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Perú apoyará la investigación de los atracos a dos buses en Apolo

El Gobierno informó que se investiga la participación de la banda terrorista peruana Sendero Luminoso en el hecho, debido al modus operandi, pero también de un grupo del crimen organizado. “Nosotros nos inclinamos por esta (última), porque (al ser una zona fronteriza), es gente que ha pensado que puede haber contrabando y mercancía valiosa”, dijo Romero en conferencia de prensa.

Entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, dos buses de pasajeros fueron emboscados en dos puntos diferentes del camino Apolo-La Paz por unos 20 encapuchados armados —que se movilizaban en motos y cuadratracks—, que dispararon a las ruedas de los vehículos y a los conductores para que se detengan.

“Del muestrario fotográfico que se analizó, llama la atención la magnitud de las perforaciones de las flotas. Revelan que se utilizó armamento moderno, probablemente fusiles FAL (armas de largo alcance y gran impacto utilizadas por la fuerza militar) o metralletas, independientemente de que además se hayan utilizado escopetas y pistolas”, agregó.

Según testimonios de los heridos, los delincuentes tenían acento peruano y boliviano. El primer hecho ocurrió cerca de las 23.30 del sábado. Un bus de la empresa Altiplano fue interceptado por los antisociales a la altura de Pumasani, pueblo situado a unos kilómetros de la frontera con Perú, pero el chofer herido logró huir y poner a salvo a los pasajeros, aunque uno de ellos, Ángel Galileo (44), falleció.

El conductor Félix Luque relató que se dio cuenta de que tenía una herida. “Me tapé con un dedo el agujero que tenía en la rodilla y seguí manejando porque tenía muchos heridos. La dueña del bus me decía ‘no pares, no pares’. Con el susto, no sentí ningún dolor”.

En el segundo hecho, a las 00.00, el bus de la empresa Lecos fue emboscado en Amerete, y los encapuchados les quitaron dinero y oro y otras pertenencias. Jhonny Oliver, presidente del Centro Cívico de Residentes de Apolo, informó que este suceso no es el primero, por ello pidió  presencia policial y militar en el punto intermedio entre Apolo y Achacachi.

La Policía comenzó el rastrillaje de la zona fronteriza con Perú desde el domingo. Además, como fruto de las primeras investigaciones, cinco personas fueron aprehendidas, informó el mayor Oswaldo Fuentes, jefe de la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de la ciudad de El Alto.

Tres fueron arrestadas el domingo por evadir una tranca de control, luego de huir de la persecución de comunarios. Sin embargo, fueron liberados ayer, tras probar que no eran delincuentes y testimoniar que huyeron porque pensaron que iban a ser asaltados.

Otros dos fueron aprehendidos en Ciudad Satélite, de El Alto, ayer, “porque uno de ellos presenta antecedentes de muerte de persona; fueron puestos a disposición de un juez cautelar”.  Franklin Durán, ejecutivo de la Confederación de Choferes de Bolivia, pidió a las autoridades que aprueben una ley que les permita a los transportistas portar armas de fuego para defenderse de los delincuentes. 

Testimonio de las víctimas del asalto

Félix Luque, conductor Altiplano: Yo no paré, sino nos hubieran matado

De pronto aparecieron de ambos lados como 30 personas encapuchadas y nos empezaron a balear. Yo no paré, sino nos hubieran matado, escapé como pude, pero nos siguieron en motos, y mi sobrino me dijo “dos pasajeros están agonizando”, pero uno murió.

Lucrecia Pacho, pasajera Lecos: A otros les metieron al buzón del bus

Nos tiraron con piedras primero, luego al chofer le balearon. Eran unos altos encapuchados, entraron de golpe. “Dénnos todo lo que tienen”, nos dijeron y nos robaron a cada uno. Luego metieron a otros al buzón del bus, tal vez para que no escapen.

Rosendo Flores, conductor Lecos:  Mis manos estaban sangrando

A mí me hirieron en las manos, estaba sangrando. Nos robaron todas nuestras pertenencias. A mí me patearon y me robaron mi dinero y celular. Nos metieron al buzón como sardinas, pudimos salir con una palanca y alguien se fue a Charazani para pedir auxilio.