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Los monos en la India son dioses y villanos

Adorados por el hinduismo, en el que aparecen encarnados en uno de sus dioses, los monos campan a sus anchas en muchas ciudades de la India, donde a menudo llevan la convivencia con sus parientes humanos a una situación límite.

Un bebé «sustraído» de su cuna por un mono y llevado al tejado de una casa, y un hombre de 65 años «muerto a mordiscos» por unos simios, son noticias aparecidas durante el último mes en la prensa india que ponen de manifiesto lo delicado de la situación.

El problema es que en el otro extremo de la balanza el dios Hanumán, mitad mono y mitad humano, se trata de una de las deidades hindúes con más devotos, ya que representa el coraje y la amistad entre otras virtudes, por lo que los monos son respetados. Y en los templos destinados a adorar a ese dios mono los simios forman parte del paisaje, lo que para unos es «problema» y para otros «bendición».

Uno de los mejores ejemplos se encuentra en el centro de Nueva Delhi, en la arena conocida como Connaught Place, donde está el templo de Hanumán más conocido de la capital india. Para el sacerdote del templo, Ishwar Dayal Sharma, los monos merecen devoción ya que, según explicó a EFE, «Hanuman otorga a los creyentes paz y salud».

Algo que explica, de acuerdo con el sacerdote, que muchos devotos alimenten con bananas a los monos que habitan en los alrededores, donde los simios completan su dieta, en disputa con los mendigos, en los contenedores de basura.