Dos piezas clave de una  red de tratantes, que captaba  a sus víctimas en la red social Facebook y las entregaba por dinero a terceros para ser abusadas sexualmente, fueron enviados con detención preventiva al penal cruceño de Palmasola ayer. La denuncia de su última víctima, una joven de 18 años, permitió la captura de tres personas.

“Son dos hombres y una mujer que se contactaban con menores de edad vía Facebook para ofrecerles  trabajo con jugosas ganancias. Se encontraban con las víctimas y procedían a su secuestro, seguido de violación y vejaciones sexuales”, dijo a la estatal Agencia Boliviana de Informaciones (ABI) el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Miguel Gonzales.

Se trata de Cireluz P. (alias Cielito) y Juan Carlos S. (alias El Álex) —miembros de la banda—, y Nerid C. T., empresario a quien le fue entregada esta joven y que era un cliente frecuente de los tratantes. La fiscal Giovana Rivas imputó al trío por los delitos de violación agravada y trata y tráfico de personas con fines de explotación sexual, y requirió su detención preventiva.

Sin embargo, la jueza Mariela Gutiérrez, del Plan Tres Mil, liberó a la mujer previo pago de una fianza de Bs 20 mil, reportó el corresponsal de La Razón en Santa Cruz, Iván Condori. La víctima relató que fue engañada para ser entregada al supuesto empresario. Hace meses Paola M. S., quien se halla prófuga, tomó contacto con ella a través del Facebook.

“Durante mucho tiempo me mandaba solicitudes de amistad, que finalmente acepté. Chateábamos a diario, hasta llegamos a comunicarnos por teléfono, yo le contaba cosas personales porque la consideraba una buena amiga”, relató la joven a la Policía según ABI.

“Ella —agregó—me propuso que hagamos un junte (reunión de amistad). El día que teníamos que encontrarnos, hablamos por teléfono y me dijo que no podía recogerme porque tenía que arreglar su casa para recibirme y que iba a mandar a su primo para que me recoja. Acepté, llegó un pelao (joven) y me habló por mi nombre me dijo: ‘Me manda Pao  para que te lleve a su casa’. En el camino me dio un vaso de refresco y no me acuerdo de nada más”.

Gonzales informó que la muchacha fue entregada al propietario de la empresa de acero, al que se le encontró la filmación de la vejación a esta menor y a otras mujeres. La joven de 18 años, que dijo que era virgen, sufrió un desgarro vaginal de siete centímetros aparentemente provocado por un objeto que le habría introducido el agresor, según estableció la pericia forense.

El progenitor de la víctima pidió la pena máxima para los autores del delito. “La juventud está en peligro no solamente por las drogas, sino por este tipo de gente, que destruyen la virginidad de una niña. Ellos deben recibir un castigo severo, porque nadie sabe a cuántas personas dañaron”, dijo en declaraciones al corresponsal de La Razón.

Sin embargo, aún quedan cabos sueltos. Por ejemplo, la víctima relató que le dio la contraseña de su cuenta de Facebook a Paola M.S., su supuesta amiga, para que borrara una foto  que ella no podía quitar.“Desde entonces se hizo pasar por mí. Desde mi página escribía precios por actos sexuales como si yo estuviera haciéndolo”, dijo la muchacha a un diario cruceño.

La trata de personas según la ley

Definición

La Ley Integral Contra la Trata y Tráfico de Personas dice que incurre en el delito de trata quien por cualquier medio de engaño, intimidación, abuso de poder, uso de la fuerza o cualquier otra forma,  obtenga la concesión o recepción de pagos para favorecer la captación, traslado, transporte, privación de libertad, acogida o recepción de personas para 14 fines, entre los que figuran la explotación sexual y el turismo sexual.

La Policía recomienda no publicar datos personales

Para evitar que antisociales puedan contactar a sus víctimas a través de las redes sociales, la Policía recomienda que los usuarios no coloquen datos personales ni otros contenidos que permitan que se los ubique fácilmente. El mayor Wálter Sossa, jefe de la División Trata y Tráfico de Personas de la fuerza anticrimen de La Paz, aconsejó no publicar números telefónicos, direcciones de domicilios o de oficinas de trabajo por razones de seguridad.

“Ni siquiera del colegio en donde estudian ni de su familia, porque son utilizados (por los delincuentes) para hacer un seguimiento”, dijo el mayor. Si la familia cuenta con el servicio de internet en casa, los padres deben colocar las computadoras en un lugar visible, para que hagan el control respectivo. “Así sabrán qué escriben sus hijos. Tampoco es conveniente subir fotografías”, recomendó.