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Hay 35.000 donantes de órganos, pero dos trabas evitan trasplantes

Desde hace dos años, Andrés Q. (28 años) espera el trasplante de riñón de un donante cadavérico. En el país hay 35.000 donantes voluntarios, pero trabas culturales y tecnológicas impiden el acceso a los órganos para las cirugías.

Según el Ministerio de Salud, el número de donantes voluntarios significa el 0,5% de la población total y sería suficiente para beneficiar a 1.000 personas que ahora necesitan un trasplante (riñón, córnea e hígado, principalmente).

Silvia Paz, responsable del Programa Nacional de Salud Renal, indicó que pese a la voluntad expresada por las personas de donar sus órganos cuando fallezcan, cuando ocurre el deceso no se puede iniciar el proceso del trasplante. “No lo logramos por dos factores: la familia y la falta de tecnología para preservar el órgano”.

Explicó que las familias de los donantes se niegan a entregar los órganos bajo la excusa de índole religioso-cultural. “Según su creencia religiosa-cultural nos dicen que tienen que enterrar (el cuerpo del donante) completo para que el alma no camine penando. Además indican que es una maldición sacar las entrañas de los muertos, porque —según ellos— toda la familia estará maldita”, relató.

Otro factor es la falta de equipos de última tecnología para preservar el órgano y trasladarlo de un sitio a otro (lugar de la muerte a un hospital)”, lo que genera pérdida de tiempo. “Por eso hasta la fecha no se realizó ningún trasplante de un donante cadavérico”, agregó. Los trasplantes se realizan sólo con donantes vivos y en su mayoría familiares.

De los 35.000 donantes anotados desde 2011, Paz dijo que Santa Cruz registra más del 80% de los voluntarios.

En tanto, Martín Maturano, viceministro del área, agregó que hay más de 800 enfermos que esperan por un trasplante renal, otro centenar para córnea y para hígado, respectivamente. Andrés es uno los pacientes que aguarda un riñón de donante.

“Como ministerio apoyamos a los pacientes renales que no  tienen seguro con los insumos y el acceso gratuito a la máquina de hemodiálisis. Antes gastaban cada mes Bs 4.000 en sus terapias, ahora es Bs 1.500. Además, la Lotería solventó el trasplante de riñón de dos pacientes”, indicó.

Olker Calla, exjefe del Programa de Salud Renal, sugirió a las autoridades que establezcan una red de hospitales para que reporte casos de personas con muerte cerebral. “Si damos este paso y si se realizan campañas de concientización sobre la donación de órganos, triplicaremos o multiplicaremos los trasplantes. Hay personas con muerte cerebral y están semanas conectadas a la máquina, luego mueren sin que nadie pueda usar sus órganos”.

En el Congreso Internacional de Nefrología y Trasplante, realizado del 1 al 4 de octubre en La Paz, expertos bolivianos y del exterior coincidieron en que el país necesita una política para concientizar sobre la donación de órganos y organizar un sistema de captación de donantes y otro para trasplantes, según Marlo Jaimes, presidente de la Sociedad Boliviana de Nefrología.

Desde la aprobación del Decreto Supremo 1115 (diciembre 2011) se puede realizar 13 tipos de trasplantes de órganos (ver infografía). “A partir de esta norma una persona puede autorizar en vida la donación de sus órganos y de esta manera el donante voluntario permitirá alargar la vida de 13 personas que requerirán uno de sus órganos”, dijo Calla.

De acuerdo con el decreto, los órganos que se pueden usar son el riñón, hígado, médula ósea, células madre, intestino parcial, piel, corazón y válvulas cardiacas, páncreas o islotes pancreáticos, pulmón, córneas, piezas dentarias, vasos sanguíneos y elementos del sistema óseo.

Sólo un hospital público hace trasplantes renales

El hospital Viedma de la ciudad de Cochabamba es el único centro público que realiza trasplantes de riñón a personas que carecen de un seguro médico o son de escasos recursos.

Maiza Saavedra, nefróloga del hospital Viedma, informó que en 2009 se  acreditó a ese centro para realizar trasplantes. Anualmente lleva a cabo 50 intervenciones.

“Antes los trasplantes se realizaban sólo en hospitales privados y de la seguridad social, ahora tenemos al Viedma. Si bien hay mayor acceso para hacer trasplantes, no existen donantes”. Los otros cinco nosocomios acreditados son el Obrero (La Paz), Corporación del Seguro Social Militar (La Paz), Caja Petrolera (Santa Cruz), los tres de la seguridad social. También tienen licencia la Clínica Incor (Santa Cruz) y el hospital Univalle (Cochabamba), ambos del sector  privado.

‘Se requiere una buena organización’

En Bolivia, al igual que  en el mundo, la gran carencia para los trasplantes son los donantes, pero en este país se necesita trabajar mucho para tener una lista de donantes voluntarios y llevar a cabo los trasplantes de órganos.

Este paso se realizará con una buena organización. Pese a que Bolivia tiene una ley y las normas necesarias, no está organizada para captar más donantes. Lo que debe hacerse es sensibilizar a las personas para la donación y esto se realizará con una organización adecuada.

Cuando todo esté organizado, se podrá trabajar en campañas de sensibilización dirigidas a la población para tener más donantes y se fortalecerán las unidades de terapia intensiva con buenos equipos y que mantengan al donante en las condiciones adecuadas para realizar el trasplante de órganos.

Mientras no exista esta organización, será imposible incrementar el número de donantes voluntarios y realizar trasplantes para disminuir los casos de enfermos renales o de otros males que requieren cambiar algún órgano.

En cuanto al problema de la insuficiencia renal, en el mundo hay millones de personas que esperan un trasplante de riñón, pero tampoco hay muchos donantes. Lo importante es incentivar a que la gente se someta a exámenes de manera temprana, especialmente a las personas con diabetes, obesos o con presión alta, para identificar a la enfermedad e iniciar un tratamiento temprano.

Giuseppe Remuzzi es presidente de la Sociedad Mundial de Nefrología.