El domingo, un bebé de diez meses fue flagelado por su padre que se encontraba ebrio. La abuela materna denunció el maltrato a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de Oruro.
La madre del pequeño, quien también estaba bajo el influjo del alcohol, no hizo nada por detener la agresión, por ello la anciana decidió dar parte del hecho a la fuerza pública.
La FELCV es un organismo especializado de la Policía Boliviana encargado de la prevención, auxilio e investigación, identificación y aprehensión de los presuntos responsables de hechos de violencia hacia las mujeres y la familia. Se halla bajo la dirección funcional del Ministerio Público.
La oficial de turno de la FELCV, sargento Bertha Gutiérrez, informó que “el niño tiene 12 días de impedimento, y que el padre ya fue aprehendido y remitido al Ministerio Público”. El bebé, detalló, tiene magulladuras en todo el cuerpo: sus ojos están amoratados, así como su espalda y piernas.
Se presume que su llanto molestó al padre ebrio, quien comenzó a golpearlo. El artículo 108 del Código Niña, Niño, Adolescente establece que aquellos casos de maltrato que constituyan delito pasarán a conocimiento de la Justicia Ordinaria.