La Alcaldía de El Alto tiene 24 bibliotecas, donde están depositados 97.868 libros, de los cuales el 57%, es decir 56.434, fue donado por el escritor y costumbrista Antonio Paredes Candia y está a disposición del público en el museo que lleva su nombre en Ciudad Satélite.
El 43%, es decir 41.434 textos, está distribuido en las 23 bibliotecas municipales restantes, lo que equivale a un promedio de 1.800 en cada una de ellas.
“Todos los libros se destacan, pero hay cinco que son los más antiguos que datan de 1796 y 1825. Están cubiertos con cuero de chivo. Pretendemos sacarlos de la biblioteca para colocarlos en un museo por la cualidad histórica que poseen”, detalló el jefe de la Unidad de Espacios Culturales de la Dirección de Cultura de la Alcaldía, Wenceslao Márquez.
Entre las piezas que se pueden hallar en este repositorio se tiene una colección de revistas referidas al guerrillero Ernesto Che Guevara. Éstas contienen diversos artículos relacionados con su vida y su trayectoria política.
Los escritos de Antonio Paredes Candia se encuentran en tres volúmenes de consulta.
Los estantes de este sitio miden cerca de tres metros, están hechos de madera y está protegidos con vidrios corredizos para evitar robos. Sólo la encargada tiene las llaves para acceder a los tomos.
La biblioteca se encuentra en el museo de Ciudad Satélite, donde además se exponen esculturas y pinturas de artistas alteños y de otras regiones del país.
Este sitio es una torre, que inicialmente servía para almacenar el agua con el que se abastecían los vecinos de Ciudad Satélite. Allí están los restos del costumbrista.
Primeras salas en Alto Lima y Villa Adela
Las bibliotecas municipales de las zonas Alto Lima y Villa Adela fueron las primeras en ser creadas en esta urbe, ambas en 1985. La primera fue una iniciativa de los vecinos y la segunda, del padre Sebastián Obermaier.
En Alto Lima, los habitantes del sector buscaron la cooperación de varias instituciones para adquirir los libros, esencialmente de colegio con el fin de apoyar pedagógicamente a los estudiantes de las unidades educativas de la zona.
“Recuerdo que nos dijeron que deberíamos orientar a nuestros hijos hacia el estudio y evitar que se dediquen a otro tipo de actividades negativas. A partir de allí se propusieron varias alternativas como la dotación de libros”, explicó Jorge Cusicanqui, vecino de la zona.
En Villa Adela, Obermaier instaló una sala de lectura en la parroquia Cuerpo de Cristo y dio la oportunidad a estudiantes de colegio para que acudan allí a consultar temas sobre lenguaje, matemáticas, historia y religión.
Colocarán ordenadores para atraer lectores
La Unidad de Espacios Culturales de la Dirección de Cultura de la Alcaldía tiene un plan para mejorar la afluencia de lectores a las bibliotecas municipales. Espera instalar cinco computadoras en cada una de ellas y, además, ordenadores para invidentes.
Hace 20 días, la Comuna inauguró un espacio para invidentes en el museo Antonio Paredes Candia. El sitio cuenta con 30 libros en sistema braille.
Juliana Maydana Quispe, una persona no vidente, se hará cargo del salón para personas con esta discapacidad. “Estamos haciendo la inventariación de los textos braille que se poseen para orientar a los usuarios”. En su mayoría son normas jurídicas, como la Carta Magna.
“Los proyectos son variados. Ante la proliferación de internet, donde muchos prefieren ir a consultar y no revisar textos, se pensó en habilitar espacios en los que se pueda combinar la tecnología con el papel”, agregó, aunque no dio a conocer la fecha de ejecución.