En El Alto hay módulos policiales abandonados y sin equipamiento
En El Alto, los módulos policiales son insuficientes porque hay zonas que no los tienen y los reclaman, pero pese a esta carencia existen infraestructuras construidas para ese fin pero que están abandonadas porque no cuentan ni con equipos ni con policías.
Incluso hay espacios policiales, que están equipados, pero que fueron dejados por la Policía, debido a la reacción vecinal que les reclamó su falta de acción.
En esta ciudad existen 61 módulos policiales, pero la mayoría, a decir de la Policía, carece de condiciones mínimas, como la dotación de servicios higiénicos.
El comandante regional de la Policía de El Alto, coronel Francisco Javier Alcázar, criticó las precarias condiciones de los retenes policiales de esta ciudad.
“Me refiero a que en muchas oportunidades no hay buenos ambientes, algunos no tienen servicios básicos, la calidad de los muebles y de las habitaciones no es de las mejores, porque son inmuebles antiguos o no son muy calientes. En una zona tuvimos que abandonar porque los vecinos atacaron el edificio y los oficiales huyeron para no ser agredidos”.
En total, la Policía abandonó tres espacios, dos de ellos porque no contaban con los servicios básicos necesarios y porque los efectivos destinados a controlar la seguridad en esos barrios no tenían acceso a comida ni a baño.
El tercer módulo dejado fue consecuencia de una protesta vecinal que se estrelló contra ese espacio porque, según los habitantes, los uniformados no atendieron de forma oportuna un hecho delictivo que sucedió cerca. Los policías tuvieron que huir del retén para no ser agredidos.
Demanda. “Nuestros efectivos piden que el lugar donde hacen guardia tenga como mínimo baños, dormitorios para el descanso y comida. Son las necesidades de todos los seres humanos para poder trabajar de manera óptima”, agregó.
También hay módulos policiales que funcionan en espacios prestados, porque carecen de uno propio. Por ejemplo, en la zona 16 de Febrero, del Distrito Municipal 5, funciona en la sede social de la Junta de Vecinos, con la estrechez y la falta de condiciones propias de un sitio compartido.
El presidente de este barrio, Mauricio Blanco, dijo que existe un proyecto para edificar en el lugar una infraestructura adecuada, e incluso los vecinos piensan expropiar la vivienda de Félix Yupanqui, alias el Matón Quitacalzón, sindicado de haber dado muerte a los hermanos periodistas Verónica y Víctor Peñasco.
Explicó, sin embargo, que la última opción será tomada en caso de que se compruebe que Yupanqui fue el responsable de la muerte de los periodistas.
“Estamos en ese proceso, lo que les dimos ahora no cuenta con todo lo que se requiere, pero vamos a gestionar como Junta de Vecinos que se mejoren esas condiciones”, admitió el dirigente.
En otro barrio de El Alto, existe una infraestructura nueva pero sin uniformados. Está ubicada en la zona Puerto de Mejillones del Distrito Municipal 4, donde se edificó un retén policial al lado del colegio Tocopilla.
Sin embargo, ese edificio está vacío no sólo de uniformados sino también de mobiliario.
Otro caso similar se presenta frente a la plaza Libertad de la zona 16 de Julio del Distrito Municipal 6, sobre la avenida del mismo nombre. Allí también se construyó una estructura para la Policía, pero está abandonada desde hace ocho meses.
Según los vecinos y comerciantes de la zona, ese edificio sólo sirve para que los bebedores consuetudinarios beban y se reúnan en sus gradas o para que los jóvenes practiquen sus graffitis.
El subalcalde de este distrito, Víctor Huaranca, contó que los efectivos abandonaron el lugar por presión gremial. “Se ha impedido que este módulo funcione y que se lo amplíe sobre el edificio actual, sumado a ello las condiciones en que estaban los policías no era de las mejores”
Huaranca agregó que existe un proyecto de 1.700.000 bolivianos con cuatro plantas sobre 140 metros cuadrados, con todas las condiciones, pero que no tiene un sitio para ser construido.
De manera general, los retenes son pequeños y los dormitorios estrechos, como el espacio para atender al público.
De 3 a 6 efectivos por turno
Según el comandante regional de la Policía, coronel Francisco Javier Alcázar, en cada módulo policial trabajan de 3 a 6 efectivos en cada turno, lo que representa un aproximado de 300 agentes del orden en los 61 retenes. “Por razones estratégicas no podemos mencionar la cantidad de efectivos policiales, podemos mencionar que estamos medianamente aceptables para las expectativas”.
Sólo el 30% de los retenes tiene celdas
Los aprehendidos son ubicados incluso en los dormitorios de los policías
Según el comandante regional de la Policía de El Alto, coronel Francisco Javier Alcázar, el 30% de los módulos policiales cuenta con celdas y el restante 70% no, de modo que allí se retienen a los aprehendidos en los dormitorios de los efectivos del orden hasta que llegue una patrulla para trasladarlos hasta las unidades policiales.
Alcázar dijo que las autoridades deben mejorar la infraestructura de los retenes. “Lo que pasa es que cuando se arresta a un ciudadano que haya infringido la ley, se sospecha de aquello o haya sido acusado, la Policía lo deja en sus habitaciones, en el baño o en el ambiente de la oficina donde se atienden otros casos, y es lo que se debe evitar”.
Manifestó que se pedirá a las autoridades municipales o del Gobierno Nacional que a la hora de edificar un módulo policial se contemple, como mínimo, dos habitaciones, uno para mujeres y otro para varones, dos baños, una celda con baño propio y una oficina de atención a la población.
“Sólo un 30% de los 61 módulos tienen las celdas respectivas, pero aun así las condiciones generales de las habitaciones no son de las mejores”, agregó. La autoridad expresó que el número de arrestados por día varía en cada estructura, dependiendo de la fecha y la ocasión, por lo que no se puede determinar un número exacto.
Dijo que espera que poco a poco se dote a la Policía no sólo de inmuebles, sino de vehículos y equipo de trabajo. Aunque aclaró que lo principal es mejorar la coordinación con la ciudadanía.
