No hay control, usuarios siguen viajando en techos y maleteras
Niños y adultos siguen viajando en el techo de minibuses y buses e incluso hasta en las maleteras en las comunidades paceñas de Huaricana, Huayhuasi y El Palomar, del municipio de Mecapaca. Pese a los anuncios, no hay ningún control, comprobó La Razón ayer.
El comandante departamental de Tránsito, coronel Carlos Gutiérrez, y el sargento segundo de la Policía, Martín Parimartela, informaron que agentes de Tránsito hicieron un recorrido en el transcurso de la mañana por el sector donde se realiza este peligroso traslado de pasajeros, que viola el Código de Tránsito. Sin embargo —dijeron— no encontraron a conductores infractores.
“Junto con mi comandante hemos hecho verificaciones, incluso nos han anunciado que van a reforzar con más efectivos”, dijo el policia. Sin embargo, durante un recorrido que realizó este medio al mediodía, encontró un bus que trasladaba a un escolar y un adulto en la parrilla, al lado de la carga. (foto)
También observó que unidades del trufi Río Abajo, del tipo Caldina, acomodan hasta a tres escolares en el maletero de sus vehículos y cobran por “este servicio”. El artículo 148 del Reglamento de Tránsito señala “con carácter general, ningún vehículo llevará mayor número de pasajeros que aquel para cuya capacidad ha sido construido”.
El inciso 13 del artículo 380, referido a infracciones y sanciones, dispone que por el exceso en el transporte de pasajeros o carga, los conductores infractores serán sancionados con Bs 200 de multa. El jueves, Gutiérrez advirtió que se arrestaría a los conductores que violen la norma, lo que, según él, no se produjo porque no encontraron infractores.
Choferes. La Razón intentó por tercera vez ayer hacer contacto con los dirigentes del Sindicato de Transporte Río Abajo; sin embargo, debido a las festividades en la localidad de Carreras, no logró ubicar a ningún dirigente, pero sí habló con los choferes infractores, que justifican el traslado peligroso de menores y adultos.
Según ellos, las líneas de minibuses que hacen el recorrido a Mecapaca cuentan con 45 unidades para hacer el servicio, de las cuales trabajan por día entre 10 y 15. “Nosotros entendemos que es un traslado peligroso, pero tenemos que hacerlo porque los mismos padres de familia y los dirigentes de los comunarios lo exigen. Cuando rechazamos nos reprenden”, dijo Eliseo Mamani.
Otro chofer, que prefirió guardar su nombre en reserva, señaló que el transporte escolar deberían resolverlo los padres de familia y la unidad educativa San Miguel de El Palomar. “No es que nos falten vehículos, nosotros llegamos llenos y no tenemos espacio y nos ruegan para que les llevemos”, apuntó.
Felipe Aruquipa, docente de esta escuela, manifestó que la falta de coches no es sólo un problema de los estudiantes sino también de los profesores. “Nosotros esperamos horas para irnos a nuestras casas. Los niños tienen el mismo problema y ellos les ruegan a los choferes para que los lleven en la parrilla”, señaló.
Culpan al mal estado del camino
El secretario general de El Palomar, Jorge Patiño, manifestó ayer que el reducido número de motorizados que realiza el servicio de transporte hacia su comunidad se debe al mal estado de la vía. “Desde Huancarani hasta el final de la carretera, el camino presenta muchos problemas. Hemos pedido a la Gobernación que haga mantenimiento, pero no nos hace caso”, añadió. En el recorrido que realizó este diario observó que la vía de tierra tiene huecos y montañas de cascajo acumuladas en diversos puntos.
El dirigente también dijo que los estudiantes que tienen el problema de transporte son los que están inscritos en el colegio Sagrada Familia, ubicado en Huajchilla, en lugar de la unidad educativa San Miguel de El Palomar, de la misma comunidad. “Sus padres creen que es mejor colegio, por eso mandan a sus hijos tan lejos”, señaló.