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Restos de Ned Kelly reavivan una leyenda en Australia

La leyenda en torno al polémico bandolero Ned Kelly, el Robin Hood australiano ejecutado en la horca en 1880, reaviva con la identificación de sus restos encontrados en una antigua prisión de Melbourne.

La identidad de Ned Kelly, descendiente de irlandeses que encarnó para muchos la lucha contra la opresión y la injusticia durante la colonización británica de Australia, fue ayer confirmada tras el resultado de las muestras de ADN facilitadas por un bisnieto de su hermana Ellen.

Las investigaciones han sido realizadas por el Instituto de Medicina Forense de Victoria (VIFM), con la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense. Casi la totalidad de los huesos de Ned Kelly, a excepción de la calavera, se hallaban en un ataúd de madera en una de las fosas comunes localizadas el 2008 por un grupo de arqueólogos en la otrora penitenciaría de Pentridge.

Las andanzas del bandolero han servido al mundo del cine para hacer películas sobre su vida y cautivado al rockero Mick Jagger o al fallecido actor Heath Ledger, quienes interpretaron el papel de Ned Kelly.

Para muchos, la leyenda de Kelly refleja el conflicto entre los descendientes de convictos, muchos irlandeses, y la por entonces clase dominante mayoritariamente por ingleses, así como valores típicamente australianos como la solidaridad.

Y es que el destino de Kelly estuvo marcado por el infortunio. Él quedó huérfano a los 12 años después de que su padre muriera a manos de la Policía en circunstancias extrañas.