El caso de supuesta mala praxis se remonta a abril del 2007, cuando Aníbal Casanovas, de cuatro años de edad, ingresó a la clínica Urbari con dolor en el estómago y perdió la vida. Según Gerardo Casanovas, el padre, «este es uno de los pocos casos de negligencia médica que llegó a los estrados luego de cuatro años de investigación».
Los médicos procesados por los delitos de homicidio culposo y mala praxis son Welfrid M., Daniel B., Yolanda V., y Germán Q. La madre del niño, Karina, relató la tragedia que vivieron desde que un intenso dolor de estómago aquejó a su hijo. Cuatro médicos lo atendieron, entre los consultorios del Seguro de la Caja Bancaria y la clínica Urbari.
De inicio se le diagnosticó cólico estomacal y se le suministró una serie de analgésicos, pero fue inútil. Luego, los padres fueron informados de una apendicitis y de la necesidad de operarlo.
Tras una serie de estudios, «se le colocó una inyección que le provocó malestar, mi niño se puso morado de pies, manos y labios, y la pediatra dijo que la reacción era normal por el Dioxadol suministrado», contó la madre, quien clama justicia.
«Luego de la cirugía ingresamos a la habitación, al verlo sin movimiento y sin respiración, se nos informó que llevaba 20 minutos muerto», recordó.