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Negociaciones avanzan pese al conflicto de salud

 El Gobierno, la COB y los trabajadores en salud se reunieron ayer para evaluar los avances en la discusión del pliego petitorio en las mesas de Salario, Social y Productividad. Para el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, “hay avances significativos en todos los puntos”.

En la cita, en la que también estuvo el titular de Salud, Juan Carlos Calvimontes, la dirigencia de los administrativos en salud presentó una nueva propuesta de cuatro puntos: la incorporación a la Ley General del Trabajo, la nivelación de salarios a la Caja Nacional, pago de dos horas extraordinarias y escala en el bono de antigüedad. “Lo que significa más recursos para el Tesoro General”, replicó el ministro Arce.

El ejecutivo de los trabajadores, José González, advirtió que es la última propuesta que presentan. “Después de más de dos horas de reunión, lo concreto es que para el Ministro de Salud no hay crisis. A pesar de ello, presentamos nuestra última propuesta con cuatro puntos fundamentales para nosotros”, sostuvo.

El conflicto de salud cumple hoy 30 días hábiles, desde el 28 de marzo en que los médicos iniciaron una huelga indefinida en protesta por la aprobación del reglamento del Decreto 1126 que restituye la jornada laboral de ocho horas. A la medida se sumó el personal administrativo, que negocia las cuatro demandas ya citadas.

El ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujillo, dijo que hay avances en algunos puntos, y este jueves se volverán a reunir para definir el tema salarial. Previamente, por la mañana, el Comité Ejecutivo tendrá un encuentro para determinar la fecha de otro ampliado, que definirá nuevas medidas

“El avance no significa que levantamos las medidas, eso lo decidirá el ampliado después de la respuesta del Gobierno. Si no nos atiende, podríamos ir al paro nacional e indefinido”, aseveró.

Comercios denuncian pérdidas

Dueños de negocios y comerciantes instalados en inmediaciones de la plaza Murillo aseguraron que sus ingresos económicos merman a causa de las marchas y a que la Policía cerca las cuatro esquinas del kilómetro cero, lo que también evita el paso de transeúntes.

“Ayer (martes) me quedé con 50 rellenos de papa. Vendo a tres bolivianos cada uno y perdí 150 bolivianos en un día, y eso que yo llego a vender hasta 300 bolivianos”, calculó Agustín Contreras, un comerciante de comida al paso, cuyo puesto está al interior de una casa antigua.

A pocos pasos de este negocio, en la calle Ayacucho, se encuentra el puesto de periódicos de Marisol Morales, quien aseguró que conoce la zona desde sus nueve años y ya está acostumbrada a los gases lacrimógenos. El cierre de las vías provoca que Morales no pueda vender todos los diarios que recibe.

Al menos dos negocios de la calle Ballivián pusieron carteles en sus ventanas con la frase: “Déjennos trabajar en paz, sin bloqueos ni cierres”. Según el propietario de la joyería San Pablo, Alberto Saavedra, colocaron ese mensaje porque los perjuicios se sienten cada vez más. “La ganancia es cero ya que la gente no puede ingresar a la plaza Murillo”, se quejó.