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Pacientes saldrán a las calles; exigen atención de médicos

Grupos de pacientes, que están internados en hospitales públicos y de la seguridad social de La Paz, amenazaron ayer con marchar por las calles. Exigen que los médicos vuelvan a sus consultorios y que el Gobierno abrogue el decreto 1126. En tanto los profesionales y trabajadores de salud anunciaron que radicalizarán las medidas de presión.

En un recorrido que realizó ayer  La Razón por cinco hospitales de la sede de gobierno (La Paz, Clínicas, El Niño, La Mujer y Obrero) recogió los reclamos de los pacientes, casi todos coincidieron en su apoyo a los médicos, pero reconocieron que a causa de la huelga las cirugías se están retrasando, pero no pueden abandonar el lugar por temor a perder su turno.

Braulio Duchén y Juana Bráñez, ambos internos en el hospital Obrero, indicaron, por separado, que al no haber consulta externa, los galenos les dan más atención en las visitas de la mañana, aunque se suspendieron las nuevas operaciones.

“Es absurdo que obliguen a trabajar a los médicos ocho horas, si después de las cirugías ellos vienen a los controles a toda hora, con ese decreto ya no vendrán a vernos porque se sujetarán a ese horario”, dijo Bráñez.

En el Complejo de Salud de Miraflores, Eva Gutiérrez se quejó porque a raíz del derrame cerebral que sufrió su padre y la falta de equipos para los exámenes, éstos debe hacerlos de manera privada. “En Emergencias me han dicho que necesito dinero para que puedan atender y salvar a mi papá y ya he gastado Bs 1.000 ”, indicó.

A 35 días del conflicto de Salud, iniciado en rechazo al Decreto 1126 (que restituye la jornada laboral ocho horas para el sector), el ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, aseveró ayer que el Gobierno realiza negociaciones con los trabajadores y médicos. “Hoy (ayer) el Ministro de la Presidencia se reunirá con los médicos y el de Gobierno con los trabajadores”. Por la noche se conoció que no se realizó el mencionado encuentro.

Presión. La respuesta de los profesionales y trabajadores es que mientras el decreto siga vigente, la huelga se mantiene. El presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, anunció que para esta jornada saldrán a marchar los estudiantes de Medicina de las universidades privadas y públicas. “A la medida se sumarán los trabajadores de la seguridad social”, dijo.

El ejecutivo de los trabajadores de la Caja Nacional, Ariel Cáceres, indicó que el jueves tendrán un ampliado nacional para determinar otras medidas de presión porque no están de acuerdo con las ocho horas. “Nuestra propuesta es un paro en todo el área administrativa y bloqueo de caminos”.

El ejecutivo nacional de los trabajadores, José González, reiteró que hoy, además de las marchas en las calles, empezará el bloqueo en las carreteras internacionales y fronteras.

El diálogo se dilata

Galenos

El dirigente médico, José Calle, informó que después de encuentros con el Ministro de Gobierno, el jueves se reunieron con el titular de la Presidencia, “sin resultados”.

Fabriles y médicos se insultaron

Mariana Pérez

El cruce de insultos entre fabriles y miembros de la Federación de Sindicatos Médicos y Ramas Afines (Fesirmes) marcó el trayecto de la marcha de la Central Obrera Boliviana (COB), que se realizaba con tranquilidad.

A la altura de Correos Bolivia, cuando los fabriles se encontraban en el carril de subida y los trabajadores de Fesirmes en el de bajada, los primeros comenzaron a silbar al sector médico y gritaron al unísono que acepten las ocho horas de jornada laboral.

“Flojos” y “matasanos”, vociferaron los trabajadores de las fábricas; y “burros”, “ignorantes” y “vayan a estudiar”, los médicos.

Consultado sobre una posible división entre los trabajadores, un representante de la Fesirmes aseguró que aquella podría ser el propósito del Gobierno, pero “no lo ha de lograr porque la gente está apoyando a la parte profesional en salud”.

Otro grupo de trabajadores en salud se vistió de negro para simbolizar la muerte de la democracia, y al finalizar la marcha procedió a quemar dos ataúdes de cartón que llevaban inscritos el Decreto Supremo 1126. Estas acciones rompieron con la normalidad de la movilización cobista.