Fueron amigos hasta el día en que murieron trágicamente
Los dos jóvenes que el sábado fueron hallados muertos luego de ser arrastrados por el río Choqueyapu eran buenos amigos y el sostén de sus familias.
Johnny Condori (24) y Kevin Gutiérrez (23) encontraron la muerte como habían trabajado los últimos cinco años: juntos. Ambos eran amigos y el sustento de sus familias, que piden ahora apoyo y que se conozca cómo murieron.
Los dos jóvenes que el sábado fueron hallados muertos luego de ser arrastrados por el río Choqueyapu eran buenos amigos y el sostén de sus familias. Condori tenía dos hijos, Jhonathan (5) y Yesica (3), que los criaba con la ayuda de su mamá desde que su pareja los abandonó, y Kevin mantenía a sus tres sobrinos, tras la muerte de su hermana mayor. El destino quiso que también murieran juntos. “Ahora los estamos velando y mañana (domingo) los vamos a enterrar uno al lado del otro”, dijo en el velatorio Noemí, hermana de Kevin.
Necesidades. No fue el primer trabajo en el que ambos arriesgaban sus vidas, según Máxima Huacho, mamá de Johnny; ambos trabajaban en otras obras.
Los familiares recuerdan que el viernes ambos trabajadores emprendieron la rutina de la última semana. Por la mañana, se dirigieron a la bóveda del río Choqueyapu donde pasarían todo el día sacando equipos de bomba de agua. Pero luego de la torrencial lluvia que cayó después del mediodía, los dos fueron los únicos en continuar la peligrosa tarea. “Dice que eran seis, pero los otros cuatro eran familiares, no sé si del ingeniero David o del contratista, por eso no los han mandado a recuperar la bomba”, narró la madre de Johnny.
Wilfredo Vargas, cuñado de Kevin, adelantó que para este lunes está programada una reunión entre los representantes de Empresa Movimiento de Tierra (Emovit), la empleadora, y los beneficiarios de la indemnización por muerte accidental. “Queremos que la empresa, que hasta ahora se está haciendo cargo de todos los gastos, cumpla con una indemnización”.
Hasta ayer, La Razón no pudo hablar con Antonio Palacios, abogado de Emovit, que hace seis meses empleó a los muchachos.
Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en El Palomar, a una hora en auto al sur de la ciudad de La Paz, camino a Mecapaca.
El trabajo que hacían los obreros
Rutina
Los dos fallecidos trabajaban por debajo de las aguas del río Choqueyapu, para reparar las soleras de hormigón que fueron desgastadas en los últimos 35 años.
Se encargaban de realizar el mantenimiento del sector, es decir, recolectar arena y otros materiales que a diario son depositados por los 20 afluentes del río y recargados por la basura que llega aguas arriba de los estantes de la ciudad. El trabajo se realiza en medio del olor nauseabundo proveniente de las aguas.