Explosiones de petardos atentaron dos veces ayer contra los piquetes de la huelga de hambre de la Central Obrera Departamental (COD) y del Comité Cívico de Oruro (CCO).
Después del hecho, los huelguistas manifestaron su temor por nuevas presiones para obligarlos a abandonar la medida. Sin embargo, las personas que instalaron las medidas de presión en la COD le restaron importancia al atentado y al contrario indicaron que es una motivación para continuar la medida.
El gobernador de Oruro, Santos Tito Véliz, lamentó el ataque. “Vamos a mediar una reunión con la COD y la Asamblea Departamental a fin de buscar consenso en el conflicto, pero convocó a los ayunadores a levantar la medida y evitar daños personales”.