El presidente Evo Morales confirmó que Estados Unidos informó al Gobierno, mediante una nota, que rechazó la solicitud de extradición del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Cuestionó la decisión y consideró que, a partir de esta posición será “imposible” que el país del norte entregue “a estos delincuentes que cometieron delitos de lesa humanidad”.

El Estado boliviano solicitó la extradición del exmandatario para que responda por los sucesos de octubre de 2003, que concluyó que con la muerte de 67 personas, cientos de heridos y la dimisión de Sánchez de Lozada, quien desde entonces radica en el país del norte.

“No es posible que digan, mediante una carta, mediante una nota desde Estados Unidos, que la sociedad civil no puede ser responsable de las acciones militares; rechazo rotundamente, no comparto esos términos del Gobierno de Estados Unidos. Con estos pretextos tratan de cómo Estados Unidos se convierta en el refugio de los delincuentes, que Estados Unidos sea el paraíso de la impunidad”, cuestionó Morales en el acto de clausura de Cóndor II en Sanandita.

Morales aseguró que está convencido que el gobierno del 2003 hizo “mal uso de las Fuerzas Armadas”. “Nuestros comandantes deben estar convencidos del mal uso de las Fuerzas Armadas en las pasadas gestiones”, insistió.

Además de Sánchez de Lozada, los exministros Carlos Sánchez Berzaín y Jorge Berinduague están en el país del norte. “Algunos, que generan cierta opinión se equivocan, creen que Estados Unidos va a devolver a estos delincuentes que cometieron delitos de lesa humanidad, imposible”, sostuvo.

“Lamento mucho que algunos analistas políticos comentan de una mala gestión en el pedido de extradición de las exautoridades y, de paso echando la culpa a las Fuerzas Armadas, con notas desde Estados Unidos; rechazamos rotundamente”, afirmó.

Tras 14 días de permanecer en La Paz, la dirigencia de la marcha indígena decidió hoy retornar a sus lugares de origen en el TIPNIS e iniciar la resistencia a la consulta que apunta a la construcción de una carretera por medio de la reserva natural. El vocero de la movilización, Rafaél Quispe, aseguró que la decisión no implica “una derrota” en la lucha por la defensa del territorio.

Los marchistas llegaron a la ciudad el 27 de junio, tras 62 días de movilización desde Trinidad, en rechazo a la ley 222 que da paso a la consulta para definir la intangibilidad del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.

“La decisión ha sido tomada, vamos a atrincherarnos en las comunidades del TIPNIS”, afirmó Quispe al informativo de la emisora FIDES, en momentos en los que participaba de un cabildo en el que los indígenas expresaron su agradecimiento a la población de La Paz por el recibimiento y apoyo que recibieron en estos 14 días.

La decisión fue tomada la mañana de hoy y también contempla el traslado de una comisión del Consejo de Ayllus y Markas del Qullasuyo (CONAMAQ) y de organizaciones ambientalistas al TIPNIS para frenar el inicio de la consulta, fijada por el Gobierno para el 29 próximo. “Vamos a defender el territorio”, sostuvo Quispe, quien también fue dirigente de la CONAMAQ.

“Recién empieza esta lucha, la lucha continúa; estamos trabajando en la formación de un gran pacto nacional sin discriminación”, anunció y aseguró que la retirada de la movilización a sus lugares de origen no representa una derrota.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó la mañana de hoy que el Ejecutivo está dispuesto a dialogar con la marcha indígena, pero insistió en que es necesario involucrar a dirigentes del Consejo Indígena del Sur (CONISUR), de las 13 regionales de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) y a la nueva directiva del ente matriz indígena.

Los dirigentes de la marcha, como Adolfo Chávez, Fernando Vargas y Bertha Bejarano, en reiteradas oportunidades rechazaron la presencia de la dirigencia del CONISUR porque no los consideran parte del TIPNIS. Los marchistas instalaron una vigilia a una cuadra del centro del poder político, plaza Murillo, y frente a la Vicepresidente del Estado en demanda de diálogo sin condiciones.

La medida de presión será levantada hoy. La Policía gasificó y echó agua desde el carro antidisturbios Neptuno para dispersar, en al menos dos oportunidades a los indígenas que, junto a actividades como Mujeres Creando intentaron romper el cerco policial e ingresar a la plaza Murillo en los últimos días

Quispe informó que apelarán una vez más a la solidaridad de los habitantes de La Paz para conseguir los recursos económicos que permitan el retorno de los indígenas al TIPNIS, en Beni.