La acusación formal de la fiscal Teresa Vera y la notificación de la jueza Marcela Siles —documentos a los que accedió La Razón— indican que los médicos Luis T., Evelyn T., Reynaldo C., Jiorgina L., Rosa T. y Rolando A. fueron notificados con la imputación formal el 30 de julio de este año para que asuman su defensa legal.
«Los médicos incurrieron en negligencia, impericia, imprudencia e inobservancia a las normas y reglamentos ortopédicos, traumatológicos y hospitalarios, cuya conducta causó daño al niño Raúl. Se tiene acreditado que los imputados, negligentemente, no observaron los cuidados que cada una de las circunstancias del tratamiento médico merecían», indica la fundamentación de la Fiscalía.
La tarde del 9 de diciembre del 2010, Raúl, de 10 años de edad, tropezó en un peldaño de su casa y cayó sobre su brazo izquierdo con la fatalidad de que el antebrazo golpeó una piedra y sufrió una fractura. De inicio, sus padres lo llevaron a una clínica privada, pero por el costo elevado del servicio decidieron trasladarlo al Hospital del Niño, luego de enyesarlo fue sometido a tres cirugías, en la última le tuvieron que amputar el brazo, que se necrosó.
El responsable de Defensorías del municipio paceño, Sergio Uzqueda, dijo que realizan un seguimiento estricto al caso para evitar que se dilate y se esquiven las sanciones, además anunció que asumirán las medidas de protección para el niño y su familia.
Hechos en el hospital
El niño llegó al hospital donde le hicieron la valoración y le enyesaron el brazo. Al día siguiente fue intervenido de urgencia; los días siguientes sufrió dolor, pero nadie supo explicarlo. El 13 fue operado otra vez y al día siguiente sufrió la amputación.
Evaluación dice que Raúl tiene ‘daño psicológico’
El informe psicológico de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (centro) de la Alcaldía de La Paz establece que por la amputación del brazo, Raúl presenta «daño psicológico», alteración en la esfera afectiva y volitiva» (relativo a los actos de la voluntad).
«Raúl en la actualidad perdió el goce de jugar fútbol como arquero, se ve ambivalente su capacidad volitiva de ejecutar ciertas acciones que requieren ambos brazos, como bañarse solo, tender la cama, tocar el tambor o bombo, que era su sueño», refiere el informe presentado por la Fiscalía como documento de fundamentación. Esto, señala el informe, genera en el niño una alteración en su equilibrio básico como un síndrome depresivo que trata de anular con pensamientos positivos, lo que genera mecanismos de defensa inadecuados.
Ante este panorama psicológico de la evaluación y diagnóstico, los expertos advierten que «existe la posibilidad de que los síntomas se exacerben y se pronuncien en cuadros clínicos severos de depresión, por lo que se recomienda obligatoriamente un proceso terapéutico específico».