Una trabajadora sexual recibió detención domiciliaria con escolta policial, porque continuaba ejerciendo la profesión en Sucre y Potosí, pese a que fue diagnosticada con el virus del VIH en 2010. Dirigentes del sector afirman que no sabían que era portadora.
A denuncia del Servicio Departamental de Salud (Sedes) se realizó una audiencia de medidas cautelares en el Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca y la jueza Ximena Mendizábal determinó la detención domiciliaria con escolta policial, para evitar que la acusada salga de su hogar.
La dirigente de la Organización de Trabajadoras Nocturnas (OTN), Lily Cortez, aclaró que la denunciada era nueva en el oficio y le detectaron el virus cuando requirió el carnet sanitario. “Ella no sabía nada del VIH, cuando le hicieron la prueba rápida accedió, pero fue sorprendida por el resultado. Haremos seguimiento para que no la discriminen”, dijo.
Según la responsable nacional del Programa VIH/Sida, Carola Valencia, una vez que una trabajadora sexual es detectada, debe dejar de trabajar de manera inmediata. “No fue correcto que la trabajadora continúe ejerciendo su labor, pero habrá que ver las razones por las que continuó exponiendo a sus clientes”, indicó.
La autoridad judicial determinó que la acusada por el delito contra la salud pública debe someterse al tratamiento médico y cada 15 días deberá presentarse ante el Ministerio Público para firmar el libro de registro.
Según la denuncia, la mujer de 25 años y madre de dos hijos fue diagnosticada con VIH en 2010, que trabajaba en Potosí y Sucre y que no asistía periódicamente a los controles obligatorios.
Los datos de la OTN señalan que hay 50.000 trabajadoras afiliadas a la organización, el 80% trabaja en centros nocturnos y el 20% lo hace de forma particular.
José Sandóval, responsable regional del Programa VIH/Sida, especificó que en este caso se aplica el principio de reserva y confidencialidad, pero se realiza un seguimiento a los posibles contactos que habría tenido en Sucre.
En Chuquisaca se registraron 40 casos de VIH, de los cuales resultaron 24 hombres y 16 mujeres portadores de la enfermedad.
Piden formalizar el oficio
Las trabajadoras sexuales ratificaron el pedido de legalizar su oficio para que no sean discriminadas y accedan a un trabajo alternativo cuando sean diagnosticadas con el VIH. La representante de la OTN, Lily Cortez, especificó que en el caso de la trabajadora acusada de atentar a la salud pública, las autoridades no debían haberlo publicado.
“La confidencialidad fue violada y es un caso de discriminación. Además, el Estado tendría que darnos alternativas de trabajo en caso del VIH, pero no recibimos nada, ni siquiera apoyo psicológico”, aseveró.
La responsable del Programa VIH/Sida, Carola Valencia, dijo que el Ministerio de Salud no puede buscar otra alternativa de trabajo para las que son diagnosticadas con el virus, pero aclaró que otorgan orientación psicológica y los medicamentos para tratar la enfermedad.