La vida de las siamesas, unidas por el tórax y abdomen, está en riesgo. Los primeros exámenes constataron que comparten el hígado e intestino; una tiene un solo riñón y presenta cardiopatía que le impide respirar. Un grupo de especialistas ofreció realizar una cirugía en La Paz.
“Si las niñas son separadas, una de ellas podría perder la vida. Lo concreto es que una tiene un solo hígado y se encuentra delicada porque sufre una afección cardiaca”, sostuvo Ángel Maida, especialista en perinatología del hospital materno Germán Urquidi, de la ciudad de Cochabamba.
En La Paz, el cirujano pediatra Edwin Dolz informó a La Razón que se contactó con Maida y está a la espera de los estudios para establecer la gravedad del caso, pero adelantó que existe probabilidad de trasladar a las niñas a la sede de gobierno para someterlas a una cirugía de separación, de forma gratuita.
“Tenemos un equipo de especialistas para poder intervenir en la separación de las siamesas, sin costo alguno. Sólo tendríamos que preocuparnos por el alojamiento y estadía de los padres”, manifestó el especialista. El galeno de Cochabamba sostuvo que está en contacto con su colega de La Paz y que en base a los estudios podrán trasladar a las niñas, en los próximos días, para la intervención.
Antecedentes. El jueves 16 nacieron las siamesas con un peso de 5.620 gramos, pero en el control de ayer se estableció que bajaron 100 gramos, es decir que el peso llegó a 5.520. El padre cumplió 17 años y la mamá 16 y ambos tienen dos hijos mayores a las niñas. La familia es de escasos recursos económicos y hasta ayer la madre continuaba internada en el hospital.
En el valle, Maida indicó que las siamesas fueron sometidas a estudios complementarios de tomografía, resonancia magnética y otros. “Necesitamos saber exactamente qué órganos comparten y cómo están. Mañana (hoy) nos darán el detalle de los informes y nos comunicaremos con el especialista de La Paz”.
Una de las niñas, informó, se encuentra delicada, porque sufre de una afección cardiaca, aparentemente una cardiopatía que le dificulta la respiración. “Está con oxígeno y su sobrevivencia está en riesgo”, explicó. Además, tras los exámenes se sospecha que la niña con afección cardiaca no tiene un riñón.
Para el perinatólogo, las siamesas son asimétricas, comparten órganos y la conducta se hace más difícil. “Si acaso una de ellas perdiera la vida, la situación estará más delicada. Al separarlas se pondrá en riesgo la vida de una de ellas, pues no es posible dividir el hígado”, afirmó.
Por su parte, Dolz indicó que las siamesas asimétricas tienen mayores probabilidades de ser separadas, porque los órganos como el corazón, riñón y estómago son independientes y que se podría hacer un trasplante de hígado. “En el país existen los especialistas y tecnología adecuada para realizar este tipo de operaciones”, dijo.
Especialistas en pediatría realizarán la intervención
Especialistas del Centro de Pediatría MediDoc y de la clínica Alemana de La Paz ofrecieron sus servicios y equipo médico para realizar la separación de las siamesas y velar por su recuperación, informó el cirujano pediatra del grupo, Edwin Dolz.
“Tenemos cardiólogos, terapeutas, cirujanos cardiólogos, cirujanos cardiovasculares, anestesiólogos, intensivistas y otros especialistas que son formados en pediatría; además contamos con el apoyo de enfermeras del área y un equipo de última tecnología de la clínica Alemana. Entre todos esperamos el arribo de las niñas para realizar la intervención”, dijo.
El galeno aclaró que si bien no necesitarán dinero para la cirugía, el requerimiento será para algunos medicamentos postoperatorio, por lo que pidió apoyo a la población, debido a que los padres de las niñas son de escasos recursos económicos. El viceministro de Salud, Martín Maturano, anunció que su despacho buscará una forma de apoyar a la familia con los medicamentos. “Aunque no es nuestra competencia, lo haremos”.
Nacimientos de siameses
Según la Organización Mundial de la Salud, en uno de cada 200.000 partos nacen siameses. El 50% nace muerto y el 75% son mujeres. En Bolivia es el segundo caso, el primero se dio en La Paz en 2000.