Sociedad

Friday 26 Apr 2024 | Actualizado a 03:06 AM

El 80% de la población citadina de La Paz nació en el municipio

En 2012, la Alcaldía realizó una encuesta por muestreo a 3.780 hogares. Los macrodistritos más pobres por ingresos per cápita son Hampaturi y Periférica

/ 20 de octubre de 2013 / 04:00

¿Quién y cómo es el habitante del municipio de La Paz? Según una investigación edil, el 80% de su población nació en el municipio, el 97,3% habla castellano y el 64,7% se considera no indígena. El ingreso per cápita de sus hogares no pobres oscila entre Bs 1.195 y Bs 4.687.    

La investigación “Medición de la Pobreza en el Municipio de La Paz”, de la Dirección de Investigación e Información Municipal, dependiente de la Oficialía Mayor de Planificación para el Desarrollo, da algunas pautas sobre La Paz y los paceños.

La Paz, que según el Censo de Población y Vivienda 2012 tiene 764.617 habitantes, se halla dividida administrativamente en nueve macrodistritos, siete urbanos (Centro, Cotahuma, San Antonio, Periférica, Max Paredes, Sur y Mallasa) y dos rurales (Zongo y Hampaturi).

 El estudio sobre la pobreza fue presentado en septiembre. La recolección de datos efectuada en 2012 —antes del Censo Nacional de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística (INE)— se hizo a través de una encuesta por muestreo a 3.780 hogares de los 21 distritos urbanos y dos rurales que tiene el municipio.

“Nuestro objetivo era identificar cuáles son los determinantes de la pobreza y cuál es la situación en el municipio de La Paz considerando diferentes metodologías para tener una lectura correcta”, explicó el director de Investigación e Información edil, Marcelo Arroyo.

El énfasis fue puesto en la medición de la pobreza, pero el estudio arroja datos que permiten trazar un retrato preliminar del poblador de La Paz, que será corroborado o descartado cuando el INE dé a conocer los resultados del censo por municipios.

La investigación hecha por tierra el mito de que hay más inmigrantes que paceños en La Paz. El 80% de los encuestados dijo que nació en el municipio; el 18,9%, que proviene de otro lugar de Bolivia; y el 1,1% declaró que procede de otro país.

“El macrodistrito con mayor proporción de población que nació en otro lugar del país es Mallasa, con el 24,2% de habitantes, mientras que en el Macrodistrito Sur es donde habita la mayor proporción de extranjeros (1,7%)”, señala el documento.

¿En qué idioma aprendió a hablar? El 87,7% respondió que en castellano, frente al 8,3% que lo hizo en  aymara y el 1,1%, en quechua.
 Asimismo, cuando se les consultó qué idiomas habla habitualmente, 99,5% mencionó el español; el 16,2%, el aymara; y el 5,9%, algún idioma extranjero (inglés, por ejemplo).   

Los macros donde el idioma habitual es el aymara son: Zongo (18,6%), Hampaturi  (16,3%), Mallasa (7,8%) y Cotahuma (4,8%).
Por la importancia de la población indígena para la formulación de políticas, la encuesta trató de identificar cuántos son y dónde están.

Los resultados muestran que el 64,7% de los paceños no se considera indígena, mientras que el 27,3% fue catalogado como “adscrito” (cuando el encuestado dijo pertenecer a algún pueblo indígena, aunque no habla un idioma nativo y/o no aprendió a hablar en un idioma nativo) y el 8% declaró que pertenece a un pueblo indígena, además de que se expresa en su lengua nativa.

En Hampaturi se halla la mayor proporción (83,3%), le sigue Zongo (78,5%), Max Paredes (37,3%) y Mallasa (30,7%). Del 35,3% que afirmó ser indígena (adscrito o no), la mayoría se identificó con la nación aymara.

En contraste, en el área urbana, en el Macrodistrito Centro se halla el mayor porcentaje de quienes no se consideran indígenas (83,5%). Le siguen los macros Sur (63,4%), Periférica (65,6%) y Cotahuma (60,8%).

El 95,6% de la población de 15 años y más proyectada para 2012 (671.465) reportó que sabe leer y escribir, y el nivel más alto de instrucción de sus habitantes se concentra en el nivel Secundario (32,8%), seguido de quienes tienen estudios superiores (32,1%).

La encuesta también consultó sobre los tipos de vivienda y halló que el 57,3% vive en casas, y el 54,3% dijo que cuenta con techo propio.
Respecto a las condiciones de la construcción, en el área urbana se estableció que tres de cuatro casas están edificadas con ladrillos.

La investigación realizó un abordaje multidimensional de la medición de la pobreza: método de la línea de la pobreza, pobreza por ingresos y por gasto.  
Los valores de la Línea de Pobreza 2012 para el municipio fueron obtenidos actualizando los de la Línea de Pobreza calculados por la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (Udape) para 2011, con base en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de La Paz con el dato de agosto de 2012.

Pobreza. “Se ha establecido que la línea de pobreza promedio para el municipio de La Paz es de Bs 622,25. Toda la población que está por encima de este nivel (66,2%) es considerada no pobre, mientras que la que está por debajo es considerada pobre (33,8%, 293.000 personas)”, explicó el funcionario municipal.

La línea de la pobreza extrema es de Bs 360 en promedio y con este método los macros con mayor población pobre son Zongo ( 64,6%),  Hampaturi (42,7%) y Periférica (42,0%), y —contrariamente a lo que se cree— los menos pobres están en el macro Centro (25,3%) y Sur (28,2%).

¿Qué significa ser pobre? Para el 84,7% de los hogares representa “no tener acceso a los servicios básicos (agua, electricidad, etc.)”, frente a otras variables como carecer de ingresos, educación, vivienda o no poder comprar suficientes alimentos.

 “Uno de los principales problemas, relacionado a las Necesidades Básicas Insatisfechas, es el hacinamiento y la falta de habitaciones en las viviendas, que afecta sobre todo a los macrodistritos Max Paredes (54,1%) y Periférica (44,6%), así como a los rurales Zongo y Hampaturi, con valores por encima del 70%.

En cuanto a la categorización de los nueve macros de La Paz por ingreso per cápita, Hampaturi tiene el menor (Bs 762,2 mensuales), seguido por Periférica (Bs 984,6 mensuales). En el otro extremo se hallan el Macro Sur (Bs 1986,6 mensuales ) y Centro (Bs 1462,5 mensuales).

El documento, explicó Arroyo, ayudará a precisar las tareas que se deben realizar a futuro en el marco del Plan de Desarrollo Municipal quinquenal y el Plan La Paz 2040.

El capitán español Alonso de Mendoza fundó el 20 de octubre de 1548 la ciudad de Nuestra Señora de La Paz en la población de Laja.
Sin embargo, tres días después, debido a la falta de corrientes de agua, la ciudada fue trasladada al valle de Chuquiago Marka.

Datos para conocer a La Paz

La superficie  total del municipio de La Paz es de 2.012 km2, 180   km2 pertenecen al área urbana y 1.832 km2, al área rural.

La ciudad de La Paz se halla a 3.625 metros sobre el nivel del mar. En el municipio hay al menos 556  juntas vecinales que equivalen a igual  cantidad de barrios.

Los ríos más importantes son el Choqueyapu, que cruza toda la urbe de norte a sur, y los ríos Orkojahuira e Irpavi, que van desde el noreste hacia el sur.

La pobreza por acceso a los servicios cae a 19,6%

Aproximadamente el 82,1% de los hogares paceños aún utiliza GLP para cocinar

Hay diferentes métodos para medir la pobreza y uno de ellos es el acceso a los servicios básicos. Si se toma en cuenta este indicador, ésta se redujo del 34% en 2004 (Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas, Udape) al 19,6% en 2012, según el estudio “Medición de la Pobreza en el Municipio de La Paz”, efectuado por la Dirección de Investigación e Información Municipal, que depende de la Oficialía Mayor de Planificación para el Desarrollo.

Marcelo Arroyo, responsable de esa dirección, destacó este avance y consideró que se debe a que la municipalidad, por ejemplo, a través del programa Barrios y Comunidades de Verdad, logró cubrir las necesidades insatisfechas de los habitantes que más lo requieren.

“Cuando hablamos de la incidencia de la pobreza por necesidades básicas insatisfechas vemos que el 19,6% de los hogares de La Paz no tienen cubiertas sus necesidades de acceso a servicios básicos, educación y salud. Este estudio nos dará directrices para mejorar estas condiciones”, señaló el funcionario edil.

La recolección de datos para esta investigación se realizó en 2012, antes del Censo Nacional de Población y Vivienda. De los nueve macrodistritos de La Paz, Zongo y Hampaturi, ambos rurales, tienen más necesidades insatisfechas (ver cuadro arriba).

“Los hogares gastan mensualmente cerca de Bs 41 en agua y Bs 114 en energía eléctrica. Se observa además una diferencia importante entre el área urbana y rural en cuanto a acceso a los servicios”, apuntó

 Según esta investigación, aproximadamente el 82,1% de las familias utiliza Gas Licuado de Petróleo (GLP) para preparar sus alimentos, excepto en el Macrodistrito Zongo, donde se emplea principalmente la leña. El gasto promedio en combustible para cocinar es de Bs 30 al mes.
El 93,4% de los hogares posee una habitación exclusiva para cocinar y  tienen 3,6 habitaciones, dos de las que usan para dormir.

Macro Max Paredes tiene mayor población

De los nueve macrodistritos en los que está dividido administrativamente el municipio de La Paz, el de Max Paredes es el que tiene mayor población (187.736 habitantes), según la investigación “Medición de la Pobreza del Municipio de La Paz”, de la Dirección de Investigación e Información Municipal.

El estudio trabajó con una población proyectada de 870.132 habitantes, aunque el Censo Nacional de Población y Vivienda 2012, efectuado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), estableció que La Paz cuenta sólo con  764.617 pobladores.

Sin embargo, la tendencia se mantiene si se toma en cuenta el Plan de Desarrollo Municipal Jayma, que se aplicó entre 2006 y 2010.
De acuerdo con el documento, el segundo macrodistrito más poblado es Periférica, con 176.142 moradores; y el tercero es Cotahuma, con 169.424. Más abajo se hallan San Antonio, con 129.387; el Sur, con 128.538 pobladores; Centro, con 68.569; y Mallasa, con 5.492.

Los macros rurales de Zongo y Hampaturi tienen una población de 1.891 y 2.233 habitantes, respectivamente.

A partir de esos datos se debe mejorar la asignación de recursos a los macrodistritos más poblados, dijo el presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), Arturo Quispe.

“Max Paredes y Periférica tienen más habitantes, por lo que allí se debería invertir más”, añadió .
El distrito más poblado de todo el municipio es el 11, de Periférica, con más de 80.000 pobladores, que abarca aproximadamente a 75 zonas, entre las que están Achachicala, Vino Tinto, etc.

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28.821 gremiales copan La Paz; 46 de cada 100 están en el Centro

Negocios. Los puntos de venta son intransferibles, pero éstos se heredan o venden

/ 13 de abril de 2014 / 04:00

En las aceras o la calzada, ambulando o en sitios fijos, de día y de noche,  los vendedores en vía pública ocupan la ciudad de La Paz. Sin embargo, solamente 28.821 gremiales figuran en los registros ediles, aunque esta cantidad es 63% más alta que en 1990, cuando habían 18.217.

De acuerdo con la Dirección de Mercados, de cada 100 comerciantes que copan las arterias y plazas de los siete macrodistritos urbanos del municipio, 46 están en el Centro, 29 en el Max Paredes, 13 en el Cotahuma, 6 en el Periférica y 3 en el Sur (ver diagrama).

Este “ejército” de vendedores callejeros tiene autorización edil para la comercialización de ropa nueva, verduras, frutas, comidas, golosinas y dulces, entre otros, en tarimas, quioscos, con puestos fijos o ambulantes.

El registro de gremiales se cerró en 2008 —hace seis años—y ninguna persona puede engrosar esa cifra.

De los 31.885 que se presentaron en 1994 para regularizar su situación, 28.821, o sea el 90%, están legalmente establecidos porque consiguieron sanear su aval de asentamiento y acreditaron ser comerciantes en vía pública desde antes de 1994; sin embargo, 3.064 quedaron al margen.

 La Ordenanza Municipal 101/94 aparte de garantizar la inamovilidad de puestos de venta, prohíbe la otorgación de nuevas autorizaciones.

“El registro se cerró el 10 de octubre de 2008. Todas las personas que presentaron sus documentos que avalaban su asentamiento fueron contabilizadas como gremiales”, explicó el director municipal de Mercados, Miguel Ayala. “Ahora, de ninguna manera puede registrarse un comerciante que no tenga esa documentación”, añadió el funcionario.

Pese al congelamiento —solamente se reconoció a quienes probaron que vendían en espacios públicos antes de 1994, o sea hace 20 años—,  la cifra oficial no ha bajado porque los puestos o se heredan o se venden.

Los 3.064 que no lograron certificar su asentamiento antes de 1994 son considerados ilegales. Ese año es tomado en cuenta por disposición de la Ordenanza Municipal 101/92 —aprobada durante la gestión de Mónica Medina—, que dio inamovilidad a los puestos de venta de los mercaderes y también prohibió más asentamientos en las calles de la ciudad.

Para Jorge Silva, concejal del Movimiento Al Socialismo (MAS), dicha normativa, en su momento, fue la respuesta inmediata del municipio para controlar la proliferación de comerciantes. “Pero después de casi 20 años nos damos cuenta de que esa norma no la ha respetado ni la Alcaldía ni las asociaciones de vendedores. Inclusive a partir de la vigencia de esa ordenanza hubo muchos puestos más que se habilitaron”, observó.

Mabel Machicado, secretaria ejecutiva de la Federación Departamental de Trabajadores Gremiales del Comercio Minorista de La Paz, indicó que sus afiliados cumplieron con la normativa de 1992 y argumentó que la proliferación de puestos y ambulantes se debe, principalmente, a la falta de empleo urbano.

Esta organización departamental aglutina a más de 70 sindicatos o asociaciones de vendedores. Cada uno representa a 50, a 800 e incluso 1.500 afiliados, que en conjunto llegan a 30.000, según la representante.

Para la dirigente, el incremento de los mercaderes clandestinos tiene su origen en la falta de control del Gobierno Municipal de La Paz. “Además, hemos identificado una problemática: cuando se hizo, por ejemplo, la intervención a los comerciantes asentados en la Mariscal Santa Cruz, se llevó a cientos de vendedores a la avenida Simón Bolívar, pero ahora en esa vía solo quedan unos cuantos. Por necesidad esas comerciantes legalmente establecidas tuvieron que irse a sitios más comerciales o a deambular, lo que provoca que se concentren más gremiales en otros lugares. Todo por falta de política y coordinación”.

La Dirección de Mercados, junto con la Guardia Municipal y la Intendencia, efectúa operativos periódicos para impedir los asentamientos ilegales en la urbe. Sin embargo, “el control es una labor conjunta. Los vendedores o dueños de inmuebles que vean que hay un asentamiento en su vereda, deben denunciarlo para que procedamos a retirarlo”, sostuvo Ayala.

Transferencia. A diferencia de lo que sostuvo Machicado, el funcionario edil insistió en que las autorizaciones que se emitieron hasta 2008 son intransferibles, por lo que en caso de fallecimiento o por motivos de salud o fuerza mayor para que el titular ya no utilice su puesto, éste no puede ser aprovechado por otra persona.

La Razón consultó a cinco comerciantes de la calle Max Paredes sobre este asunto. Una señaló que le compró el espacio a un familiar en $us 2.000, otro declaró que lo heredó de su progenitora y tres se abstuvieron de responder la pregunta.

Machicado aseveró que hasta la fecha no existe ningún registro de venta de puestos que se pueda probar con documentos. No obstante, admitió que éstos sí se heredan.

“Por ejemplo, cuando la mamá es titular de un puesto de venta y ya no puede atenderlo por su avanzada edad o por fallecimiento, los que lo ocupan son los hijos o algún pariente que tenga necesidad económica. Se ceden los espacios de manera gratuita”.

Silva planteó que otro factor de la proliferación de gremiales es el “loteamiento de puestos”, transferencias que se hacen entre $us 3.000 y $us 7.000, dependiendo de la ubicación de los espacios. “Ese proceso se realiza en complicidad con los personeros de la Alcaldía”, denunció; sin embargo no ofreció pruebas de ello.

En los años 50 solo había 369 vendedores

Según la Oficialía de Promoción Económica de la Alcaldía de La Paz, entre 1951 y 1960, en el municipio de La Paz se tenían registrados solo a
369 gremiales.     

Entre 1961 y 1970, la cifra se incrementó a 1.056. De 1971 a 1980, la cantidad subió a 5.937. Entre 1981 y 1990 se produjo el salto cuantitativo a 18.217.

Entre 1991 y 2000 los vendedores en vía pública en la ciudad de La Paz aumentaron hasta 37.026 y en el censo de 2003, a 39.815 registrados

legalmente.

Programa edil da nuevo  oficio a hijos de gremiales

La pasada gestión, la Alcaldía capacitó en otros rubros a 150 hijos de comerciantes

El año pasado, el Gobierno Municipal de La Paz puso en marcha un programa de capacitación gratuita para los hijos de los vendedores en vía pública para que dejen la actividad de sus padres y, a la vez, reducir la cantidad de gremiales en la urbe, informó el director de Mercados, Miguel Ayala.  

“Estamos trabajando con una consultora para que se puedan mejorar las condiciones de trabajo de los hijos e hijas de los comerciantes minoristas. Es algo así como una reconversión productiva”, explicó.

De acuerdo con el funcionario municipal, lo que se busca es que los descendientes de estos gremiales aspiren a desarrollar otro tipo de actividad para ganarse el sustento.

“Hemos ido formando personal especialista en hotelería, gastronomía, turismo y servicios complementarios. Hay también asistentes de créditos. En la primera fase nos fue bien: 150 hijos fueron beneficiados con esta iniciativa y ya están trabajando en otros lugares”, indicó.

Los oficios para comenzar con la reconversión laboral fueron elegidos en función de la demanda de trabajo en La Paz de los rubros turístico, hotelero y gastronómico.

Según un estudio del mercado de trabajo en Bolivia efectuado en 2011 por la Fundación para la Producción, la fuerza laboral está compuesta por   53% de profesionales, 35% por técnicos y 12% por obreros.  

Registro. El otro proyecto destinado a mejorar las condiciones laborales de los comerciantes legalmente establecidos es la carnetización, sostuvo el director de Mercados.

“La idea —que se aplicará este año— es que los comerciantes legales porten una credencial que los identifique y que quienes quieran comprar sus productos, puedan identificarlos”. El objetivo es la creación de una cultura en la población para que solo haga tratos con los vendedores legalmente establecidos.

Vendedoresen espacios municipales

Según el director de Mercados, Miguel Ayala, desde  2009 se desconcentró el control y la emisión de autorizaciones para los gremiales que ocupan predios  municipales, como las ferias, parques, plazas, etcétera.  El control está ahora a cargo de las subalcaldías de los siete macrodistritos urbanos de
La Paz.

4 factores fomentan el comercio en vía pública

El desempleo, la costumbre de comprar “al paso”, el capital reducido que se requiere para poner un puesto de venta callejero y el bajo nivel de instrucción que se necesita para ello, son los cuatro factores que fomentan la actividad gremial en el municipio de La Paz, según el sociólogo René Pereira Morató.

De acuerdo con datos del Gobierno nacional, cuando Evo Morales llegó al poder en 2006, el porcentaje de desempleo urbano en Bolivia alcanzaba al 8,2%, proporción que se redujo en 2012 hasta el 3,2%, llegando a ser “la más baja” de la región. Sin embargo, en cuanto a la población ocupada, la más dominante es la ocupación informal.

En criterio del sociólogo, el crecimiento económico que tuvo el país en los últimos años benefició sobre todo a los sectores populares, de los que forman parte los gremiales. Es por ello que son actores de ese modelo plural de la economía boliviana, recalcó.

“Más allá de las cifras, evidentemente hay una expansión de los comerciantes populares en la vía pública y eso se puede observar claramente todos los días en la ciudad”, enfatizó Pereira.

El otro factor es la costumbre arraigada de comprar al paso, camino a la oficina o de vuelta a ella.

“Éste es un fenómeno que define la trama urbana de la ciudad de La Paz. Podemos ver que los macrodistritos Centro y Max Paredes son los sitios que congregan a más cantidad de gremiales porque en estas vías están también la mayor cantidad de demandantes de ofertas en vía pública”.

Aunque sacrificado —por las condiciones en las que a veces los vendedores en vía pública tienen que trabajar—, otro factor que explica su presencia masiva es la manera relativamente fácil de hacer negocio u obtener réditos.

“Al no tener grandes destrezas, una persona accede a un autoempleo. Otra razón por la que este oficio es requerido es que, con un bajo nivel de capital, se puede crear unidades económicas proporcionales a la inversión que se hace”, apuntó el investigador.

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Prevén aprobar hoy Ley de Expropiación

El uso del subsuelo y sobresuelo tendrá una normativa especial

/ 19 de marzo de 2014 / 04:00

El Concejo Municipal apunta a aprobar hoy en todas sus estaciones el proyecto de Ley de Expropiaciones, el cual da un plazo de dos años al Gobierno Municipal de La Paz para efectuar el  pago de la indemnización a los dueños de los predios que sean enajenados, informó su presidente, Omar Rocha.

“Mañana (hoy) vamos a terminar de realizar el tratamiento del proyecto. El documento, de 39 artículos, fue aprobado en grande, de los cuales 17 ya fueron avalados en su estación en detalle”, señaló.

Según Rocha, la municipalidad arrastra hasta la fecha aproximadamente 70 casos de expropiaciones que no se han pagado, pese a que los predios ya fueron utilizados por la Alcaldía.

Con la norma se busca mejorar los procedimientos que se efectúan actualmente al amparo de la Ley de Expropiaciones del 30 de diciembre de 1884 y la Ley de Municipalidades del 28 de octubre de 1999.   

El documento fue presentado y aprobado en grande hace un año. Su tratamiento fue demorado para buscar consenso sobre su contenido.

La Razón intentó contactar a la secretaria del Concejo, Gabriela Niño de Guzmán, y al director Jurídico de la Alcaldía, Fernando Velásquez, para conocer si la normativa había sido consensuada, pero ninguno respondió su teléfono móvil. La normativa, proyectada por Rocha, prevé en sus artículos 27 y 28 incorporar la indemnización por el uso del subsuelo y sobresuelo, detalle que, según el concejal, será incorporado a través de un procedimiento especial según el análisis de cada caso.

“El Estado tiene la obligación de respetar la propiedad privada y lo que se busca es que cuando haya una expropiación, se proceda a compensar a los afectados antes de que se realicen las obras”, recalcó el concejal.

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Hay 3 maniobras de choferes que perjudican al LaPazBus

Problema. El daño en los asideros es frecuente, aunque no hay cifras

/ 19 de marzo de 2014 / 04:00

Minibuses que se estacionan en las paradas de los PumaKatari, cierre del paso en vías de alta pendiente y maniobras imprevistas en curvas cerradas son tres problemas  con los que tropieza el LaPazBus Laderas y que son atribuibles a los transportistas públicos de la urbe.

El oficial asesor de la Alcaldía, Gustavo Bejarano, señaló que estas acciones obedecen a las malas costumbres de algunos choferes.

“Hemos tenido percances con las paradas del bus; los conductores de minibuses están haciendo uso de las mismas, estacionándose momentáneamente o de manera permanente y no hay a quién reclamar, pues (los motorizados) están vacíos”, dijo.

El segundo contratiempo  son los “cruces abruptos” que efectúan los choferes del servicio público, que obligan a parar a los PumaKatari en calles de alta pendiente.

“Este problema es recurrente en Villa Salomé, paran sin ningún motivo aparente y luego siguen marchando. No lo vemos como algo premeditado, pero sí  (como consecuencia de las) malas costumbres de conducción que tienen”, aseguró.

El tercer obstáculo se produce cuando los buses ediles realizan un giro. Para girar a la izquierda, se abren a la derecha y para la derecha, se abren a la izquierda.

“El momento en que se abren, los choferes quieren acelerar y ganar en la maniobra, pero se ven sorprendidos por la parte media o trasera del bus. Por ello, algunos vehículos quedaron con raspones”, explicó.    

El LaPazBus Laderas inició operaciones el 17 de febrero en las rutas Inca Llojeta (Cotahuma)-Parque Urbano Central (PUC) y Villa Salomé (San Antonio)-PUC. El 7 de marzo se inauguró la ruta Chasquipampa (Sur)-PUC. Los dos primeros cumplieron ayer 21 días de operaciones  mientras que el tercero, solo diez.

La Razón consultó a siete choferes  de los PumaKatari sobre las dificultades con las que tropiezan. Cinco coincidieron en que la ocupación de las paradas es perjudicial y dos no observaron nada.

 “Eso del uso indiscriminado de la parada lo hacen minibuses, trufis, taxis. No respetan, pese a que hay señalización”, cuestionó Wilfredo Castro, conductor. Richard Huanca expresó que reciben apoyo de la Guardia Municipal para liberar los espacios.

Ismael Fernández, secretario ejecutivo de la Federación de Choferes 1° de Mayo, evitó hacer comentarios sobre la actitud de los conductores y adelantó que cuando se cumpla un mes del servicio éste será analizado con el Gobierno Municipal.

Saúl Fernández, secretario de Conflictos de la Federación de Choferes de La Paz, manifestó que el trabajo que efectúan sus afiliados no perjudica a los buses. “A veces utilizan las paradas, pero lo hacen cuando no están los vehículos, tampoco nos quedamos ahí estacionados”.

En estos días también se detectó que el daño a los agarradores para los usuarios que van de pie se ha vuelto un contratiempo recurrente. Bejarano no precisó cuántos de éstos resultaron dañados. “Hemos estado haciendo la reposición de los asideros. También hubo problemas con dos torniquetes, que ya fueron ajustados (por el fabricante King Long) y una cámara de un bus”.

Datos del servicio municipal

tarifas
En los recorridos a Inca Llojeta y Villa Salomé el pasaje es Bs 1,80. En el recorrido a Chasquipampa es Bs 2. De 23.00 a 05.00 todos pagan Bs 3.

protocolo
Cuando se detecte un desperfecto, los conductores tienen la instrucción de parar, transferir a los usuarios al siguiente bus y llamar a los teléfonos de emergencia.

Frecuencia
Los fines de semana, los buses salen cada 15 y 30 minutos. Por la demanda se analiza la posibilidad de disponer más buses.

amenaza
Una vecina denunció que un conductor dejó “miguelitos” para dañar los buses;  el atentado no fue confirmado. 

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Hay 3 maniobras de choferes que perjudican al LaPazBus

Problema. El daño en los asideros es frecuente, aunque no hay cifras

/ 19 de marzo de 2014 / 04:00

Minibuses que se estacionan en las paradas de los PumaKatari, cierre del paso en vías de alta pendiente y maniobras imprevistas en curvas cerradas son tres problemas  con los que tropieza el LaPazBus Laderas y que son atribuibles a los transportistas públicos de la urbe.

El oficial asesor de la Alcaldía, Gustavo Bejarano, señaló que estas acciones obedecen a las malas costumbres de algunos choferes.

“Hemos tenido percances con las paradas del bus; los conductores de minibuses están haciendo uso de las mismas, estacionándose momentáneamente o de manera permanente y no hay a quién reclamar, pues (los motorizados) están vacíos”, dijo.

El segundo contratiempo  son los “cruces abruptos” que efectúan los choferes del servicio público, que obligan a parar a los PumaKatari en calles de alta pendiente.

“Este problema es recurrente en Villa Salomé, paran sin ningún motivo aparente y luego siguen marchando. No lo vemos como algo premeditado, pero sí  (como consecuencia de las) malas costumbres de conducción que tienen”, aseguró.

El tercer obstáculo se produce cuando los buses ediles realizan un giro. Para girar a la izquierda, se abren a la derecha y para la derecha, se abren a la izquierda.

“El momento en que se abren, los choferes quieren acelerar y ganar en la maniobra, pero se ven sorprendidos por la parte media o trasera del bus. Por ello, algunos vehículos quedaron con raspones”, explicó.    

El LaPazBus Laderas inició operaciones el 17 de febrero en las rutas Inca Llojeta (Cotahuma)-Parque Urbano Central (PUC) y Villa Salomé (San Antonio)-PUC. El 7 de marzo se inauguró la ruta Chasquipampa (Sur)-PUC. Los dos primeros cumplieron ayer 21 días de operaciones  mientras que el tercero, solo diez.

La Razón consultó a siete choferes  de los PumaKatari sobre las dificultades con las que tropiezan. Cinco coincidieron en que la ocupación de las paradas es perjudicial y dos no observaron nada.

 “Eso del uso indiscriminado de la parada lo hacen minibuses, trufis, taxis. No respetan, pese a que hay señalización”, cuestionó Wilfredo Castro, conductor. Richard Huanca expresó que reciben apoyo de la Guardia Municipal para liberar los espacios.

Ismael Fernández, secretario ejecutivo de la Federación de Choferes 1° de Mayo, evitó hacer comentarios sobre la actitud de los conductores y adelantó que cuando se cumpla un mes del servicio éste será analizado con el Gobierno Municipal.

Saúl Fernández, secretario de Conflictos de la Federación de Choferes de La Paz, manifestó que el trabajo que efectúan sus afiliados no perjudica a los buses. “A veces utilizan las paradas, pero lo hacen cuando no están los vehículos, tampoco nos quedamos ahí estacionados”.

En estos días también se detectó que el daño a los agarradores para los usuarios que van de pie se ha vuelto un contratiempo recurrente. Bejarano no precisó cuántos de éstos resultaron dañados. “Hemos estado haciendo la reposición de los asideros. También hubo problemas con dos torniquetes, que ya fueron ajustados (por el fabricante King Long) y una cámara de un bus”.

Datos del servicio municipal

tarifas
En los recorridos a Inca Llojeta y Villa Salomé el pasaje es Bs 1,80. En el recorrido a Chasquipampa es Bs 2. De 23.00 a 05.00 todos pagan Bs 3.

protocolo
Cuando se detecte un desperfecto, los conductores tienen la instrucción de parar, transferir a los usuarios al siguiente bus y llamar a los teléfonos de emergencia.

Frecuencia
Los fines de semana, los buses salen cada 15 y 30 minutos. Por la demanda se analiza la posibilidad de disponer más buses.

amenaza
Una vecina denunció que un conductor dejó “miguelitos” para dañar los buses;  el atentado no fue confirmado. 

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Talleres se apoderan al menos de 11 vías primarias de La Paz

Lavadores, mecánicos, chapistas, tapiceros, balateros son algunos de los negocios que ocupan aceras y calzadas de avenidas y calles. Su actividad deteriora el ornato público

/ 24 de noviembre de 2013 / 04:00

En la ciudad de La Paz, el negocio de mantenimiento automotriz se realiza en vía pública y sin permiso de nadie. En aceras y calzadas ofrecen sus servicios mecánicos, electricistas, chapistas, tapiceros, lavadores, balateros, muelleros o llanteros.

Esta apropiación del espacio público afecta al menos a 11 vías principales de los macrodistritos Centro, Sur, Cotahuma, Periférica y Max Paredes, comprobó La Razón en un recorrido. La Alcaldía trabaja en un proyecto para habilitar un espacio público por macrodistrito para los lavadores de autos.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2009 en el municipio de La Paz se tenían registrados 159.142 motorizados. En 2012, la cifra se había incrementado a 291.494, 83% más en sólo tres años.

Los aceites y líquidos que se cambian a los vehículos y los detergentes que se usan en su limpieza deterioran las aceras y el asfalto, coincidieron cuatro subalcaldes entrevistados.

En todos los puntos tomados por esos negocios se genera, además, congestionamiento vehicular porque ocupan un carril de la vía; pero también invaden las aceras con material que dificulta el tráfico peatonal, un problema que se arrastra desde hace años.

 El primer sitio está en el Macrodistrito Cotahuma. Se trata de la avenida Landaeta (1). En parte de la vía, entre las calles Juan Manuel Cáceres y Kilómetro 7, se realiza el embovedado del río Jancokollo; sin embargo, ese trabajo no frenó la actividad de mecánicos, tapiceros, lavaautos, electricistas, etc., cerca de la plaza El Cóndor y en inmediaciones del estadio Bolívar.

“Es una molestia, pero hace años que nadie hace nada”, protestó el vecino Juan Pacosillo.

A pocos pasos, se suscita el mismo problema en la calle Feliciano Kantuta (2) y en la avenida Jaimes Freyre (3), donde hay coches estacionados hasta en dos filas para ser revisados.  

Francisco Cordero, subalcalde de Cotahuma, aseguró que cuando concluyan los trabajos en la Landaeta, que será asfaltada, se regularán esos negocios. “Estamos trabajando en mecanismos de control para que ya no dañen las vías u obstruyan la circulación”. En el Macrodistrito Max Paredes, los lavadores de autos se apropiaron de la parte superior de la avenida Kollasuyo (4), de donde se resisten a salir.

Mecánicos de diferentes especialidades se adueñaron de la avenida Entre Ríos (5). Allí tanto aceras como calzadas son ocupadas por coches. La Razón se comunicó con el subalcalde de Max Paredes, Felipe Flores, para conocer su diagnóstico, pero la autoridad declinó hacer declaraciones al no tener aval de la Unidad de Comunicación del gobierno local.

“En la parte baja de la vía ya no hay lavadores, pero siguen trabajando arriba y eso preocupa”, dijo la vecina Carmen Salamanca.
El subalcalde del Centro, Ramiro Burgos, reconoció que éste es un tema de abordaje complejo porque las soluciones pasan por políticas estructurales como la generación de fuentes de trabajo.  

“Hemos intentado regularizar el uso de estos espacios, pero no podemos desconocer la falta de empleo. En la Tejada Sorzano hay unos 15 negocios de este tipo”.
Burgos precisó que el gobierno municipal planificó habilitar espacios públicos de lavado, uno en cada macrodistrito para absorber esta mano de obra y así desocupar las vías, aunque todavía se trabaja en la propuesta.

La Tejada Sorzano, que es el límite entre macrodistritos, en el lado derecho es de responsabilidad de la Subalcaldía Periférica.  
El subalcalde Isaac Fernández  afirmó que pese a los intentos de regular estos negocios, los lavadores de este sector declinaron trabajar con la Alcaldía.  

Dentro de su jurisdicción identificó también a la avenida 15 de Abril (9) como un sitio problemático por esta actividad. En el sector es normal que los coches se estacionen en un carril a la espera de ser atendidos. “En dos meses esperamos presentar una propuesta para poderlos aglutinar a todos en una determinada área. En este sector hay 75 negocios de este tipo”, apuntó el subalcalde.  

En el Macro Sur, los mecánicos en la avenida Muñoz Reyes, de Cota Cota (10), y los lavadores de  la calle Julio Patiño (11) se apropiaron de las vías para realizar su trabajo. El subalcalde Sur, Carlos Urquizo, señaló que el lavado de coches causa preocupación porque Cota Cota es un área de riesgo y ese negocio aumenta la vulnerabilidad, ya que el agua es echada a las calles y aceras.

 “La Alcaldía está trabajando las estrategias para regular esas actividades, que son intensas en estos dos lugares”, dijo. Julio Chungara, mecánico, reconoció que su labor causa problemas. “¿Qué podemos hacer si no hay dónde trabajar?”, afirmó.

Actividad informal, causa del caos urbano

Los espacios de todos son tomados por trabajadores que generan su empleo

¿Por qué el espacio público urbano es apropiado territorialmente por determinados grupos en La Paz? Dos sociólogos coincidieron en que es por la falta de empleo formal. La debilidad de la autoridad edil no es parte del análisis.

El presidente del Colegio de Sociólogos de La Paz, David Salazar, sostuvo que la falta de empleo obliga a las personas a desarrollar trabajos informales, que a la larga derivan en el desorden urbano.

“Los empleos que se generan en las vías son los que requieren poco capital. Éstos en los últimos años se han ido incrementando. Una muestra son la proliferación de gremiales, quienes al no poder ser ubicados en los centros de abasto, tomaron las calles y lo mismo ahora está pasando con las personas que prestan servicio mecánico”, señaló Salazar.

El sociólogo hizo énfasis en que la demanda de mantenimiento de vehículos también tiene  que ver con el incremento del parque automotor, que se manifiesta en la proliferación de los motorizados que prestan servicio de transporte público en la urbe.

“Estos empleos que se generan en las ciudades son paliativos a la crisis de la gente que tiene que generar ingresos para la manutención de su familia.

Lamentablemente esto es un fenómeno social imparable. Tan solo recordemos el problema que se generó (los lavadores de autos) en la avenida Kollasuyo”, afirmó.
Para René Pereira Morató, sociólogo especialista en temas urbanos, en urbes que concentran gran población como La Paz es normal que espacios públicos que eran considerados de la comunidad estén siendo apropiados territorialmente por grupos que generan una fuerza de trabajo que no es acogida por la actividad formal. “Una ciudad que crece incrementa su parque automotor, que necesita ser mantenido y por ello se dan estos servicios en las calles”, añadió.

Para recuperar los espacios públicos, el profesional sugirió que el gobierno municipal e incluso el Gobierno Departamental de La Paz trabajen en una política para regular las actividades informales.  

“Para mal de paceños y paceñas, los espacios de encuentro se están convirtiendo en sitios donde tiene prioridad el automóvil. Para trabajar en una propuesta se tiene que diagnosticar el problema con datos, lo que no existe”.

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