La jueza Milenca Gutiérrez, del Juzgado 2° de Instrucción en lo Penal de El Alto, dispuso ayer a las 10.00, en una audiencia, la detención domiciliaria de Lidia V., la madrastra sospechosa de asesinar a Judith, de tres años. La justificación que argumentó la jueza es que aquélla aún da de lactar a un recién nacido, de quien no se dijo la edad.
Ni la jueza ni el fiscal asignado al caso, Luis Ferrufino, brindaron mayor información a los medios de comunicación arguyendo que se había determinado que el caso sea tratado “en reserva” por diez días. “El caso es muy complejo, tenemos que seguir en las investigaciones y nos ampara la ley, por ahora no podemos dar ninguna declaración”, dijo escuetamente Ferrufino a los medios de comunicación.
Según un informe preliminar de la Policía, existen dos hipótesis de la muerte de la niña: la primera, que la menor sufrió un traumatismo encéfalo craneal (TEC), golpe en la cabeza, y la segunda, que la niña tenía un elevado grado de desnutrición. Sin embargo, se supo mediante fuentes policiales que el forense confirmó el deceso por TEC.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Ramiro Magne, tampoco quiso dar mayores detalles de lo sucedido. “Se seguirá indagando, sólo sabemos que la menor era maltratada por su madrastra mientras el padre trabajaba en una mina”.