La pareja ganadora del premio de la Lotería sueña con una casa propia
La pareja tiene cuatro retoños (tres mujeres y un varón). La mayor tiene 12 años, el siguiente es de nueve, el tercero cuenta con tres años y la última es de un año y dos meses. Dicen que la hija menor “llegó con un pan bajo el brazo... un pan de 220.000 bolivianos”.
Después de vivir bajo techo ajeno durante 15 años, Orfilia Tórrez Peña y Alfredo Richard Benito Anti por fin podrán hacer realidad su sueño de tener una vivienda propia. Ellos ganaron Bs 220.000 en el último sorteo de la Lotería Nacional, el premio más grande de los últimos tres años.
Tórrez tuvo un presentimiento cuando caminaba el viernes pasado por la avenida Mariscal Santa Cruz de la ciudad de La Paz. Recordó que era día de sorteo y decidió comprar dos billetes. En dos puestos de venta ubicados en las puertas del edificio de la Lotería Nacional, adquirió los “despreciaditos”. Antes que ella, un par de personas tomaron los mismos billetes pero decidieron no comprarlos.
Billetes. “Le voy a contar la verdad: desde niña he comprado la lotería. Mi papá (Plinio Tórrez Linares) me decía que nunca hay que perder las esperanzas, y yo por eso he comprado”, comentó la mujer a La Razón. Su esposo explicó que adquirieron los billetes aproximadamente una hora antes del sorteo. Ambos preguntaron dónde se iba a realizar el evento y, como andaban con tiempo, decidieron entrar al salón de la Lotería.
En el acto, primero se rifaron Bs 10.000 y Bs 2.000, correspondientes al segundo y tercer premios, los cuales recayeron en billetes vendidos en Cochabamba. Después empezaron a salir los bolillos para formar el número ganador del premio mayor. Los números cantados formaron la cifra 35128.
“Estaba agarrando a mi wawa y también el billete en mis manos y me daba cuenta de que todos mis números estaban saliendo. Me he emocionado y he gritado de alegría, ahí en vivo y directo”, rememoró Tórrez.
Hasta ese viernes, Tórrez nunca había ganado un premio económico. Sin embargo, recordó que a sus ocho años adquirió un billete de lotería y tan sólo falló por dos dígitos. Por entonces vivía en la región de los Yungas del norte paceño y no sabía lo que significaba un reintegro (premio consuelo por cercanía al número ganador).
Pero aquello no la desmoralizó y siempre que compraba un número de lotería lo hacía a nombre de Dios y de su papá, como el pasado viernes. Incluso ella contagió su pasión por la lotería a su esposo. Benito relató que igualmente soñaba con ganar el premio mayor. Cada vez que había un sorteo, compraban juntos los billetes.
Benito se disculpó con La Razón porque no pudo recibir a este medio de comunicación en su vivienda. “Es que nosotros estamos alojados en la casa de mi tía, en la ciudad de El Alto”. Por eso, lo primero que cruzó por la mente de la pareja fue la compra de una casa. “Estamos felices porque no estábamos tan cómodos con nuestra vida familiar, porque no tenemos una vivienda o un ambiente estable”.
En La Paz, se encuentran bajo el techo de la tía de Benito, y Tórrez acostumbra viajar a su pueblo, cerca de la población de Inquisivi, para trabajar junto a su mamá y ganar algún dinero para su familia. Benito, que es profesor y trabaja en el distrito de Viacha, no puede acompañarla en esos viajes por razones laborales. Ni en Yungas ni en El Alto cuentan con techo propio.
“Mire hermano, lo primero es nuestro hogar, principalmente mis hijos. Vamos a planificar (la construcción de) una pequeña vivienda aquí en La Paz o posiblemente podamos trasladarnos a Yungas”.
La pareja tiene cuatro retoños (tres mujeres y un varón). La mayor tiene 12 años, el siguiente es de nueve, el tercero cuenta con tres años y la última es de un año y dos meses. Dicen que la hija menor “llegó con un pan bajo el brazo… un pan de 220.000 bolivianos”.
Los familiares de Tórrez y Benito se encuentran igualmente contentos. Sus teléfonos celulares no paran de sonar. Los medios de comunicación también se contactaron con ellos para hacerles entrevistas. “Ahora somos famosos”, comentó Benito. Por decisión de la pareja, será él quien recoja el premio cuando se realice la entrega en un acto especial.
Pero la fama no evita que tomen precauciones. Hay datos que prefieren mantener en reserva, como la dirección de su vivienda. “Después de todo —dijo Benito— es la primera vez que vamos a ganar tanto dinero y tenemos algo de desconfianza”.
Tórrez, en cambio, no tiene preocupaciones. Relató que se encuentra viviendo los días más felices de su vida y que todo se lo debe a su papá, quien le insistió para que no deje de jugar a la lotería, pase lo que pase.
Aportes de la lotería nacional
- Ayuda
Lotería Nacional destina parte de sus ingresos a labores de beneficencia. Durante el sorteo del viernes, estuvieron presentes beneficiarios de sus donaciones para agradecer a la entidad.
- Ayuda
Lotería Nacional, por ejemplo, colaboró a Kevin Torrico con un lote de medicamentos para su tratamiento de quimioterapia.
- Recaudación
La entidad trabaja para colaborar a las personas necesitadas. Pero también fomenta los sueños de quienes quieren ganar un premio económico, como el matrimonio Benito-Tórrez.u ayuda