Ramón C. C. de 28 años, imputado por el asesinato de Emerson, uno de sus hijos de 3 años y ocho meses, fue enviado ayer con detención preventiva a la cárcel de San Pedro de la ciudad de La Paz.
El niño fue degollado la madrugada del lunes por su progenitor, en su vivienda, en el barrio paceño de Pampahasi. El hombre, quien confesó el crimen, dio a la Policía tres versiones de lo sucedido.
Primero dijo que estaba desesperado porque el niño lloraba reclamando la presencia de su madre, que no había llegado a dormir a la vivienda familiar; luego, que mientras leía la Biblia, unas voces demoníacas le dijeron que mate al pequeño, y finalmente, alegó que tenía muchas presiones económicas.
Pena. En la audiencia cautelar de ayer, en el Juzgado 4° de Instrucción en lo Penal Cautelar, el autor confeso del crimen se acogió al derecho al silencio. “Se ha determinado la detención preventiva en el penal de San Pedro de este ciudadano, al que el fiscal le acusa por asesinato”, dijo la jueza Margot Pérez a la estatal Agencia Boliviana de Informaciones.
El Código Penal sanciona ese delito con 30 años de presión sin derecho a indulto. “Ni siquiera acogiéndose a una salida alternativa (declararse culpable podríamos reducirle al pena”, apuntó.