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Caen miembros de un clan al que la Policía acusa de dos asesinatos

La fuerza anticrimen (FELCC) capturó el jueves, en Cochabamba, a tres sospechosos del robo y asesinato de dos personas en la localidad de Puchuni, provincia paceña Loayza. El cuarto miembro de la banda logró huir.

Los aprehendidos tras el allanamiento a tres domicilios en la capital cochabambina son parte de un clan integrado por Jaime Padilla Choque (prófugo), Valentina Sosa Mamani (esposa del prófugo), Marisol Padilla Sosa (hija) y Luis Lovera Mollo (yerno), informó el coronel José Saavedra, director de la FELCC-La Paz.

Los sospechosos tienen antecedentes por robo agravado, tentativa de homicidio y circulación de moneda falsa. Uno de ellos ya actuaba desde el año 2000. Benigno Choque, de 55 años, y Gavino Choque, de 36 —padre e hijo, respectivamente—, fueron asesinados por la banda el 19 de julio de este año.

El padre vivía en la ciudad de Cochabamba y su hijo Gavino en Oruro, éste realizaba artesanías en piedra y requería de un motorizado para trasladar sus trabajos a las ferias para ponerlos a la venta, informó el fiscal de Sica Sica, Javier Flores.  Se desconoce cómo tomó contacto con un miembro de la banda, que le ofreció un vehículo de segunda mano por $us 10 mil. Reunió el dinero y pidió a su padre que lo acompañe hasta Puchuni, donde se tenía que realizar la transacción.

“Le ofrecieron a mi hermano la vagoneta mostrándole fotos y ganándose su confianza. Yo tenía que ir con él, pero no pude, es por eso que le pidió a mi papá que lo acompañara. A mi padre lo ahorcaron y a mi hermano mayor le pegaron y luego les dispararon a ambos”, relató Edwin Choque.

Pesquisas. El 20 de julio, comunarios de Puchuni hallaron los cadáveres tirados en un terreno baldío y dieron parte a la Policía.  La estrategia de los delincuentes consistió en llevarlos a un sitio lejano y mentirles diciéndoles que el vehículo estaba guardado en dicho lugar, sin embargo no querían dejar pistas de su crimen a la fuerza anticrimen, dijo el fiscal.

“Se cree que dos de los delincuentes ofrecieron el motorizado al hijo mayor en la terminal de buses de Oruro o mientras estaban viajando. No sabemos de qué tipo era la vagoneta. Lo estableceremos y hacemos esfuerzos para encontrar al que escapó”, agregó.

El coronel Saavedra explicó que tras el levantamiento de los cadáveres y exámenes externos, se estableció que padre e hijo fallecieron tras recibir el impacto en la cabeza de proyectil de arma de fuego del calibre 9 milímetros.

En el allanamiento a los tres inmuebles en Cochabamba, la Policía decomisó cuatro vehículos sin documentos y con placas falsas, con los que se presume la banda engañaba con el mismo modus operandi a otras personas interesadas en comprar vehículos a medio uso. Los investigadores también sospechan que este clan familiar operaba en otras ciudades, como El Alto, a donde ampliarán las investigaciones.