Los alrededores del edificio están tomados por empresas interdepartamentales e interprovinciales. La mayoría ha improvisado puestos de venta de pasajes al aire libre, aunque hay también vendedores ambulantes. Las calles del sector oeste están ocupadas por las empresas que prestan servicio de viaje a La Paz. En este punto, los buses hacen fila para captar pasajeros y sólo cuando los asientos son copados en su totalidad parten rumbo a su destino, ya que nadie controla en las calles el cumplimiento de los horarios.
La toma de la terminal —privatizada en 1996— se efectuó el 5 de julio. Afiliados a la Central Obrera Departamental (COD), el Comité Cívico, la Federación Departamental de Juntas Vecinales, trabajadores de la Universidad Técnica de Oruro y otras instituciones llegaron en una marcha hasta la terminal terrestre, desalojaron a los empleados y cerraron las puertas de salida e ingreso.
La ATT debe emitir hoy una respuesta sobre la legalidad o ilegalidad del funcionamiento de la terminal, sobre la base de documentación provista por la brigada parlamentaria.
Peligro. Para comprar sus boletos, los viajeros se ubican no sólo en las aceras sino en la calzada, a riesgo de ser atropellados por algún bus que realiza maniobras entre la gente y los equipajes para avanzar. El lado este de la infraestructura está ocupada por empresas de transporte que llevan pasajeros a las ciudades de Tarija, Potosí, Cochabamba, Sucre, Villazón, Uyuni y las provincias del sur de Oruro.
La parte sur se convirtió en un estacionamiento tanto de empresas que llegan del interior del país como de los taxis, que esperan la llegada de buses para captar pasajeros. Además del desorden, también se produce contaminación ambiental y acústica.
“Hacemos lo que podemos para poner orden en este lugar y evitar accidentes, porque el flujo vehicular desde el cierre de la terminal es intenso las 24 horas, pero empresarios y conductores casi no colaboran con Tránsito”, indicó el suboficial Valeriano Poma. Hoy se espera el arribo de las autoridades de la ATT para definir si la terminal será nacionalizada, revertida o expropiada.
Otros datos sobre la terminal
-La Terminal de Buses fue vendida en cerca de $us 1,5 millones en la gestión prefectural de Mirtha Quevedo (MNR); datos extraoficiales señalan que el costo de construcción fue de aproximadamente $us 4,5 millones.
-En la brigada parlamentaria se maneja la decisión de construir una terminal bimodal en Socamani (a 10 kilómetros de la ciudad), ya que la actual no responde a las exigencias de los transportistas ni de los pasajeros.