Luego de tres días del cerco al botadero donde se depositan las 500 toneladas de basura que a diario generan los habitantes de la ciudad de La Paz, los manifestantes aceptaron declarar un cuarto intermedio en su medida de presión. Cocarico ofició de mediador entre las autoridades de las alcaldías de Achocalla y La Paz, que disputan la jurisdicción de Alpacoma.
En la tarde, una asamblea de instituciones paceñas encabezada por el alcalde de La Paz, Luis Revilla, decidió conminar a los vecinos de Alpacoma a despejar el ingreso al relleno, exigió al Ministerio de Gobierno y a la Policía actuar contra este «atentado a la salud pública» y anunció el inicio de acciones penales contra las autoridades y dirigentes de Achocalla que instigaron el bloqueo.
Ante la radicalización del conflicto, Cocarico había invitado a las autoridades de los municipios enfrentados a un diálogo que debió comenzar a las 15.00, pero éste no se instaló debido a que Revilla continuaba en la reunión de instituciones paceñas.
No obstante, la cita se llevó a cabo aproximadamente a las 21.00 en la Gobernación. Tras la reunión, Cocarico informó que la situación era «difícil» debido a las posiciones encontradas de ambas partes, pero media hora más tarde anunció que había logrado un acuerdo con el alcalde de Achocalla, Thelmo Mamani, para que se levante el bloqueo.
A las 23.00 La Razón conversó con Mamani y éste dijo que aún no podía garantizar el levantamiento del cerco. A las 00.30 este medio se trasladó hasta el lugar del bloqueo y constató que la medida continuaba. Cuando preguntó a los manifestantes sobre el acuerdo, éstos señalaron que no había nada, que no fueron consultados.
Mamani llegó al lugar aproximadamente a las 00.45 y se instaló un cabildo con algo más de medio centenar de personas. Media hora más tarde los manifestantes aceptaron levantar la medida, pero «sólo hasta el mediodía, hasta saber qué ocurre con el diálogo (al que convocó Cocarico)», informó el subalcalde de Achocalla, Pedro Cutili. Dijo que, de fracasar este proceso, se retomará la medida de presión y esta vez con apoyo de comunarios de otros municipios.
A las 02.00 un tractor llegó hasta el lugar y comenzó a despejar la carretera para dar paso a los camiones de recojo de basura. «Sólo se abrirá el paso a una vía», aclaró Cutili.
En la tarde, tras la reunión interinstitucional, Revilla había advertido que la ciudad se encontraba «al borde del colapso» debido a la cantidad de basura que no podía ser recogida y que en tres días habría llegado a las 1.320 toneladas. 430 toneladas fueron depositadas el lunes tras un operativo policial que duró horas.
A las 02.25 de esta madrugada ingresó hasta el botadero de Alpacoma el primero de los carros basureros que esperaban vaciar sus cargas.
El diálogo se instala a las 12.00
El gobernador César Cocarico convocó al alcalde de La Paz, Luis Revilla, y a su homólogo de Achocalla, Thelmo Mamani, a dialogar a partir de las 12.00 de hoy. El encuentro se realizará en instalaciones de la Gobernación.
Bloqueadores golpean a un trabajador de firma Tersa
A las 05.45 de ayer, José Luis Chambi (23), obrero de la empresa Tersa SA, que administra el relleno sanitario de Alpacoma, fue apaleado por vecinos que desde el lunes bloquean el acceso al depósito. La medida de presión cumple hoy cuatro días.
«Nos han correteado lanzándonos piedras hasta abajo, nos siguieron con linternas de gran distancia. Fui golpeado por 15 minutos y por el fuerte dolor en mi cuerpo me trajeron de emergencia, pero hay como seis personas heridas». Chambi señaló que al momento de la agresión había policías que sólo se limitaron a mirar.
El obrero fue trasladado de emergencia a la Clínica Petrolera y el diagnóstico médico dice que tiene hematomas por todo el cuerpo y una dislocación del hombro derecho. La directora del Sistema de Regulación Municipal (Siremu), Rosemary Gardeazábal, lamentó el hecho, sin embargo remarcó que el relleno no puede dejar de funcionar.
«Hemos pedido a la empresa Tersa que presente su plan de contingencia mientras dura el bloqueo. Tal vez puedan habilitar otro sector para que puedan ingresar sus obreros», apuntó. En el relleno sanitario trabajan 110 personas en tres turnos para cumplir las 24 horas de operaciones.