El Defensor del Pueblo condenó este sábado la violencia física, sicológica y psimbólica que sufren las personas con opciones sexuales diferentes por parte de una sociedad que teme y rechaza la diferencia, además de ejercer acciones de persecución, discriminación y segregación, situación que niega todos sus derechos, incluyendo aquellos que tienen que ver con sus opciones sexuales.
«No se puede seguir tolerando este tipo de actos, condenamos la violencia física, sicológica y simbólica que sufren las personas con opciones sexuales diferentes de parte de una sociedad que teme y rechaza la diferencia y ejerce sobre ellos y ellas acciones de persecución, discriminación y segregación, negándoles no solo el ejercicio de sus derechos sexuales sino incluso otros derechos», afirma el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, según un boletín institucional.
El 28 de junio se rememora el Día de las Diversidades Sexuales. El Defensor afirmó que en Bolivia, no obstante la vigencia de una norma que sanciona la discriminación en todas sus formas, las personas con diferente orientación sexual aún son víctimas de niveles considerables de violencia y segregación en todos los niveles.
«Nuestra sociedad todavía mantiene un conservadurismo irracional frente a las opciones sexuales diferentes y, aunque esto ha ido mejorando con el tiempo, aún es parte de la cultura de familias, escuelas, lugares de trabajo, deportes e iglesias y lamentablemente muchas veces esta falta de aceptación termina en violencia», dijo.
Mencionó casos de ataques violentos y asesinatos de personas con orientación sexual diferente en el último tiempo y al respecto hizo referencia al estudio, «Situación de las poblaciones TLGB en Bolivia», realizado por Conexión, Fondo de Emancipación el año 2010, en cuatro ciudades del país donde se muestra que siete de cada 10 transexuales, gays, lesbianas, transformista o travestis han sido víctimas de algún tipo de agresión en su vida y que el 24% han percibido en su vida alguna forma de discriminación.
Estas cifras, manifiestó Villena, preocupan porque muestran altos niveles de discriminación intolerables especialmente si consideramos que por ejemplo el 89% de las personas discriminadas en las escuelas fueron expulsadas o que los compañeros y compañeras de trabajo sean los que más discriminan.
Los datos dan cuenta que en el área de salud, por ejemplo, la discriminación se refleja en la negativa a la atención y en el maltrato; mientras que en el caso de la justicia y la policía el tratamiento y gestión de sus denuncias se ve normalmente rechazado o afectado por su condición. Como prueba de ello, se señala, es el caso de una persona transexual que fue violada y golpeada por cuatro hombres en la ciudad de Cochabamba y que tiene que ser sancionado por la justicia.
La Defensoría del Pueblo, enfatizó Villena, exige a la ciudadanía una mayor reflexión y sensibilización en contra de la homofobia y transfobia y en ese objetivo continuará apoyando todas las acciones que el colectivo TLGB lleva adelante en el marco de la no discriminación en razón de diversidad sexual e identidad de género.
De acuerdo al estudio, los travestis, transexuales, gay o lesbianas sufren violencia física, sicológica, múltiples y son víctimas de discriminación en sus fuentes de trabajo, unidades educativas, en centro de salud, en reparticiones policiales y judiciales y en sus propios hogares.
Entre sus reivindicaciones y demandas está el derecho al cambio de nombre y sexo en la cédula de identidad, a la adopción de hijos en parejas TLGB, a la herencia en parejas del mismo sexo, a la seguridad social de corto y largo plazo.