Sociedad

Wednesday 24 Apr 2024 | Actualizado a 07:40 AM

Muestran el lugar donde mantenían a secuestrados

El bosque de la comunidad El Cuchi, situado a 30 kilómetros al oeste de Santa Cruz, era el mudo testigo por donde desfilaban las víctimas de secuestro; en el interior de un campamento permanecían encadenadas al menos durante cuatro días.

/ 11 de septiembre de 2013 / 04:00

Iván Condori/Santa Cruz

El bosque de la comunidad El Cuchi, situado a 30 kilómetros al oeste de Santa Cruz, era el mudo testigo por donde desfilaban las víctimas de secuestro; en el interior de un campamento permanecían encadenadas al menos durante cuatro días.

El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, autoridades policiales lideradas por el comandante departamental, general Guido Arroyo, y un grupo de periodistas recorrieron la ruta del secuestro.

El lugar donde mantenían cautivas a sus víctimas es de difícil acceso —por los ríos, la selva alta y la inexistencia de camino—, la organización había abierto sendas que apenas se divisan, en algunos trechos colocaron bolsas de yute a manera de señalización.

El viceministro Pérez detalló que las víctimas permanecían encadenadas en el campamento, metros más allá estaban los vigilantes. Este lugar estaba totalmente cubierto por arbustos. Para dar con el lugar, la Policía recurrió a sobrevuelos de los helicópteros recientemente adquiridos.

En el lugar encontraron víveres, ollas y una cocina a gas, lo que hace presumir que se preparaban sus alimentos. “El objetivo de usar GLP era no generar humo y evitar llamar la atención”, subrayó.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, declaró que el modus operandi tiene características colombianas, porque el procedimiento era casi impecable.

“Utilizaron vehículos robados y con volantes perforados para no dejar huellas”, explicó. Los plagiadores utilizaban celulares sólo para comunicarse con los familiares de sus víctimas, luego los apagaban para evitar cualquier rastreo. “La Policía detectó la radio que utilizaban para comunicarse y a esto se añade que uno de los integrantes de la banda habilitó en un solo día seis números diferentes de celulares”, reveló Romero.

Los investigadores señalan que los delincuentes optaban por personas de mediana edad, porque consideraban que niños y mayores se podían enfermar o no aguantarían las altas temperaturas de esa zona.

Según el ministro Romero, la organización delictiva, que operaba en la región desde hace varios meses, cobró alrededor de $us 1,6 millones por los secuestros de tres personas vinculadas con el sector empresarial cruceño.

Niña raptada en Beni vuelve con su madre

Micaela Villa/La Paz

El club nocturno La Encantada fue clausurado nuevamente por personal de la Alcaldía debido a que retenía clientes en su interior y comercializaba bebidas alcohólicas en horarios no permitidos.

El local se ubica en las calles Loayza y Sucre, abría incluso hasta las 08.00. La Ordenanza 634/2011 dispone que ese tipo de negocios funcionen de 20.00 a 04.00, de lo contrario son cerrados definitivamente.

En el operativo, que se realizó a las 05.30 del domingo, los empleados lanzaron botellas para evitar el ingreso policial. No se registraron heridos.

“Funcionaba clandestinamente desde 2009. Tras percatarse de los efectivos, dos guardias dieron el aviso y no permitieron la salida de sus clientes. Se decomisó su equipo de sonido, había 58 personas, siete empleados fueron llevados a la fuerza policial anticrimen”, indicó el coronel José Luis Ramallo, director de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía.

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Muestran el lugar donde mantenían a secuestrados

El bosque de la comunidad El Cuchi, situado a 30 kilómetros al oeste de Santa Cruz, era el mudo testigo por donde desfilaban las víctimas de secuestro; en el interior de un campamento permanecían encadenadas al menos durante cuatro días.

/ 11 de septiembre de 2013 / 04:00

Iván Condori/Santa Cruz

El bosque de la comunidad El Cuchi, situado a 30 kilómetros al oeste de Santa Cruz, era el mudo testigo por donde desfilaban las víctimas de secuestro; en el interior de un campamento permanecían encadenadas al menos durante cuatro días.

El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, autoridades policiales lideradas por el comandante departamental, general Guido Arroyo, y un grupo de periodistas recorrieron la ruta del secuestro.

El lugar donde mantenían cautivas a sus víctimas es de difícil acceso —por los ríos, la selva alta y la inexistencia de camino—, la organización había abierto sendas que apenas se divisan, en algunos trechos colocaron bolsas de yute a manera de señalización.

El viceministro Pérez detalló que las víctimas permanecían encadenadas en el campamento, metros más allá estaban los vigilantes. Este lugar estaba totalmente cubierto por arbustos. Para dar con el lugar, la Policía recurrió a sobrevuelos de los helicópteros recientemente adquiridos.

En el lugar encontraron víveres, ollas y una cocina a gas, lo que hace presumir que se preparaban sus alimentos. “El objetivo de usar GLP era no generar humo y evitar llamar la atención”, subrayó.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, declaró que el modus operandi tiene características colombianas, porque el procedimiento era casi impecable.

“Utilizaron vehículos robados y con volantes perforados para no dejar huellas”, explicó. Los plagiadores utilizaban celulares sólo para comunicarse con los familiares de sus víctimas, luego los apagaban para evitar cualquier rastreo. “La Policía detectó la radio que utilizaban para comunicarse y a esto se añade que uno de los integrantes de la banda habilitó en un solo día seis números diferentes de celulares”, reveló Romero.

Los investigadores señalan que los delincuentes optaban por personas de mediana edad, porque consideraban que niños y mayores se podían enfermar o no aguantarían las altas temperaturas de esa zona.

Según el ministro Romero, la organización delictiva, que operaba en la región desde hace varios meses, cobró alrededor de $us 1,6 millones por los secuestros de tres personas vinculadas con el sector empresarial cruceño.

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Micaela Villa/La Paz

El club nocturno La Encantada fue clausurado nuevamente por personal de la Alcaldía debido a que retenía clientes en su interior y comercializaba bebidas alcohólicas en horarios no permitidos.

El local se ubica en las calles Loayza y Sucre, abría incluso hasta las 08.00. La Ordenanza 634/2011 dispone que ese tipo de negocios funcionen de 20.00 a 04.00, de lo contrario son cerrados definitivamente.

En el operativo, que se realizó a las 05.30 del domingo, los empleados lanzaron botellas para evitar el ingreso policial. No se registraron heridos.

“Funcionaba clandestinamente desde 2009. Tras percatarse de los efectivos, dos guardias dieron el aviso y no permitieron la salida de sus clientes. Se decomisó su equipo de sonido, había 58 personas, siete empleados fueron llevados a la fuerza policial anticrimen”, indicó el coronel José Luis Ramallo, director de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía.

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