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Damaris será sometida a fases de rehabilitación

Danitza, la siamesa que falleció la tarde del jueves, fue enterrada ayer; su hermanita Dámaris ya está despierta, aunque sedada y anuncian que se le realizará un proceso de estimulación y fortalecimiento, según el cirujano cardiovascular Carlos Brockmann.

El cuerpo de la niña que murió, cinco días después de la operación de separación, fue enterrado en el cementerio de Valle Hermoso, a las 16.30. Sólo los padres y familiares estuvieron presentes.

En tanto, Damaris debe empezar a ser estimulada, a realizar ejercicios, a mantenerse activa y a llorar. Las hermanas compartían no sólo el tórax y el abdomen, también el diafragma. “Era uno solo y enorme, las dos lo compartían”, informó ayer el galeno. El músculo fue cortado. “Se le ha creado un nuevo lugar y ahora hay que esperar a que reaccione”.

Las heridas no permiten que la siamesa respire normalmente. En la Unidad de Terapia Intensiva iniciaron las pruebas para alejarla poco a poco de la ventiladora. “Están poniendo los parámetros justos para cuando ella inspira, la máquina le dé la respiración, estamos entrenando el diafragma”.

Cuando pueda respirar sola, la pequeña será extubada, aunque no hay fecha. Su alimentación aún es parenteral, sigue medicada y con control riguroso. Ayer encontraron un hematoma en su costado derecho que fue drenado.

En el pediátrico Manuel Ascencio Villarroel preparan su retorno. Rosalía Sejas, directora del nosocomio, explicó que la niña ya tiene una habitación definida y se está organizando todo.