«Las fraternidades votaron unánimemente. No vamos a participar de la segunda promesa del 31 de julio; vamos a entrar en romería, rezando, a los pies de la Virgen» en protesta porque no hay auspicio, dijo Fernando Bermúdez, miembro del directorio de la Asociación de Conjuntos Folklóricos.
La alcaldesa de Quillacollo, Carla Lorena Pinto, cuestionó ésta decisión y les pidió a los folkloristas rendir cuentas del dinero que ingresa a la Asociación. «Habría que preguntarles si el objetivo es recaudar dinero o hacer negocio», cuestionó.
El Concejo Municipal aprobó la Ordenanza 38 que prohíbe el comercio de bebidas alcohólicas el 14, 15 y 16 de agosto en el trayecto de la entrada folklórica y hasta 200 metros de la misma, y advierte con sanciones pecuniarias a locales, comercios ambulantes y consumidores que incumplan la norma. La ordenanza desalentó a la cervecera Taquiña a seguir auspiciando a los folkloristas.
Según la directiva de la Asociación, el monto del auspicio asciende a Bs 350.000, a los que se suma la entrega de cajas de cerveza que son distribuidas entre las 54 fraternidades, para el consumo o venta directa. Este es el segundo año que la llamada «ley seca» genera conflictos entre las autoridades ediles de Quillacollo y los fraternos.