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33% de las indígenas atribuye a la atención hospitalaria el sobreparto

El libro Sobreparto de la mujer indígena, saberes y prácticas para reducir la muerte materna, de Wálter Álvarez y Carmen Beatriz Loza, establece que de 700 mujeres consultadas, 33% (231) asoció el sobreparto a la atención hospitalaria, 26% al frío, 14% a tocar agua fría, 11% a maldiciones, 6% al sol y 3% a una infección derivada por suciedad.

«Ellas reiterativamente se siguen quejando de los mismos temas; (durante el parto asistido en hospitales) su cuerpo está expuesto en una mesa de examen fría, les hace falta el frecuente cambio de paños higiénicos, carecen de suficiente abrigo, las exponen descalzas en el piso y en la operación de cesárea las expone al frío», se lee en el libro que será presentado mañana.
Según Álvarez, algunos casos podrían derivar en la muerte, razón por la que reivindica la atención tradicional de los partos y recuerda que los médicos tradicionales realizan preparados para cuidar la vida de la madre y ahuyentar otras amenazas, como por ejemplo la pérdida del ajuyu, lo que también atribuye a este problema.

El terapeuta tradicional explica que el sobreparto es el malestar que puede sufrir una mujer que acaba de dar a luz por la exposición al frío o al calor intenso. Las formas son varias, golpes de aire frío al cuerpo caliente, tocar agua o exponerse al sol, entre otros.

BIOMEDICINA. Luis Kushner Dávalos, ginecólogo obstetra, escribió para este medio a finales del 2010 que después del parto existen fenómenos naturales, que duran de tres a cuatro meses, para que la mujer vuelve a un estado de normalidad.

Dichos cambios —dice— incluyen dolor en músculos y huesos como reflejo de una relajación y reposicionamiento de éstos, además de la producción de leche que puede iniciarse con una leve subida de la temperatura, que luego se estabiliza. Kushner explica que en comunidades andinas, el sobreparto es comprendido como complicaciones que pudieran ocurrir tras el parto vaginal como fiebre, hemorragia, infección y retención de placenta.

Agrega que, según las costumbres, este también llamado «mal parto» se previene cuando a la mujer se la cubre de pies a cabeza con lana. «Pero el abrigarse de pies a cabeza no tiene sentido como forma de prevención de complicaciones». «Está ampliamente estudiado que «un trabajo de parto, parto y alumbramiento bajo asistencia y manejo adecuado de normas de bioseguridad tiene mejores resultados que un parto no asistido», afirma.

Sin embargo, para Loza y Álvarez, quienes además son representantes del Instituto Boliviano de Medicina Tradicional Kallawaya (Inbometraka), la atención tradicional de los alumbramientos da mayores garantías de cuidar la vida de la madre y el bebé. «El arrebato, los dolores articulares, la sudoración en mujeres que acaban de dar a luz son, entre otras, manifestaciones, signos de que un sobreparto amenaza a la madre y en el área andina rural este proceso es tratado por los kallawayas, amautas, yatiris y las parteras», dice el médico tradicional.

Según Álvarez, el sobreparto es un mal no del todo comprendido y extremadamente reacio a ser tomado en serio en el sistema biomédico.

En su criterio, el problema del sobreparto no es sólo rural y no se manifiesta sólo en mujeres de escasos recursos, sino en todos los estratos y se relaciona principalmente con abortos mal practicados, cesáreas innecesarias y otros aspectos que de algún modo condicionan a la mujer al estrés.

Loza demanda políticas públicas orientadas a la atención del sobreparto, entendido como un cuadro clínico complejo que deriva de varios factores biológicos, psicológicos y del entorno social, y familiar de la madre.

«El sistema de salud se preocupa por el período del embarazo y el parto de las mujeres, pero la atención preventiva para el denominado sobreparto todavía no merece serias políticas y normas de cuidado y control.

                                               El parto intercultural gana mayor espacio

El parto intercultural en los centros de salud públicos de Bolivia va ganando espacio porque las mujeres exigen este derecho, que es parte de la política de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (Safci), sostiene Emilio Fernández, médico general del sistema público de salud.

«Es obligación de todas las maternidades, que ahora se llaman centros de salud con camas, tener varios espacios adecuados para que la mujer tenga su hijo según su tradición, así como permitirle que participe su pareja, darle más frazadas si lo requiere y tener los ambientes a una temperatura adecuada», dice Fernández.

Explica que el concepto de salud intercultural surgió en América Latina entre la década 1990-2000 y que alcanzó un verdadero auge en los últimos años. Es el caso de Bolivia cuando en el 2006 se crea el Viceministerio de Medicina Tradicional e Interculturalidad para responder a la necesidad de una atención en salud con enfoque intercultural, revalorizando los conocimientos ancestrales de la práctica médica de pueblos indígenas y originarios.

Especifica, por ejemplo, que durante el parto, las mujeres indígenas ya no deben someterse al afeitado en el área genital o a pasar por un lavado con enema.

«Con la Salud Familiar Comunitaria Intercultural se trata de llegar con los actores adecuados que a cada mujer le corresponde, de acuerdo con su forma de pensar, de vivir su salud y su entorno. Es verdad que todavía hay partos atendidos en ambientes fríos de los centros de salud, especialmente en algunas ciudades, pero este aspecto no tiene nada que ver con los sobrepartos», aclaró el médico.

 

La investigación se realizó con base en 700 entrevistas

Para elaborar el libro, el estudio recurrió a 700 mujeres de origen indígena campesino. Además, contó con el apoyo de 140 terapeutas de diferentes tradiciones: kallawayas, yatiris, amautas y parteras entre otros; así como de 75 enfermeras de la seguridad social del país. Se estudiaron también 49 historias clínicas y se elaboraron testimonios.

El tema se debatió en ocho mesas en un seminario

A finales de julio de este año, se desarrolló un seminario que abordó la temática en ocho mesas en las que se debatió sobre la prevención y tratamiento del sobreparto desde diversas tradiciones terapéuticas indígenas. Se ahondó en el porqué de los sobrepartos y los preparados curativos que ofrecen kallawayas o yatiris a sus pacientes.