Una joven de La Quiaca (Argentina) estuvo 23 días sometida a explotación sexual en Bolivia por una red de trata y tráfico de personas que la capturó en Villazón (Potosí). La chica fue liberada cuando se encontraba en un burdel de Sucre, según el periódico El Tribuno, de Argentina.

Todo comenzó cuando a principios de agosto la joven, que estudia en un colegio de secundaria, fue «levantada» (secuestrada) en Villazón. Desde ese momento, la madre pidió ayuda al Consulado argentino en esa ciudad de Potosí.

Tras investigaciones, la Policía detectó a la joven en un prostíbulo de la ciudad; sin embargo, cuando se intentó volver a intervenir el sitio para recuperar a la muchacha, ésta había sido llevada hacia otro punto por una red que se encargaba de traficar a menores desde Bolivia a  la Argentina y viceversa.

 La menor finalmente fue encontrada en un «table dance» de Sucre con  sufrimiento físico y emocional, informa El Tribuno, que acota que la joven fue obligada a prostituirse bajo el efecto de drogas.