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Comerciantes convierten zonas de La Paz en inmensos basurales

“Aquí es la basura, ¿no?”,  pregunta una frutera ambulante de la zona El Tejar. No hay un contenedor o basurero a la vista, pero ella abandona  dos bolsas negras con basura sobre un montón de desechos acumulados en la calle Cardona. Son las 21.45 de un domingo cualquiera.

Vendedores y vendedoras de ferias callejeras y de los alrededores de los mercados —principalmente en la zona oeste—, han convertido el espacio público en un inmenso basural, pasando por encima del Reglamento Municipal de Aseo Urbano, que prohíbe tirar la basura en vía pública y les obliga a recogerla.

Cada madrugada, un ejército de empleados de la empresa encargada del recojo de la basura (Sabenpe) retira toneladas de basura, de las calles y mercados, aunque 40% del costo de la limpieza es subvencionado por el gobierno municipal y, otro porcentaje por la población y los comerciantes que tienen puestos fijos en los mercados. Los usuarios comerciales pagan entre Bs 8,34 a Bs 94 al mes.

Según el Sistema de Regulación y Supervisión Municipal (Siremu), las 31.605 comerciantes en vía pública y  quienes tienen puestos fijos en los mercados generan por día 100 toneladas de desechos, el 19% de las 520 toneladas que se producen en la ciudad de La Paz a diario.

Subvención. “Las comerciantes de vía pública no (pagan la Tasa de Aseo Urbano), como las ‘mañaneras’ (vendedoras de ropa que se asientan en la calle Illampu)o las que salen los fines de semana a vender en el mercado Rodríguez, a ellas no se les cobra la tasa”, manifestó Rosemarie Gardeazábal, directora del Siremu.

De las 100 toneladas de basura que generan ferias y mercados, unas 80 toneladas son producidas en la zona oeste de La Paz. Según el Siremu, los sectores donde se genera más basura en la urbe paceña son las calles Max Paredes, Rodríguez, Calatayud, La Tablada, la zona de El Tejar, la avenida Buenos Aires, la calle Sagárnaga, el Puente Topáter, San Pedro, Alto San Pedro y la avenida Kollasuyo.

La Dirección de Mercados del gobierno local informó que en la ciudad existen 5.880 comerciantes dentro de mercados paceños, que pagan la Tasa de Aseo Urbano, pero por cada uno hay cinco vendedores o vendedoras ambulantes. “El gobierno municipal y la población están cubriendo el recojo de esta basura”, señaló Gardeazábal.

La Tasa de Aseo Urbano tiene tres categorías, doméstica, comercial  e industrial y se cobra en la  factura de Electropaz. La Razón hizo un recorrido desde las 20.00 a 23.30 por 18 puntos de la ciudad donde hay mercados y comercio en vía pública, como: El Tejar, las calles Héroes del Pacífico, Cardona, Baptista, Calatayud, Uyustus, Buenos Aires, Max Paredes, Garcilazo de la Vega, La Tablada y Ortega, Tumusla y Tamayo.

También visitó las calles colindantes al mercado Belén, Villa Fátima, Villa Copacabana, Uruguay y de Las Flores. “Nosotros pagamos la luz y deben recoger”, enfatizó Justina Jiménez, dirigente de la Garcilazo de la Vega. “Nos han hecho acostumbrar por eso lo dejamos así, es de tiempo. Además tenemos cuatro medidores”, indicó una dirigente de la Uyustus.

El Reglamento Municipal de Aseo Urbano (2006) dispone que las vendedoras que ocupan vías públicas deben limpiar hasta dos metros de radio del punto donde se encuentran y no pueden dejar desechos en las calles.

Abuso. Sin embargo, a las 21.30 del sábado, cuando ya no hay control, las  ambulantes de las calles Zoilo Flores, Rodríguez, Lara o Riobamba dejan todo tipo de desechos regados por aceras y calzadas. “Es peligroso, las personas al bajar se resbalan, las personas ebrias también porque dejan cáscaras de frutas, y con la lluvia es peor”, sostuvo Carla Z., quien vende dentro del mercado Rodríguez.

El tener basura expuesta en espacios públicos afecta la imagen de la ciudad, produce enfermedades y “en época de lluvia, es potencial peligro porque tapa las bocas de tormenta”, advirtió Efraín Fernández, de la dirección edil de Medio Ambiente 

A las 22.30 del domingo, por la Héroes del Pacífico se observa una montaña de basura en la esquina con la Bustillos. Por la Baptista, cerca del Cementerio General, las ambulantes se retiran sin recoger los desechos que generan. En la calle Uyustus las vendedoras acumulan su basura —bolsas plásticas y cartones— debajo de sus puestos. 

En la Buenos Aires y Garcilazo de la Vega la basura acumulada sobrepasa las rodillas, y como la montaña es enorme, los vendedores habilitan otro al frente, donde también se echan residuos de comida.  “Sólo en una cuadra barro y acumulo como 25 montones de basura”,  expuso una empleada de la empresa de Sabenpe, encargada del recojo nocturno de la calle Max Paredes.  “En la calle Mayor Lopera, de Villa Fátima, hago como 40 montones”, precisó otro empleado nocturno de la empresa recolectora.

Reglamento municipal de aseo urbano

El Art. 39 dice: “En los casos de asentamientos de comercio en vías y espacios públicos, los comerciantes se encuentran en la obligación de mantener el área que ocupan en estado de limpieza y efectuar el correspondiente embolsado de los residuos que generan hasta en un radio de dos metros; en el caso de colindancias, ambos comerciantes se encuentran en la obligación de mantener esta área limpia”. El Art. 49 indica que se prohíbe “echar residuos sólidos en vías y espacios públicos sin utilizar contenedores”.