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La UPEA impulsa cuatro procesos penales contra exautoridades

Esta exautoridad fue sorprendida el miércoles 22 de agosto en su oficina, cuando aún era titular de ese despacho, en el momento en que recibía 17 mil bolivianos de parte de personeros de la empresa Lesu. El dinero era una recompensa de la compañía por haber sido favorecida con un contrato de dotación de material de laboratorio para la universidad alteña.

La detección in fraganti de este acto fue realizada por el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), que desplegó personal para atrapar a la exautoridad.

El director jurídico de la UPEA, Jorge García Pinto, señaló a La Razón que este caso se encuentra en etapa preparatoria del proceso penal y que los otros tres juicios por la vía ordinaria están a la espera de un sorteo que defina el inicio del procesamiento.

“La universidad no va a dejar impune ningún acto que vaya en contra de su institucionalidad, de su imagen y de los recursos que son para mejorar la pedagogía de los estudiantes”.

El primero de los cuatro casos en ser presentado ante la Justicia es contra Rafael Flores, que en 2003 fungía como director administrativo financiero. Entonces, se descubrió que no contaba con ningún título que lo acredite como profesional del área, pese a que había declarado ser egresado de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.

“En la revisión de documentos que hicimos, éste no figuraba ni como economista, menos como auditor, y lo peor de todo es que la universidad no contaba con sus antecedentes de que haya realizado algún curso”, explicó García.

Ahora, Flores espera la finalización de un juicio por falsedad material iniciado por la UPEA.

Procesos. En 2011 se presentaron otros dos casos, que también se encuentran en etapa de sorteo para determinar la fecha y hora del juicio oral.Uno de ellos es contra el exjefe de títulos y diplomas William Soria Galvarro, de quien se descubrió que solicitaba dinero para la emisión y llenado de los títulos, cuando éstos debían entregarse a los estudiantes de manera gratuita.

También, el exdirector jurídico Pavel Vera fue acusado por las autoridades de uso indebido de influencias, incumplimiento de deberes y patrocinio infiel a la institución.

El ex funcionario fue sujeto de un proceso administrativo, junto con un grupo de trabajadores; además, era defendido por su propia esposa. “Él nunca se excusó ni mencionó que su cónyuge los patrocinaba ante la ley”, añadió el director García.

El último caso se trata del exdirector administrativo financiero Gualberto Tiñini, quien fue acusado por uso indebido de influencias, cohecho activo, enriquecimiento ilícito y beneficios en razón del cargo, tras ser sorprendido en flagrancia en las mismas instalaciones de la UPEA.

El juez que procesa el caso determinó la detención domiciliaria de Tiñini, quien además deberá presentar cuatro garantes para evitar una fuga.
Los casos han despertado preocupación en los estudiantes.

Desmienten denuncias de acoso

Según el Sindicato de Trabajadores Administrativos de la UPEA), hubo un caso de acoso laboral por parte del director de Auditoría Interna (JD), quien fue denunciado por las secretarias de carreras, el contador y varios de sus subalternos. El ejecutivo envió una nota al sindicado, al rector Dámaso Quispe y el secretario general, Anastasio Huanca, en la que  pidió una aclaración por parte del director de esta unidad y una intervención del Rector, pero éste descalificó la acusación.

Las juntas vecinales ceden terrenos a la universidad alteña

Miguel Rivas

La Universidad Pública de El Alto (UPEA) consiguió terrenos e infraestructura para instalarse de los vecinos de varios sectores del departamento de La Paz en el área urbana y rural.

Según el rector de esta casa superior de estudios, Dámaso Quispe, la universidad sólo compró un edificio en la zona Tejada Triangular a un precio de 8,5 millones de bolivianos. “Es una extensión de 2.800 metros cuadrados. Aquí no podemos malversar fondos, todo está abierto a la investigación y comprobación”.

“Los otros predios que se ha logrado, gracias al apoyo de las comunidades y vecinos, están ubicadas en Alto Chijini, Guaqui, Ancoraimes, Chayaguaya, Cruz Loma, 50 hectáreas en Alto San Antonio, Cajuata, Camata”, agregó. Además de Villa Ingenio, Achacachi, Callucata, Viacha y Achocalla, que está por consolidarse.

El edificio emblemático es el último logro de esta entidad, con una inversión de 23.505.911 bolivianos financiados por el Gobierno a través del programa Bolivia cambia, Evo cumple. Su ejecución demoró cuatro años y fue entregado parcialmente en julio de 2012. Falta la construcción del paraninfo detrás de este inmueble, butacas, obra gruesa y fina. Esperamos la buena voluntad del presidente Morales, indicó el rector.

La UPEA también tiene predios que están a la espera de que sean saneados por los mismos vecinos, es el caso de la zona Alto de la Alianza, donde se cedió una extensión de 5.000 metros para la Facultad de Ingeniería.

“Lamentablemente aparecieron supuestos dueños reclamando el derecho propietario”, dijo.

Quispe aseguró que se buscará financiamiento para construir edificios en esos terrenos.

En 12 años, la UPEA graduó a 1.500 estudiantes

Miguel Rivas

En 12 años de vida institucional, la Universidad Pública de El Alto (UPEA) lanzó al mercado laboral 1.500 estudiantes que se graduaron de 22 carreras. A fines de agosto, 100 alumnos obtuvieron su diploma profesional, informó el rector de esta institución educativa, Dámaso Quispe.

Esta casa superior de estudios extendió, además, 600 títulos de posgrado. “Esto demuestra que la universidad está mejorando cada día, ya que antes no se escuchaba de producción intelectual”, resaltó Quispe.

Estos avances, según el Rector, han mejorado la imagen de la universidad alteña, que en sus inicios enfrentó gran inestabilidad debido a pugnas internas que derivaron en cambios de autoridades, marchas, toma de la universidad por los estudiantes, entre otros.

Ahora, dijo, más población se anima a inscribirse aquí debido a la estabilidad. Hace cinco años, esta universidad tenía 16 mil alumnos, pero ahora tiene 27 mil, que reciben instrucción de 1.500 docentes distribuidos en 35 carreras universitarias.

La UPEA destinó 3 millones de bolivianos a apoyar la producción intelectual, con lo que se editaron 17 libros y para septiembre se tiene prevista la publicación de 15 libros resultado de ese número de investigaciones académicas.

Pedagogía. El secretario ejecutivo de la Federación Universitaria de Docentes, Felipe Paucara, considera que la universidad alteña necesita una mejora en su infraestructura en un 50 por ciento de sus edificios para elevar el rendimiento académico.

Además, dijo que hay que aumentar el número de aulas debido al crecimiento poblacional de la ciudad, especialmente por la migración de los jóvenes bachilleres.

Aunque no precisó la cantidad de libros que existen en la universidad, informó que se pretende conseguir un mayor número para diferentes carreras y distribuirlos en las bibliotecas facultativas. Destacó la incorporación de 17 pizarras interactivas en la carrera de Ciencias de la Educación. “Desde un punto de vista crítico, esta carrera tendrá una ventaja sobre las otras y los resultados se esperan que sean a corto o mediano plazo en la formación”.

La autoridad educativa dice que su despacho impulsa un proyecto para dotarse de herramientas para la investigación académica.

Aumenta la oferta académica

Currículo

Las nuevas carreras de la UPEA son Ingeniería Textil, Ambiental, Eléctrica, Autotrónica, Física y Energías Alternativas, Artes Plásticas, Ciencias Políticas, Educación Parvularia, Gestión Turística y Hotelera, Comercio Internacional, Nutrición y Dietética, Zootecnia e Industria Pecuaria y Psicología. Éstas, sumadas a las primeras 22 carreras de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), hacen un total de 35.