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Compras de pánico horas antes del censo

Miles de personascolapsaron los supermercados y las gasolineras de la ciudad de La Paz en lanoche del martes para aprovisionarse de artículos de primera necesidad ygasolina ante el feriado del Censo Nacional de Población y Vivienda de2012.

Las redes socialesse llenaron de mensajes en su mayoría irónicos sobre el afán consumista de lapoblación.

«¡Por favor nocompren tanta comida! No es necesario invitar a desayunar, almorzar o cenar ala gente del censo», escribió un twittero, en tanto que otro ironizó: «Boliviaconvirtió el Día del Censo en el Día de la Comilona».

El analista RicardoPaz escribió: «Un ambiente de claustrofobia se apodera de la ciudad de La Paz:Supermercados llenos, gente aprovisionándose como si el censo fuera a durar un mes».

Los supermercadosubicados en el sur de la ciudad registraron verdaderas avalanchas decompradores.

«Están saqueando elsupermercado para sobrevivir al Censo 2012», escribió un vecino en su cuenta deTwitter. «¡Están locos! La gente compra comida como si mañana se acabara elmundo», comentó otro.

«Vivo en eledificio del Hipermaxi de Miraflores. Hay gente que sale con bolsas de cincokilos de arroz, azúcar, etc. Los miro de la ventana y cago de risa», comentóuna vecina. «Ya cerraron el Hipermaxi de Los Pinos. Creo que colapsaron y nopudieron con la gran afluencia de gente», agregó otra.

Las gasolineras también registraron compras de pánico. «Mañana nadie circula por el censo y hay colas infernales en las gasolineras ¿Quién me explica?», preguntó el cineasta Marcos Loayza.

«¿Y para qué llenan los tanques de los autos si mañana está prohibida la circulación de vehículos?», comentó un «feisbuquero». «Tener el tanque a full y el refri lleno no era requisito para ser empadronado», ironizó otro.

Evidente, había una gran confusión en torno al censo, ya que nadie se explica las razones por lasque la gente se volcó a tiendas y supermercados como no había ocurrido antes envísperas de un «feriado normal».

«A estas horas, nohay duda de que el censo genera confusión», era uno de los comentarios.

«Con tanto afán deaprovisionarse, comienzo a dudar de la duración del censo», escribió el periodista Rubén Atahuichi, mientras que su colega Andrés Gómez Vela opinó entono de humor: «Alguna gente media chiflada se aprovisionó de alimentos y otras cosas hasta el próximo censo, es decir hasta el 2024».