Sociedad

Thursday 28 Mar 2024 | Actualizado a 21:30 PM

Sólo 300 de 27.000 negocios se adecuaron a las nuevas licencias

El Alto. Los permisos tienen medidas de seguridad. El plazo vence en diciembre

/ 21 de octubre de 2013 / 06:45

El cambio de las licencias de funcionamiento para actividades económicas de El Alto, de perpetuas a eventuales, avanza de manera lenta. En cuatro semanas, sólo 300 negocios recabaron el nuevo documento de los 27.000 registrados en esta ciudad.

La sustitución comenzó la última semana de septiembre. El objetivo de esta renovación es ejercer mayor control de los negocios establecidos en esta ciudad y el de ofrecer permisos que sean difíciles de adulterar o clonar, según la explicación del director de Recaudaciones y Políticas Tributarias de la Alcaldía, John Villalba.

En las cuatro semanas, esta unidad emitió 1.000 documentos nuevos: 300 renovaciones, es decir, de negocios antiguos que tenían las licencias perpetuas, y 700 nuevos, referidos a establecimientos que ingresan al mercado.  

Antes de este cambio, la Alcaldía entregaba licencias de funcionamiento con un carácter perpetuo, es decir que los propietarios de los negocios, una vez obtenido el permiso, no tenían la obligación de renovarlo.

Ahora, los permisos tienen una validez de dos años, al cabo de los cuales deben ser renovados; lo que implica una nueva revisión de las condiciones del negocio.

Detalles. Las nuevas licencias no podrán ser clonadas ni falsificadas fácilmente, ya que la Alcaldía incluyó en ellas sistemas de seguridad impresos en el documento. Según Villalba, los permisos antiguos eran impresos en hojas bond, otros en cartulina; no tenían seguridad y, por esa razón, podían ser clonados.

“Las nuevas licencias no podrán ser clonadas ni falsificadas porque entre sus características se incluyó un código de seguridad, se trata de un holograma denominado QR (Quit Response), que se podrá decodificar con celulares, en las inspecciones o cuando los clientes crean necesario. Por eso se llaman inteligentes”, explicó.

 Además, el documento lleva impresos microtextos que sólo son visibles con una lupa o lente especial. En uno de éstos se incluyó el nombre: Alcaldía de El Alto.

También se aplicaron dos sellos secos, uno del logotipo del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GAMEA) y otro del escudo de esta urbe. Además,  sobre los datos del negocio y del propietario se pegará un sticker transparente con el escudo de El Alto.

Existe un espacio para la fotografía del propietario o el logotipo de la empresa, que deberá ser a colores. “En lo posible esta fotografía debe ser la misma del carnet de identidad para que exista un mayor control”.

En estas licencias irán inscritas la fecha en que se la extendió y la de su extinción. La renovación se realizará sin costo alguno en la Dirección de Recaudaciones.

La Alcaldía espera que hasta fin de año, específicamente hasta el 27 de diciembre, cuando finaliza el plazo para la renovación, el cambio de permisos de perpetuos a eventuales alcance al 60% de los negocios, es decir a unos 16.000. Pero al ritmo en que se realiza este proceso, 300 en cuatro semanas, lo más probable es que a fin de año se llegue sólo a 5.000, aproximadamente.

Frente a la poca receptividad de la disposición de actualizar estos documentos, las autoridades municipales estudian posibles sanciones a los propietarios que no lo hagan. “Estamos analizando el tipo de sanciones que se impondrá a quienes no cambien las antiguas licencias hasta el último día hábil del año”, explicó Villalba.

Para adquirir el nuevo permiso eventual, los propietarios de negocios antiguos deben presentar una fotocopia del carnet de identidad, devolver la antigua licencia y ponerse al día en el pago de impuestos. Los dueños de locales nuevos deben presentar, además, un croquis de la ubicación del negocio.

También se entregarán  credenciales

los dueños
Junto a las nuevas licencias de funcionamiento, la Alcaldía entregará una credencial al propietario y/o administrador del negocio. Ésta tendrá las mismas características de seguridad que el permiso.

trámites
Antes, para sacar una autorización los dueños debían peregrinar en la Alcaldía por siete jefaturas; ahora las oficinas son cuatro y todas están en la Dirección de Recaudaciones.  

8 de 10

En la ciudad de El Alto, el 80% de los negocios establecidos está registrado y llega a 27.000. El restante 20% es clandestino.

Alcaldía alteña detecta cinco licencias clonadas

El director de Recaudaciones y Políticas Tributarias de la Alcaldía de El Alto, John Villalba, informó que hasta la fecha se detectaron cinco licencias de funcionamiento que fueron clonadas.

“Esto se debe a que las anteriores sólo se las imprimía en papeles simples, fáciles de copiar o de distorsionar datos en programas de computación”, dijo.
Los propietarios de estas actividades económicas fueron sometidos a sanciones que van desde una multa hasta la clausura parcial de su negocio.

Villalba catalogó esto como un problema serio frente a la intención de la Alcaldía de lograr un mejor control en el tema impositivo y en la búsqueda de mejorar la calidad de los productos ofertados.

Por otra parte, aseguró que otras actividades económicas se trasladan de lugar con el mismo permiso o las dejan abandonadas y no se las da de baja ni se comunica el cambio de ubicación.

“Esto genera otros problemas, porque existe un registro al que nos regimos; las multas por mora siguen creciendo para el contribuyente”, agregó.
La autoridad convocó a los dueños de algún tipo de negocios a regularizar sus licencias.

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Silvia dio albergue a 90 perros callejeros en 22 años de ayuda

Silvia Loayza, protectora de animales. Silvia Loayza es una vecina del barrio Madrid del Distrito 3 de El Alto. Se dedica a tejer chompas a pedido y su esposo es carpintero. Ella ha llegado a acoger en su vivienda a 90 canes vagabundos, la mayoría de raza mestiza y hembras. Actualmente tiene a 25. No quiere decir cuánto gasta en esta labor, pero dice que los canes son su “prioridad”.

/ 20 de septiembre de 2014 / 04:00

Su filosofía de vida es simple, pero profunda. “Cualquier tipo de vida es importante”. Silvia Loayza justifica así su labor altruista. Esta mujer de 55 años, que teje chompas a pedido y con un esposo carpintero, ha dedicado gran parte de su vida, 22 años, a recoger perros de la calle y darles albergue y comida en su vivienda.

En esos 22 años llegó a cuidar a 90 canes, aproximadamente. Actualmente vive con 25 cuadrúpedos, todos acogidos en sus dos patios e, incluso, en sus habitaciones. No ha querido hacer un cálculo de cuánto gasta en esta labor, pero afirma que es su “prioridad”.

Cuando habló con La Razón en el primer patio de su casa, vestía una chompa descolorida y un pantalón con remiendos. Su pelo con canas estaba recogido en una cola. En el espacio que mostró aparecía una casa de perro de madera, con techo de calamina, pero contó que atrás, en el otro espacio, tenía otras diez, algunas de adobe y otras de madera. No nos dejó pasar porque dijo que el sitio estaba en reparación.

Silvia, que vive en el barrio Madrid del Distrito 3 de El Alto, relata que su amor por los canes comenzó hace 22 años, cuando perdió a Chiquita, su primera mascota, que murió por un resfrío mal curado y mal tratado.

Entonces cayó en cuenta de que “todos los animales necesitan protección”. Sintió un gran remordimiento por ese deceso, pese a que hizo todo para salvar esa vida, y decidió cuidar a todos los animales que se acerquen a ella.

El primero fue Enfer, un perrito que encontró en la calle, enfermo, y que la siguió hasta su vivienda. Ella le dio comida y luego un espacio para que duerma y así comenzó este recorrido de 22 años atravesado por el amor a los animales, porque afirma que no es capaz de hacer daño “ni a una araña”. “La gente debería aprender a tener una mascota o sino a cuidar a las ajenas”, pide.

“No me lo podrían creer, incluso venían hasta la puerta, quizás es esa intuición de los animalitos de saber dónde quedarse y ser bien recibidos”.
En su casa fue construyendo casitas de adobe y luego de madera para los canes. Después tuvo que comprar ollas grandes para preparar la comida para la jauría; unos 25 litros diarios.

Los animales que generalmente  cuida son mestizos y hembras, características que los hacen difíciles de ser adoptados, pero hasta ahora ha conseguido hogar para 30 de ellos. No cobra ni un boliviano y solo recomienda a los nuevos dueños que les den cariño.  “He aprendido que los perros necesitan protección, igual que los niños, porque están indefensos ante los humanos”.

Tintín es uno de esos 30 canes. Fue recogido por Silvia, como todos, de la calle, pero éste estaba enfermo. Dos  semanas después de cuidarlo, Mery Callejas se encariñó con él y decidió llevárselo a su casa para que su nieto  tenga una mascota.

“En casa queremos mucho a los animales. Nos enteramos que Silvia  cuida a los animales con sus propios recursos y los da en adopción a las familias que se comprometen a cuidarlos. No da a cualquiera”, cuenta Callejas.

En casa de Silvia se enamoró de Tintín. “Fue como un amor a primera vista. Se acercó a nosotros, estaba limpio, lo habían bañado. Lo llevamos al veterinario y después a casa”.

Éste es el rostro lindo de la caridad, pero también existe el malo. “Me denunciaron dos veces, pero no hice nada malo, al contrario, doy a esos animalitos lo que otra gente no les quiere dar”. Ella asegura que las hembras y de raza mestiza son despreciadas por los vecinos y abandonadas a su suerte.
Silvia tiene dos hijos, uno de ellos (de 23 años) se casó y vive en otra vivienda. La otra de 20 años continúa con ella y también ayuda en la protección de los canes. Dice que su esposo está de acuerdo con esta labor y también colabora.

Cuando La Razón conversó con Silvia, una decena de animales la rodeaban y se abalanzaban sobre ella, quien se mostraba feliz por ese cariño.

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Sólo 300 de 27.000 negocios se adecuaron a las nuevas licencias

El Alto. Los permisos tienen medidas de seguridad. El plazo vence en diciembre

/ 21 de octubre de 2013 / 06:45

El cambio de las licencias de funcionamiento para actividades económicas de El Alto, de perpetuas a eventuales, avanza de manera lenta. En cuatro semanas, sólo 300 negocios recabaron el nuevo documento de los 27.000 registrados en esta ciudad.

La sustitución comenzó la última semana de septiembre. El objetivo de esta renovación es ejercer mayor control de los negocios establecidos en esta ciudad y el de ofrecer permisos que sean difíciles de adulterar o clonar, según la explicación del director de Recaudaciones y Políticas Tributarias de la Alcaldía, John Villalba.

En las cuatro semanas, esta unidad emitió 1.000 documentos nuevos: 300 renovaciones, es decir, de negocios antiguos que tenían las licencias perpetuas, y 700 nuevos, referidos a establecimientos que ingresan al mercado.  

Antes de este cambio, la Alcaldía entregaba licencias de funcionamiento con un carácter perpetuo, es decir que los propietarios de los negocios, una vez obtenido el permiso, no tenían la obligación de renovarlo.

Ahora, los permisos tienen una validez de dos años, al cabo de los cuales deben ser renovados; lo que implica una nueva revisión de las condiciones del negocio.

Detalles. Las nuevas licencias no podrán ser clonadas ni falsificadas fácilmente, ya que la Alcaldía incluyó en ellas sistemas de seguridad impresos en el documento. Según Villalba, los permisos antiguos eran impresos en hojas bond, otros en cartulina; no tenían seguridad y, por esa razón, podían ser clonados.

“Las nuevas licencias no podrán ser clonadas ni falsificadas porque entre sus características se incluyó un código de seguridad, se trata de un holograma denominado QR (Quit Response), que se podrá decodificar con celulares, en las inspecciones o cuando los clientes crean necesario. Por eso se llaman inteligentes”, explicó.

 Además, el documento lleva impresos microtextos que sólo son visibles con una lupa o lente especial. En uno de éstos se incluyó el nombre: Alcaldía de El Alto.

También se aplicaron dos sellos secos, uno del logotipo del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GAMEA) y otro del escudo de esta urbe. Además,  sobre los datos del negocio y del propietario se pegará un sticker transparente con el escudo de El Alto.

Existe un espacio para la fotografía del propietario o el logotipo de la empresa, que deberá ser a colores. “En lo posible esta fotografía debe ser la misma del carnet de identidad para que exista un mayor control”.

En estas licencias irán inscritas la fecha en que se la extendió y la de su extinción. La renovación se realizará sin costo alguno en la Dirección de Recaudaciones.

La Alcaldía espera que hasta fin de año, específicamente hasta el 27 de diciembre, cuando finaliza el plazo para la renovación, el cambio de permisos de perpetuos a eventuales alcance al 60% de los negocios, es decir a unos 16.000. Pero al ritmo en que se realiza este proceso, 300 en cuatro semanas, lo más probable es que a fin de año se llegue sólo a 5.000, aproximadamente.

Frente a la poca receptividad de la disposición de actualizar estos documentos, las autoridades municipales estudian posibles sanciones a los propietarios que no lo hagan. “Estamos analizando el tipo de sanciones que se impondrá a quienes no cambien las antiguas licencias hasta el último día hábil del año”, explicó Villalba.

Para adquirir el nuevo permiso eventual, los propietarios de negocios antiguos deben presentar una fotocopia del carnet de identidad, devolver la antigua licencia y ponerse al día en el pago de impuestos. Los dueños de locales nuevos deben presentar, además, un croquis de la ubicación del negocio.

También se entregarán  credenciales

los dueños
Junto a las nuevas licencias de funcionamiento, la Alcaldía entregará una credencial al propietario y/o administrador del negocio. Ésta tendrá las mismas características de seguridad que el permiso.

trámites
Antes, para sacar una autorización los dueños debían peregrinar en la Alcaldía por siete jefaturas; ahora las oficinas son cuatro y todas están en la Dirección de Recaudaciones.  

8 de 10

En la ciudad de El Alto, el 80% de los negocios establecidos está registrado y llega a 27.000. El restante 20% es clandestino.

Alcaldía alteña detecta cinco licencias clonadas

El director de Recaudaciones y Políticas Tributarias de la Alcaldía de El Alto, John Villalba, informó que hasta la fecha se detectaron cinco licencias de funcionamiento que fueron clonadas.

“Esto se debe a que las anteriores sólo se las imprimía en papeles simples, fáciles de copiar o de distorsionar datos en programas de computación”, dijo.
Los propietarios de estas actividades económicas fueron sometidos a sanciones que van desde una multa hasta la clausura parcial de su negocio.

Villalba catalogó esto como un problema serio frente a la intención de la Alcaldía de lograr un mejor control en el tema impositivo y en la búsqueda de mejorar la calidad de los productos ofertados.

Por otra parte, aseguró que otras actividades económicas se trasladan de lugar con el mismo permiso o las dejan abandonadas y no se las da de baja ni se comunica el cambio de ubicación.

“Esto genera otros problemas, porque existe un registro al que nos regimos; las multas por mora siguen creciendo para el contribuyente”, agregó.
La autoridad convocó a los dueños de algún tipo de negocios a regularizar sus licencias.

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Organizaciones sociales tienen cuotas de poder en la Alcaldía

El Alto. Para los dirigentes son conquistas de cada sector. El Burgomaestre lo admite

/ 29 de abril de 2013 / 04:00

Las organizaciones sociales de El Alto lograron cuotas de poder en gestiones pasadas y las mantienen en esta gestión municipal de El Alto. El alcalde Édgar Patana lo reconoce y admite que no pudo hacer mucho para revertir esa situación, que afecta a la eficiencia de su gestión.

Funcionarios que trabajan en estas oficinas desde hace más de cinco años dijeron a La Razón que estos espacios se consiguieron durante el gobierno municipal de José Luis Paredes y que se profundizaron con el de Fanor Nava. Patana ratificó esa información. “Esto fue heredado de gestiones pasadas”, confirmó.

De acuerdo con la declaración de empleados y extrabajadores de la Alcaldía alteña, los gremios de esta ciudad manejan las direcciones que corresponden a su oficio y tienen la potestad de elegir a su titular.

Así tenemos que la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) controla las 14 subalcaldías distritales. La Federación de Gremiales está en la Dirección de Asentamientos y algunas oficinas de Recaudaciones.

La Federación de Padres de Familia (Fedepaf) logró tener injerencia en la Dirección de Educación.

La Federación Única de Trabajadores en Carne y Ramas Anexas (Futecra) controla el Matadero Municipal. La Federación Andina de Choferes 1 de Mayo maneja la Dirección de Tráfico y Vialidad. La federación de comunidades agrarias Fesucarusu cuenta con el respaldo del Concejo Municipal de El Alto.
Esta especie de cogobierno, que no se conoce públicamente, dificulta la gestión municipal como lo reconoció el alcalde Patana.

“Por ejemplo, se quería saber qué líneas hay en El Alto y cuántas operan con y sin autorización, pero no se logró. Son deficiencias que hemos podido detectar y ha provocado que la parte administrativa no tenga buenos resultados y al final el plato roto lo paga el Alcalde”.

En el tema de tráfico y vialidad, también se pudo observar la capacidad de presión de estas organizaciones en las decisiones ediles.

El 24 de marzo, el Concejo Municipal aprobó una ordenanza para encaminar la creación de la guardia municipal vial, pero al día siguiente los dirigentes del transporte de esa urbe llegaron hasta las oficinas de esa instancia legislativa y presionaron hasta que los concejales decidieron abrogar aquella norma.

También se observan contradicciones que paralizan una gestión. “En cuanto a Tráfico y Vialidad se nos presentó el tema de la restricción, pero cuando quisimos aplicarlo, simplemente lo ven como si fuera una propuesta sólo de la Alcaldía, cuando en realidad es lo que ellos mismos elaboraron”, se lamentó la primera autoridad.

El resultado fue que aquel plan no se aplique hasta el momento.

Otra iniciativa que fue retrasada durante un año fue el inicio de la construcción de la Pasarela del Arquitecto, en la avenida 6 de Marzo. Los gremiales se opusieron a ser reubicados momentáneamente y el trabajo quedó en statu quo.

Según exfuncionarios municipales, todo comenzó cuando José Luis Paredes cedió a las asociaciones sociales para tener apoyo ante el crecimiento partidario del Movimiento Al Socialismo (MAS).

“Antes la política era comprar a los dirigentes con plata, adquiriendo cerveza o haciéndoles fiestas, luego se dieron cuenta que dándoles un espacio dentro podrían tener el doble de ese apoyo”, explicó un exempleado que laburó por más de siete años en el Gobierno Municipal.

Él aseguró que esto se triplicó con Nava. “No tenía poder, representatividad y su carácter no le ayudaba. Varias personas y grupos se aprovecharon de él y como Nava quería crecer políticamente accedió a propios y extraños, y luego se vio con todos los problemas que conocemos”.

Patana admitió que la presencia sindical en la administración edilicia continúa en su periodo, pero aseguró que en menor proporción que en la de sus antecesores pues se logró “recuperar” jefaturas y direcciones. Dijo que en varios casos se opuso a que aquello continúe, pero quienes se vieron coartados iniciaron una campaña para pedir su dimisión.

“Gente con intereses individuales me han querido afectar y ahora piden el revocatorio. Pese a ser de otros partidos políticos pretendían seguir con la injerencia en la Alcaldía”.

Aseguró que las áreas en las que persiste la presencia gremial son “contadas”. “Nosotros tenemos ese trabajo de entrega y compromiso con la ciudad, por lo que en otras áreas fuimos mejorando, logramos salir del problema y vamos creciendo”.

Los dirigentes con los que conversó La Razón admitieron sus cuotas de poder en el Gobierno Municipal y las calificaron de conquistas sociales. Otros indicaron que su presencia en esos sitios mejora la gestión edil.

El ejecutivo de la Federación de Trabajadores en Carne y Ramas Anexas (Futecra), Bernardo Huanca, aseguró que debido al control que ejercen del matadero municipal se evitó que organizaciones ajenas al departamento se apropien de él.

Javier Ajno, presidente de la Fejuve, aseguró que el control de las reparticiones ediles responde a una conquista social. “Estos espacios son el reflejo de una lucha de años de querer mejorar la ciudad y participar en las decisiones”.

Silverio Paca, ejecutivo de los choferes alteños, considera que la presencia de sindicalistas en las direcciones ediles tiene el fin de mejorar la gestión municipal.

Sitios que controlan los sindicatos

La Federación de Padres de Familia (Fedepaf) detenta la Dirección de Educación. La Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), 14 subalcaldías. La Federación Única de Trabajadores en Carne y Ramas Anexas (Futecra), el Matadero Municipal. Los gremiales controlan Asentamientos. La Federación Andina de Choferes 1 de Mayo maneja la dirección de Tráfico y Vialidad. La federación de comunidades agrarias Fesucarusu cuenta con el respaldo del Concejo Municipal de El Alto.

‘Éstas son conquistas sociales logradas a través del tiempo’

Édgar Patana. El Alcalde de El Alto admite que las organizaciones sociales de esta ciudad controlan ciertas direcciones, en las que tienen potestad de designar a sus titulares. La autoridad también reconoce que esta situación conlleva problemas de ineficiencia, pero a su vez acepta que no pudo cambiar este problema. Dijo que lo único que hace son evaluaciones con Capital Humano.

— ¿Existen en la Alcaldía de El Alto espacios de poder de los gremios y asociaciones?

— Dentro del municipio hay representantes de algunas organizaciones. Éstas son conquistas sociales logradas a través del tiempo y para mencionar sólo una de ellas está la elección de subalcaldes que se la realiza en los 14 distritos, por lo tanto hay 14 representantes de los vecinos. Son los presidentes de las juntas vecinales quienes eligen a su delegado y una vez posesionado ellos administran sus recursos y luego ejecutan obras.

— Pero así se convierten en jueces y parte, ¿esta situación no perjudica a los objetivos de la Alcaldía?

— Lo único que les pedimos es que se hagan las cosas de manera clara y transparente. De todos modos ante la ausencia de una buena gestión, existen las mismas evaluaciones de la Alcaldía a través de Capital Humano.

— ¿En qué casos sucede, por ejemplo?

— Hablamos de la Dirección de Tráfico y Vialidad, lo que estamos viendo, tras un análisis, es que tenemos que inyectar la parte técnica. Por eso es importante consolidar otras áreas que me permitan hacer evaluaciones, números y estadísticas y en base a éstas lanzar proyectos.

— ¿Cuántas áreas, direcciones o jefaturas están ocupadas por las organizaciones sociales?

— Ese dato no lo voy a revelar; pero son contados.

— ¿Se han detectado deficiencias dentro de estas reparticiones ediles?

— Sí, en algunos casos. Por ejemplo, se quería saber qué líneas hay en El Alto y cuántas operan con y sin autorización, pero no se logró. Son deficiencias que hemos podido detectar y ha provocado que la parte administrativa no tenga buenos resultados y al final el plato roto lo paga el Alcalde.

Eso es lo que podemos señalar. En cuanto a Tráfico y Vialidad, cuando presentó el tema de la restricción y quisimos aplicarlo, simplemente lo ven como si fuera una propuesta sólo de la Alcaldía, cuando en realidad es lo que ellos mismos elaboraron.

— ¿Cómo se logra el equilibrio ante la presencia de representantes sociales?

— Lo que hemos pedido a las organizaciones es que propongan para algunos cargos a gente eficiente, que pueda llevar adelante a su propio sector y a la vez tengan una visión de conjunto. Es decir que no sea sólo de beneficio para ese grupo sino para toda la ciudad, porque después ellos mismos empiezan a señalar que no tienen respuestas, les decimos que le pidan a su director y al final se convierte en un “bultito” más.

De todos modos, interviene la unidad de Capital Humano en las evaluaciones de los contratados por la Alcaldía.

— ¿Desde cuándo las organizaciones tienen cuotas de poder en el municipio?

— Lamentablemente fue José Luis Paredes el que empezó, en su época, y fue enraizándose esta injerencia. En algunos lugares, nosotros hemos cortado y a muchos no les gustó y denunciaron como atropellos.

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En El Alto, sólo un centro infantil de 80 privados tiene acreditación

La Gobernación informa que sólo un centro infantil privado, de los 80 que funcionan en El Alto, cuenta con acreditación. A pesar de ello, continúan prestando servicios

/ 25 de marzo de 2013 / 05:58

En El Alto funcionan 80 centros infantiles privados, pero sólo uno  de ellos tiene acreditación de la Gobernación de La Paz. Los demás trabajan en infraestructuras adaptadas y con personal sin calificación.

Estos datos fueron proporcionados por el psicólogo del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de la gobernación paceña, Marco Herrera.
“Sólo hay un centro que hizo el trámite ante nuestra unidad, se trata de Rayitos de Cielo. Los demás que se estiman son 80 centros privados, lo mismo sucede con los centros municipales, de ellos ninguno está acreditado y esto es preocupante”, describió así la situación de estos albergues.

Hace menos de un mes, dos menores de edad perdieron la vida en dos de estos centros infantiles privados. Uno en el centro Picardías, donde un menor de ocho meses falleció, aparentemente, atragantado.

Y el otro en el centro San Martín de Porres, en el cual otro niño que tenía problemas de autismo cayó a un pozo que no estaba tapado y murió ahogado.
La Gobernación ratificó que ninguno de éstos tenía acreditación oficial para funcionar, es decir que eran ilegales. Uno de ellos, Picardías, cerró luego del problema con el menor de edad, pero el otro continúa funcionando.

Transacción. En el primer caso, la Gobernación tiene la información de que sus dueños transaron con los padres del neonato a cambio de un monto de dinero, que no fue revelado. En el segundo, el Gobierno Autónomo Departamental inició una investigación que hasta el momento no concluye.

Herrera dijo que sí se mantiene el encubrimiento percibido hasta el momento, pues ninguno de los funcionarios da información veraz sobre los responsables, esta unidad de apoyo a los niños será cerrada de manera definitiva. De lo contrario, señaló que el responsable deberá ser procesado por la vía penal, porque se trata de un caso en el que hay un fallecido.

Esta autoridad indicó que los centros infantiles privados tienen dos deficiencias principales, cuales son de falta de ambientes para las diversas tareas que debe cumplir un sitio de acogida de menores de edad, y la carencia de personal capacitado para estas labores, como son las parvularias. Mencionó que en estos lugares se encuentra personal empírico que ejerce esta función sin haber estudiado.

El funcionario apuntó que una de las formas en las cuales es posible detectar la falta de formación es cuando éstos se refieren a los centros como guardería, término que fue desechado por ser inapropiado para estos lugares.

La Razón visitó tres centros infantiles entre ellos Rayitos de Cielo, el único que cuenta con autorización para funcionar. En éste se nota una inversión económica porque sus ambientes son especializados para la estimulación y el aprendizaje infantil.  

Éste funciona desde 2009 en Ciudad Satélite. “Tenemos seguridad con cámaras en cada una de las habitaciones para que los niños y niñas estén seguros, un servicio de minibús de puerta a puerta para los padres que así lo requieran y los pisos necesarios con aulas y ambientes para las diferentes actividades”, explicó la encargada Ángela Sarmiento.

El segundo centro visitado es Sólo Guaguas, que a diferencia de Rayitos de Cielo funciona en una vivienda adaptada frente a la plaza de Ciudad Satélite. Los ambientes están en una sola planta donde los que antes fueron los dormitorios sirven como aulas, salas de juegos y comedor. El patio familiar fue techado para que los niños y niñas juguen en columpios o resbalines.

La administradora de este centro, Sandra Ortiz, admitió que no cuenta con acreditación, pues le falta presentar documentos y criticó que tanto la Alcaldía como la Gobernación otorguen permiso lo que a su criterio enmaraña el trámite. “Es un enredo, pero lo estamos haciendo”, aseguró.

En el tercer centro infantil, sin nombre y con las cinco vocales colocadas en su ventana no quisieron brindar información acerca de su funcionamiento con el argumento de que es nuevo y de que los alumnos no estaban en el lugar. Se trata de otra vivienda familiar adaptada para los niños.

La Gobernación tiene sólo tres funcionarios para realizar el control de estos centros infantiles, tanto de la ciudad de La Paz como de El Alto. Herrera aseguró que se efectúan operativos permanentes, pero admitió que ninguno fue cerrado, pese a que 79 privados funcionan sin licencia.

Enumeró que se entregan llamadas de atención, en tres oportunidades, para luego proceder con las sanciones, que aún no fueron aplicadas en ningún caso.

Centros se trasladan por táctica

u espacio
La cantidad de educadoras en los centros varía según el número de menores de edad inscritos y el espacio que se les brinda a ellos.

u lucro
Según el psicólogo del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) Marco Herrera, muchos centros abren por lucrar y no por beneficio social.

u cambio
Hay centros infantiles que cambian de zona para evitar ser descubiertos y obligados a pagar impuestos. Huyen de los registros.  

Ni una guardería, de las 81 comunales, está certificada

Los centros municipales no tramitan certificación porque sus instalaciones son prestadas

m. r. n Los 81 centros infantiles del Gobierno Municipal de El Alto no están acreditados por el Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de la Gobernación de La Paz, aunque sí tienen la autorización del Gobierno Municipal de El Alto para funcionar.
La directora municipal de salud, Alejandra Hidalgo, explicó que existe una razón de peso para que no se haya tramitado la certificación y es que los predios en los que funcionan los jardines municipales no son de su propiedad, sino prestados por las juntas vecinales. “Para lograr la acreditación, la infraestructura debe estar autorizada para el funcionamiento del centro infantil de por vida, pero tenemos el caso de que estos espacios en El Alto son de pertenencia de las juntas vecinales”, detalló la funcionaria.
“Hay que considerar, además, que también hay 13 de administración del Arzobispado y 34 de las aldeas SOS”.
Hidalgo admitió que estos albergues municipales tienen deficiencias de infraestructura, como que las aulas están divididas sólo con mamparas y los baños no tienen letrinas. Dijo que por esa razón, desde 2011 se tramita un crédito de 10 millones de bolivianos ante el Banco Mundial para la construcción de tres centros especializados. “Van a ser tres centros modernos que podrán albergar al menos 150 niños y niñas cada uno”.
Aclaró que los centros ediles sí tienen autorización municipal, de uno a tres años, que los habilita para atender a menores de edad, aunque no estén acreditados ante la gobernación.

Priman las razones laborales

De acuerdo con un sondeo realizado por La Razón a 12 padres de familia, éstos dejan a sus hijos en los centros infantiles, en el 80%, por razones laborales, pues por su trabajo no tienen a quién encomendar su cuidado.

Aconsejan no dejarlos  por más de seis horas

Para los expertos en psicología infantil consultados por La Razón, dejar a los menores de edad por más de seis horas en los centros infantiles no es bueno, porque así se alejan de la familia y quedan confundidos.

“Esto no es recomendable, si bien ayuda que el niño o niña tenga la comodidad en su casa con el esfuerzo de sus papás, la convivencia en familia con problemas y soluciones se hace escasa. Generalmente, los padres tratan de recuperar el tiempo perdido en fin de semana, pero éste no es suficiente”, explicó el psicólogo Daniel Guillén.

Otra especialista destacó el hecho de que cuando los menores de edad pasan más tiempo en guarderías se forman una imagen de padres, madres o tutores  a partir de los educadores.

“Las tareas, por ejemplo, deberían hacerse con los papás, pero como ellos no los controlan ni presionan en esto pierden el control, lo mismo que ordenar el cuarto, sus juguetes”, mencionó la psicóloga Karem Jiménez.

Los menores de edad, más aún si están entre uno y cinco años, deben estar cerca de los padres por seguridad, control y formación de valores, coincidieron los especialistas. Dijeron que es la familia la que debe poner las reglas.

Los centros infantiles ofrecen cuidar a los menores de edad desde las 07.00 hasta las 19.00 e incluso hasta las 20.00 de lunes a viernes. Existen casos en que los niños se quedan en estos sitios todo el día.

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La plaza Ballivián de El Alto tiene alto tráfico, pero está abandonada

Descontrol. El punto de seis intersecciones viales carece de varitas y señalética

/ 18 de febrero de 2013 / 05:48

La plaza Ballivián, ubicada en el Distrito 6 de El Alto, se encuentra abandonada, pese a ser un sitio de alto tráfico y por el que circulan al menos 300 vehículos cada hora. La calzada está con baches y anegada, carece de alcantarillado pluvial y no tiene varitas de Tránsito.

Alrededor de la plaza hay seis intersecciones viales; una de ellas, la que une las avenidas Panorámica y Naciones Unidas, es la más deteriorada pues prácticamente ha perdido el asfaltado y es un trayecto de lodo y baches. Los vehículos hacen maniobras para cruzar el sitio, especialmente cuando llueve pues es imposible observar la profundidad de los hoyos repletos de agua.

Debido a estas circunstancias, según el relato de diez vecinos y comerciantes, cada día se presentan accidentes de tránsito, ya sea de atropello a peatón o choque entre vehículos. “La razón es que están esquivando esos huecos que están desde hace muchos años, ya ni me acuerdo el año en que vimos este deterioro”, narró el vecino José Chuquimia.

La plaza está ubicada en la zona José Ballivián del Distrito 6, que fue fundada el 2 de septiembre de 1951, y que cuenta con 10 mil habitantes, según datos de los vecinos.

Actualmente, la plaza está dividida en dos para facilitar el intenso tráfico vehicular pues éste es otro punto de conexión entre las ciudades de La Paz y El Alto. Una es la rotonda Ballivián y la otra la plaza triangular Ballivián, según los habitantes del área.

problemas. La Razón visitó el sitio el viernes en la mañana y vio que pese al alto tráfico y las seis intersecciones, allí no existe un varita, señales de tránsito y sólo hay dos semáforos.

Los comerciantes indicaron que el personal encargado de ordenar el tráfico se presenta allí sólo jueves y domingo, cuando se realiza la feria 16 de Julio, que se extiende hasta ese sitio.

“Estos dos días la cantidad de vehículos que estacionan y giran sin seguir su ruta se triplica, pero sí hay policías”, aseguró Máximo Cuentas, comerciante del lugar.

También se pudo apreciar que en el ingreso a la avenida Naciones Unidas, en la intersección con la avenida Panorámica, al menos 2.000 metros cuadrados de calzada están deteriorados, el camino es de tierra y tiene muchos huecos que, según los choferes, provocan destrozos en los motorizados e incidentes de tránsito, como choques leves y atropellos a peatones que intentan cruzar de un sitio a otro.

En el sector existe un refugio colocado para los pasajeros que esperan un servicio de transporte, pero el 70% de su extensión carece de techo y sólo tiene fierros.

En esta intersección, los motorizados de transporte, especialmente minibuses y micros, están parados en doble fila en espera de pasajeros, que buscan trasladarse de El Alto hacia La Portada en La Paz. Este paradero causa congestionamiento vehicular, que se resuelve, por la ausencia de uniformados, a plan de bocinazos.

Una segunda parada de motorizados se observa en medio de las dos plazas. Los minibuses que se detienen en el lugar llevan a las personas hacia Alto Lima, 16 de Julio, Alto Saíd Villa Victoria, entre otros destinos. El tercer punto de espera para pasajeros se ubica en la avenida Alfonso Ugarte, de donde se viaja hasta la Ceja.

Estas dificultades del sector se acrecientan cuando llueve. La Razón vio cómo todas las intersecciones se llenan de agua, que no fluye por falta de una pendiente y por la ausencia de alcantarillado pluvial. Se ven dos bocas de tormenta, pero están taponadas con tierra y basura.

El viernes en la mañana, La Razón observó cómo la gente coloca en la calzada llantas, piedras y ladrillos para cruzar el lago que se forma en torno a ambas plazas Ballivián. Otros compiten con los motorizados para superar los baches.

Una de las rejas de la jardinera ubicada entre la avenida Alfonso Ugarte, la calle Rafael Pabón y la plaza Ballivián está destrozada y el espacio está lleno de basura. Según los vecinos, esto ocurre desde hace más de año y medio.

Semáforos en dos vías

Cerca de la plaza Ballivián existen sólo dos semáforos entre las intersecciones de la avenida Chacaltaya y Pucarani, pero no están hacia la Naciones Unidas, Panorámica (hacia la Ceja y Alto Lima) ni avenida Managua.

Anuncian un estudio para hacer mejoras

El Subalcalde del sector prometió, además, obras en jardineras

La Subalcaldía del Distrito Municipal 6 de El Alto elaborará un estudio para mejorar la plaza Ballivián, sus alrededores y las vías circundantes, anunció el subalcalde de esta área, Víctor Huaranca.

“Evidentemente el sector de ingreso y salida hacia la avenida Naciones Unidas, que conecta El Alto con La Paz, debe ser mejorado, para eso vamos a hacer un estudio en toda el área para saber con precisión cómo debemos intervenir y hacer obras”, explicó.

Huaranca informó que en el ingreso a la avenida Panorámica, que conecta a la zona Ballivián con la Ceja, la Alcaldía colocará un muro de contención con una inversión de 500 mil bolivianos para evitar el deslizamiento de tierra. Dijo que servirá además para la conclusión de la avenida que rodea la ciudad desde el Distrito 8 hasta el Distrito 5.

Anuncios. También se colocarán más señales de tránsito y se coordinará con la Unidad de Tráfico y Vialidad de la Comuna y Tránsito para hacer cumplir los puntos de parada y para la instalación de semáforos, todo con la finalidad de evitar accidentes que se suceden a diario, adelantó.

La autoridad también anunció la realización de obras como la mejora de las jardineras, el ordenamiento del comercio y limpieza de las aceras y calles cercanas a la plaza Ballivián, construida hace 40 años.

“La historia de la zona y la plaza se remonta hasta la revolución de abril de 1952, los hechos de octubre de 2003 y su actividad cotidiana, por ello hay que hacer mejoras, ya que es un lugar que debería considerarse turístico”.

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