“El piloto estaba haciendo malabarismos en el aire, mientras se estaba realizando el jocheo (corrida) de toros, en eso perdió el control de la nave, se estrelló contra un árbol y luego contra una casa donde estaba una señora, que falleció”, informó ayer a este diario un oficial del Comando Departamental de la Policía beniana, que prefirió no ser identificado.
Karina Angélica Robles (23), quien se encontraba en el inmueble, perdió la vida, lo mismo que Bilbao Ramón Mayuve (45), piloto de la avioneta roja, con matrícula CP2175. El hecho ocurrió aproximadamente a las 15.30 y también dejó a una persona gravemente herida. Se trata de Regis Sosa (16), quien circulaba en motocicleta cerca de la vivienda en el momento en que se estrelló la nave.
San Joaquín es capital de la provincia Mamoré, del departamento del Beni. Ayer, la población, que tiene alrededor de 6.277 habitantes —según datos del Instituto Nacional de Estadística—, celebraba los 303 años de fundación de ese municipio.
Tragedia. Los Cessna 206, de fabricación estadounidense, son avionetas monomotor, usadas con fines comerciales y para la aeronavegación particular. Tienen una dimensión de 8,61 metros de longitud, 11,12 metros de envergadura, 2,94 metros de altura y una capacidad de carga de hasta seis pasajeros.
“Estaban dos avionetas haciendo sus malabarismos, pero una hizo una pirueta desafortunada a unos 10 o 15 metros del suelo. Primero se estrelló contra un muro del cementerio, luego contra un árbol y al final quedó incrustada en una de las casas vecinas”, relató a la red ATB, Ángel Cubilla, testigo de lo sucedido.
Según reportes de los medios locales, debido a la explosión, el cuerpo del piloto quedó completamente calcinado. En el caso del adolescente herido, “él intentó escapar, pero la explosión lo alcanzó y quedó con quemaduras en los brazos, pies y parte de la cara”, declaró la fuente del Comando Departamental de la Policía del Beni a La Razón.
Regis Sosa fue trasladado de inmediato al hospital Henry Beye de San Joaquín, donde recibe atención médica. Los pobladores, quienes se encontraban en pleno festejo, se llevaron un gran susto pues el hecho se produjo cuando había gran cantidad de personas (no se precisó cuántas) presenciando el espectáculo.
Tras el accidente, las autoridades locales decidieron cancelar los actos programados para estos días en señal de duelo. “Se declaró luto en el pueblo y se suspendieron todos los festejos”, reportaron los medios. Este es el tercer siniestro de avioneta en Bolivia, en lo que va del año, con resultados fatales.
Los primeros se registraron el 21 de abril, cuando dos aeronaves se estrellaron, una en una serranía de Monteagudo (Chuquisaca) y la otra en el aeropuerto Viru Viru (Santa Cruz); murieron ocho personas.
En el primer caso fue una avioneta Cessna la que sufrió el accidente y en el segundo, un avión carguero Curtiss modelo C-46 (CP-1319). El 10 de abril, un Cessna T210N Turbo Centurion dio un panzazo en el aeropuerto de El Trompillo porque no bajó su tren de aterrizaje. No hubo daños personales.
La Razón intentó contactarse con la división policial en San Joaquín, sin embargo, en el Comando Departamental del Beni informaron que las dependencias policiales de ese municipio no cuentan con una línea telefónica.
Festejos por el aniversario
El pueblo de San Joaquín se viste de gala el 21 de agosto, fecha en la que celebra su fiesta cívico-religiosa, que tiene una duración de tres días. Se organizan demostraciones de danzas autóctonas, como zarao, torito y macheteros; y recreaciones sociales como la riña de gallos o el jocheo.