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Deportes, juegos y bailes invitan a tomar la calle en el Día del Peatón

El director de Gobernabilidad de la Alcaldía, Pedro Susz, explicó ayer que la celebración busca que la población se adueñe de las vías y todos los espacios públicos para recuperar su derecho a utilizar la ciudad.

“El ciudadano paceño es agredido a diario por las marchas, los vehículos, por la contaminación ambiental y acústica. Por eso, el sentido que le queremos dar a la celebración de este día es hacer que el ciudadano se reapropie de su ciudad, la disfrute y la redescubra”, aseguró.

El Día Nacional de Peatón y del Ciclista en Defensa de la Madre Tierra fue instituido por el Gobierno mediante la Ley 150, aprobada el 11 de julio de 2011. La norma prohíbe la circulación de vehículos que utilicen cualquier tipo de carburante entre las 00.00 y las 18.00 del primer domingo de septiembre de cada año.  Sin embargo, en el marco de sus competencias, el Gobierno Autónomo Municipal fijó la restricción en La Paz desde las 09.00 hasta las 17.00.

“Las vías estarán abiertas para que las familias bailen, hagan deportes, gimnasia, usen patines o realicen cualquier actividad”, señaló la autoridad edil, quien agregó que para lograr una mejor respuesta de la población, desde las 00.00 de mañana está prohibida la venta y consumo de bebidas alcohólicas.   “Cada macrodistrito realizará operativos de control en coordinación con la Policía”, remarcó Susz.

Para emergencias, se permitirá la circulación de 18 empresas de radiotaxis y ya se entregaron las autorizaciones de circulación para casos especiales. Los parques ediles permanecerán cerrados, porque se busca que la gente se vuelque a las calles.

Voladores o cometas

Es posible que el 2 de septiembre aún soplen los vientos de agosto, entonces un pliego de papel seda o periódico de 30 x 30 centímetros, una tira de papel de un metro, dos pajas flexibles, pegamento y mucho hilo permiten hacer volar los sueños. Tras armar el juguete y sujetarlo bien con el hilo, que sirve de guía, determinar para dónde va el viento, levantar el volador, correr en contra y soltar hilo. Cuidado con los cables de electricidad y los árboles.

Tunkuña o rayuela

Un rectángulo con nueve cuadros o los mismos dispuestos como avión, trazados con tiza o un pedazo de estuco sobre el cemento, son la antesala del cielo donde se alcanza la corona. Para la tunkuña se necesita una illa —piedra plana— que se lanza a los cuadros, hasta donde se llega saltando sobre un píe —cojito—. Una vez recorridos los nueve cuadros, sin pisar rayas ni asentar el pie levantado, se alcanza la meta. Si se pisan rayas se vuelve a empezar. 

Las canicas o bolitas

Tres o más bolas de cristal pueden hacer pasar un buen rato, más aún si se cuenta con las tinkas —esferas más grandes— o las lecheras —en las que domina el color blanco—, buena coordinación y firmeza del pulgar con el índice y una cancha definida por los rivales, mejor si ésta es de tierra. Con las bolitas se puede jugar al opi, que consiste en luego chocar entre ellas y embocar a un hoyo; o al chutis, que es tijchar una para que se estrelle con otra.

El trompo

El córdel resistente, la púa con la punta roma y una gran dosis de destreza son las tres condiciones necesarias para hacer bailar el trompo. Es posible lograrlo al “estilo hombre”, lanzándolo desde la altura del hombro, o al “estilo mujer”, desde más abajo de la cintura. Una vez que gira es posible levantarlo entre los dedos índice y medio y hacer que baile en la palma de la mano. Sí se limita un espacio es posible jugar con tapas de refresco haciéndolas saltar.