El Defensor del Pueblo verifica falencias en 7 centros infantiles
Visita. La Razón denunció malas condiciones y motivó la revisión
La representación departamental en La Paz del Defensor del Pueblo corroboró ayer, en siete locales de El Alto, que hay centros infantiles que carecen de condiciones adecuadas de infraestructura y personal calificado, como denunció La Razón. Hizo lo propio en 12 lugares de La Paz.
Las irregularidades encontradas por la delegación oficial que inspeccionó los centros sin aviso previo son: falta de acreditación del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de la Gobernación de La Paz y ausencia de botiquines de primeros auxilios, extintores de fuego, baños limpios, salas, salones, habitaciones y aulas con el suficiente espacio para que los menores de edad se desenvuelvan.
“El personal que atiende a las niñas y niños es en su mayoría egresado del área parvularia, lo que es una contradicción, cuando esos centros ofrecen servicios de psicopedagogía, estimulación temprana y educación inicial”, informó la representante del Defensor del Pueblo de La Paz, Teófila Guarachi.
Según datos del Sedeges, en El Alto funcionan 80 centros infantiles privados, pero sólo uno de ellos tiene acreditación de la Gobernación de La Paz, se trata de Rayitos de Sol, ubicado en la zona Ciudad Satélite del Distrito 1. La Razón visitó, la semana pasada, por su cuenta tres centros infantiles y halló falta de condiciones mínimas para la atención de los menores de edad.
Medidas. Guarachi indicó que los resultados de las verificaciones defensoriales, realizadas ayer, serán remitidos a las autoridades departamentales y municipales para que éstas efectúen el seguimiento y las inspecciones en cada uno de estos espacios con la finalidad de mejorar la atención de las niñas y los niños.
En El Alto, uno de los centros visitados ayer por la Defensoría del Pueblo fue Mis Primeros Pasitos, ubicado en la calle Raúl Salmón esquina calle 5 de la zona 12 de Octubre, y allí llamó la atención que esté ubicado encima de un bar restaurante. En ese sitio se evidenció que el dormitorio habilitado para los niños no cuenta con cunas, sino con frazadas tendidas en el piso, con almohadas que son utilizadas para el descanso de los infantes.
En este mismo lugar, los baños no estaban aseados, la cocina tenía las puertas abiertas y las hornillas estaban a menos de un metro del suelo, lo que plantea riesgos para los niños.
En el momento de la visita, una sola educadora atendía a nueve niños, pero ella no tenía papeles que avalen su licenciatura o formación parvularia. “Estoy en último año de la carrera y pronto tendré mi licenciatura”, dijo, al justificar la falta de documentos.
La propietaria y la administradora aceptaron que las condiciones del lugar no son las más adecuadas para la atención de niños y niñas y se comprometió, ante la Defensoría, a mejorar la infraestructura en el plazo de un mes.
Un centro de similares características fue hallado en La Paz, donde los ambientes estaban separados sólo por muebles y los niños dormían en el piso, según comentó Guarachi. “En estos dos centros, uno de El Alto y el otro de La Paz, se evidenció que las niñas y niños no tienen ni un solo material para desarrollar la psicomotricidad fina y gruesa. Están al cuidado de una sola persona y la comida que se les ofrece a mediodía es adquirida en el mercado de la zona o de lugares cercanos”, indicó Guarachi.
El mayor de los problemas en estos centros, explicó, es que el personal o no es suficiente o no cuenta con un título que respalde sus estudios para el apoyo y enseñanza de infantes. También se constató que estos lugares son viviendas familiares adaptadas para la atención de menores con ambientes distribuidos en comedor, sala de juegos, cocina y otros sin una adecuada distribución pedagógica.
Ubicado encima de un bar
Peligro
El centro infantil Mis Primeros Pasitos se encuentra encima de un local en donde además de almuerzo se expenden bebidas alcohólicas. Los vecinos afirmaron que un niño de este recinto fue víctima de violencia física por una persona que se encontraba ebria.