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Una romería de jóvenes recuerda el ingreso de Jesús a Jerusalén

“Aclamar al Señor con júbilo”, “misecordia al Señor”, eran las coplas que entonaba un grupo de 30 jóvenes y niños en una romería que recorrió ayer varias calles de la zona de San Pedro durante la celebración católica del Domingo de Ramos.

“El Señor es nuestro rey y salvador, celebramos esta fecha tal como se recibió a Jesús con las palmas cuando ingresó a Jerusalén”, indicó Franz Palacios, uno de los integrantes del grupo de catequesis de la parroquia San Pedro, que reúne a niños y jóvenes de entre los 10 y 18 años.

Con ramas en las manos, cruces de madera y globos caminaron por varias cuadras tirando papeles de colores picados. Todos eran liderados por Palacios y otros jóvenes que llevaban una radio que tocaba canciones religiosas.

Para demostrar su fe, otros creyentes asistieron a las iglesias en las que hacían filas e incluso permanecían parados, debido a la gran cantidad de asistentes, hasta que concluyan las misas para hacer bendecir sus palmas. Esto se observó en la plaza Mayor de San Francisco, la Catedral Metropolitana, en la plaza Murillo, y la Santa María, en la plaza Emilio Villanueva.

Homilía. Orlando Cabrera, sacerdote de San Francisco, señaló en su homilía que el comienzo de la Semana Santa representa la oportunidad de conocer más a Jesús y repasar el catecismo. “Ser cristiano es tener fe en Jesús, y fe es confiar en él, y confiar en él es hacer lo que él avisa, a partir de donde estamos somos exhortados a repasar el catecismo, nadie podrá quitarnos la fe y recordaremos su memoria, muerte y resurrección. Con humildad reconozcamos nuestros pecados”.

Fue en ese templo que debido a la gran demanda por recibir las bendiciones, otros religiosos tuvieron que echar el agua bendita desde las puertas de acceso a la iglesia.

En Cochabamba, el arzobispo Tito Solari pidió en su discurso reflexión y además convocó a los fieles a cambiar de vida. “Una vez más hagamos la reflexión, el examen de conciencia, ¿acaso estoy mirando a Jesús, no estoy mirando mis intereses, mis ganas de llenarme de dinero y estoy viniendo aquí a una celebración sagrada pero mi corazón está mal? Debemos reconocer que estamos mal”, aconsejó a los fieles.

En Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, quien estuvo a cargo de la celebración eucarística en ausencia del cardenal Julio Terrazas, quien se encuentra aún en Roma, recordó que esta fecha debe ser concebida como un encuentro entre Jesús y su pueblo, y en la que se hace expresa la propuesta de seguirlo en la larga subida que él emprendió para llegar a Jerusalén.

Los fieles de La Paz también tienen sus convicciones al momento de recordar a Jesús. Betty Flores, por ejemplo, dijo que “es una semana para recapacitar y meditar que todavía tenemos tiempo de recuperar nuestra fe que nos hace falta”. Por su parte, Ingrid Contreras enfatizó: “Mi familia vive la Semana Santa”.

Para la creyente Shirley Cueto fue “muy importante” recibir la bendición, por ello ayer adquirió varias cruces las que, según señaló, colocará en cada habitación de su hogar. “(Esta costumbre) la adquirí desde pequeña, vamos a llevar esa bendición a nuestras casas”, señaló en iglesia de San Francisco, donde se celebraron eucaristías desde las 06.30 hasta las 12.00.

Cientos de comerciantes se apostaron en las puertas de los templos para ofrecer las ramas en forma de cruces y canastas entre Bs 1,50 y Bs 7, además de rosarios y ramilletes con rudas y retamas hasta en Bs 15. La gente llevaba más cruces y palmas.

Por qué el día de ramos

Religión
La historia cristiana señala que el Domingo de Ramos tiene su origen en la entrada de Jesús a Jerusalén. Una muchedumbre al verlo llegar cubrió el camino con hojas de palmas. Ese día inicia la Semana Santa, que recuerda su pasión, muerte y resurrección.

‘No dejen que les roben la esperanza’, dijo Francisco

Unos 250 mil creyentes participaron de la misa   en la Ciudad del Vaticano

EFE – Ciudad del Vaticano

Francisco abrió ayer los ritos de su primera Semana Santa como papa con la procesión de las Palmas, en la que dijo que los cristianos no pueden ser personas tristes. Les exhortó a que nadie “les robe la esperanza” y también denunció los males que hay en el mundo, pero aseguró que con Cristo se pueden vencer. Ante más de 250 mil personas que asistieron, según el Vaticano, a los ritos del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro y las calles adyacentes, el pontífice Bergoglio invitó a los cristianos a llevar la alegría de Cristo a todo el mundo y a no “ilusionarse” con la sed del dinero, que dijo, “nadie se llevará consigo”. “Como decía mi abuela: niños, el sudario no tiene bolsillo”.

“No seáis nunca hombres y mujeres tristes: un cristiano jamás puede serlo. Nunca os dejéis vencer por el desánimo. Nuestra alegría no nace de tener muchas cosas, sino de haber encontrado a una persona, Jesús; con él nunca estamos solos, incluso en los momentos difíciles, aún cuando el camino de la vida tropieza con problemas y obstáculos que parecen insuperables y ¡hay tantos!”.

El Papa argentino afirmó que Cristo no entró (a Jerusalén) para recibir los honores reservados a los reyes de la tierra, sino para ser azotado, insultado y ultrajado.