero porque se cumple la Constitución contra quienes apostaron por obstruir estos comicios hasta el año 2026. Y lo más relevante, porque con nuevas autoridades electas en diciembre se podrá reemplazar a los magistrados autoprorrogados y sus sentencias a la carta. No es poco.

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Diálogo y acuerdos

Por La Razón

/ 15 de agosto de 2024 / 07:31

Luego de los anuncios hechos por el presidente Arce el 6 de agosto, se han producido al menos cuatro hechos de gran importancia para la vida política y económica del país: cambio de tres miembros del Gabinete de Ministros, un encuentro nacional con organizaciones sociales afines al oficialismo, un diálogo con el empresariado privado del país y el anuncio de una gran reunión con el agro.

La semana comenzó el lunes con el inesperado cambio de los ministros de Trabajo, Hidrocarburos y Desarrollo Rural, todos ellos con agendas tan importantes como urgentes en medio de la difícil coyuntura en la que se encuentra el gobierno. El más urgente de esos temas, probablemente, es el que atañe a Hidrocarburos, pues sin importar cuántos anuncios se hayan hecho, la sensación generalizada en el país es que no hay suficientes carburantes, como lo demuestran interminables filas en las estaciones de servicio.

El nuevo Ministro de Desarrollo Rural seguramente recibirá una abultada agenda como fruto del encuentro que el sábado tendrá el Presidente con las organizaciones empresariales del agro; a nadie deberá sorprender que se hable de la escasez de dólares y de diésel, pero sobre todo que se exija la autorización para usar semillas genéticamente modificadas, tarea que parece haber comenzado, por ejemplo, con la decisión del Tribunal Constitucional de declarar inconstitucional parte de la Ley 071, Madre Tierra, de 2010.

El segundo hecho, el Gabinete Social, que reunió el martes a autoridades gubernamentales con dirigentes de los movimientos sociales, concluyó instruyendo al gobierno el control de dólares de exportaciones para asegurar la circulación de la divisa, la creación de incentivos para quienes ahorren en esta moneda extranjera, un control estricto sobre el contrabando, y el pedido a la Asamblea Legislativa Plurinacional que apruebe los créditos internacionales. Previsiblemente, esta agenda encontró inmediato rechazo entre los empresarios del país.

El tercer hecho fue la reunión de ayer entre Gobierno y empresarios en el llamado «Diálogo Nacional por la Economía y la Producción», que todavía estaba en curso al momento de escribirse estas líneas. La agenda incluía uso de biotecnología, seguridad jurídica, tipo de cambio del dólar, subvenciones estatales y exportaciones. Temas que, por un lado, ya habían sido tratados en anteriores reuniones y que, por el otro, seguramente tendrán una aproximación que conflictúe con la de los movimientos sociales. El cuarto hecho, la reunión prevista para el sábado en Santa Cruz, tiene similar agenda, solo que esta vez corresponderá a los empresarios del agro adelantar la negociación.

En todos los casos, lo que está en juego no es únicamente la estabilidad política y económica del país, asuntos que no parecen ser prioridad de las oposiciones, sino sobre todo la del gobierno, que en las últimas semanas se ha mostrado más vulnerable que nunca. Difícil es saber si los acuerdos que se firmen podrán materializarse con éxito, pero al menos por ahora es posible esperar un golpe de timón que devuelva algunas cosas a su sitio.

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