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Ordenan detener a un cura por robo en Copacabana

La comisión de fiscales que investiga el robo de las joyas de la Virgen de Copacabana, departamento de La Paz, ordenó la mañana de ayer la aprehensión del sacerdote Jesús C. “La comisión de fiscales ha determinado que se proceda a la aprehensión porque hubo mucha contradicción en los hechos que se han suscitado allá y en la recolección de elementos al interior del santuario”, informó el fiscal Luis Ferrufino.

La principal observación es que el sacerdote desapareció del santuario de Copacanana tras el robo, perpetrado el 22 de abril, y no se sometió a la investigación ni participó en la toma de muestras de sangre como el resto de los sospechosos; siete en total, de los cuales cuatro son religiosos de la orden franciscana.

Ferrufino dijo también que el sospechoso no respondió a las preguntas de los fiscales que investigan este caso, por el que hay una detenida en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes y varios investigados se hallan con medidas sustitutivas a la detención preventiva.

“Estamos en investigación y guardando la objetividad y la discreción del caso”, explicó el fiscal, quien participó del interrogatorio del sacerdote.  
Jesús C., según los datos colectados por el Ministerio Público, llegó dos semanas antes del robo al templo de Copacabana para ayudar al párroco René Vargas, quien estaba de viaje. 

Conjeturas. La noche del 22 de abril debió pernoctar en el templo, pero se alojó en el Hostal Florencia, cuya propietaria, Mery V.,  está detenida preventivamente en el Centro de Orientación Femenina. “Lo grave es que C. fue quien se ofreció a distribuir la cena a todos quienes estaban en el santuario y todos quedaron confundidos y dormidos, porque presuntamente fueron dopados”, señaló el presidente del Comité Cívico de Residentes de Copacabana, Reynaldo Tito.

El 22 de abril, los delincuentes se llevaron unas 28 piezas de oro y plata del templo y las sospechas recayeron en los sacerdotes franciscanos.